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Cuando la tarulla se endurece, la plántula se asemeja a un “bloque de cemento” que imposibilita el paso de las embarcaciones de los pescadores del embalse El Guájaro. Así lo relata esta comunidad, la cual, desde el mes de septiembre de este año, ha estado alertando dicha problemática a esta casa editorial.

En su momento, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA) explicó que es necesario esperar a que bajen las lluvias para hacer la limpieza. Sin embargo, los meses transcurren y la comunidad continúa enfrentando la misma situación que pone en jaque sus posibilidades de adquirir sus ingresos económicos.

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Humberto Currea, representante legal de la Fundación Mpal de Pescadores y Ambientalistas de Luruaco, contó que es tan fuerte la presencia de tarulla que muchas embarcaciones han quedado atrapadas en estas plantas.

De esta manera, el líder solicitó a la CRA y a los alcaldes competentes que se realice la limpieza de esta represa: “No queremos una limpieza total, pero sí una disminución bastante amplia que nos permita tener acceso a nuestras faenas diarias”, expresó a EL HERALDO el encargado.

Asimismo, recomendó a las autoridades que, con las intervenciones, se entregue esta planta a campesinos para conformar un centro de producción artesanal con la tarulla, lo que podría generar un desarrollo económico a las familias.

“Ya se ha hecho en Luruaco y en otros lugares la capacitación en tarulla a los artesanos, y les ha ido muy bien con esto cuando producen las figuras en artesanías”, recordó.

Pronunciamiento de las autoridades

Ayari Rojano, bióloga de la CRA, sostuvo que en el embalse de El Guájaro las lluvias continúan y el nivel del agua sigue subiendo, por lo que cualquier intervención para retirar la tarulla no funcionaría, ya que los vientos volverían a desplazarla.

“Nosotros estamos aún en temporada de huracanes y en época de lluvias. ¿Cuándo empieza nuestra época seca? En enero. Entonces, aún permanecemos en época de lluvia y por ende no podemos hacer absolutamente nada, porque los vientos van a coger la tarulla y nuevamente la van a llevar a La Peña y Aguada De Pablo. Normalmente, nosotros lo que hacemos es retirar la tarulla entre los meses de enero y febrero”, argumentó.

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Finalmente, el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, explicó que esta planta suele transportarse con el río Magdalena todos los años en esta misma época, y que la Gobernación cuenta con una picadora de tarulla que se mantiene a los alrededores de El Guájaro: “es como una especie de máquina que la vuelve trocito y se reutiliza”.