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Fue una jornada electoral llena de contrastes en Barranquilla y los municipios del Atlántico. Mientras en algunos puntos se registraron largas filas a lo largo del día, en otras zonas hubo una muy baja afluencia de ciudadanos para participar en la consulta del Pacto Histórico.

En municipios como Puerto Colombia, Galapa y Malambo –los cuales se han venido consolidando como bastiones de la casa Torres, cercana al Gobierno de Gustavo Petro– se registraron largas filas, demoras y reclamos por la escasez de mesas habilitadas.

En el municipio porteño, los ciudadanos acudieron masivamente a los puntos de votación tales como el colegio Simón Bolívar y el Francisco Javier Cisneros, donde la alta afluencia provocó congestión y demoras.

JEISS0N GUTIERREZ EL HERALDOEn Puerto Colombia hubo largas filas en varios puestos de votación.

En las calles de este municipio también se evidenciaron diversos comandos electorales, rememorando el ambiente que ha rodeado tradicionalmente a contiendas electorales para Senado y Cámara de Representantes.

Es de anotar que el personero John Jairo Rodríguez confirmó que los retrasos se debieron al alto número de votantes y a la limitación de mesas definidas por el Consejo Nacional Electoral.

En Galapa, por su parte, la participación también fue masiva, especialmente en la I.E. Francisco de Paula, sede principal, donde solo se habilitaron cuatro mesas para cerca de 13 mil votantes.

“Hubo cuatro mesas habilitadas. La mesa número uno tiene dos filas enormes, de más de 80 personas cada una, mientras que las otras mesas apenas tienen entre diez y quince. Es un problema de logística”, explicó el ciudadano Eduardo Arellano.

En Malambo, el ciudadano Sixto López, dijo que “fue una decisión ilógica poner solo dos mesas donde normalmente hay 12. Pensaron que la gente no iba a salir a votar”.

En contraste, Soledad vivió una jornada tranquila, sin mayores inconvenientes. En instituciones educativas como el INEM y el Caldas, los sufragantes pudieron ejercer su derecho al voto sin filas ni contratiempos.

JEISS0N GUTIERREZ EL HERALDOLos ciudadanos debieron verificar el listado ubicado a las afueras de cada puesto de votación.

Mientras que en Barranquilla, el panorama fue desolador en la mayoría de los puntos de votación del norte. Sin embargo, en gran parte del sur de la ciudad se presentaron múltiples inconvenientes en las urnas, lo que llevó a conglomeraciones en las filas aunque sin alteraciones del orden público.

Tensión en la región

Los pobladores del corregimiento Rocha, que está ubicado a 40 minutos de la cabecera del municipio de Arjona, en Bolívar, no pudieron ejercer su derecho al voto en el marco de la consulta del Pacto Histórico porque les quemaron el material electoral.

La acción fue cometida por encapuchados que sustentaron su proceder en el abandono en el que los tiene el Estado, y de manera específica se refieren a la no construcción de una vía de acceso hacia la zona rural.

Javier Doria, secretario del Interior de Bolívar, ratificó que la situación se habría originado por el descontento de un grupo de habitantes ante el incumplimiento de promesas del Gobierno nacional relacionadas con la reparación de una vía.

“La inconformidad con los retrasos en la obra habría detonado la ira de algunos pobladores, quienes arremetieron contra el punto de votación”, explicó el funcionario.

Críticas a la Registraduría

El ministro del interior, Armando Benedetti, lanzó fuertes críticas contra la Registraduría por la organización de la consulta interna del Pacto Histórico. Aseguró que la jornada estuvo marcada por irregularidades logísticas.

“Se han presentado muchos problemas, que nunca había visto que se presentaran”, dijo el funcionario, señalando que en varias zonas se redujeron mesas y puestos de votación, y que además hubo ausencia de material electoral.

El ministro de la política también manifestó que “no hubo material electoral para votar, eso nunca había pasado y deja mucho que desear con la organización que se debió haber hecho”.

Además, el ministro Benedetti apuntó sus críticas al Consejo Nacional Electoral (CNE), asegurando que la entidad “no quiso avocar los temas del Pacto Histórico” y fue más allá al sugerir que “uno podría hablar de que hay un sabotaje, de parte de quién, ya habrá de esperarse con respecto a lo electoral”.

Por otra parte, el ministro nacional de Defensa, Pedro Sánchez, entregó un parte de normalidad al destacar el despliegue de 109.000 hombres de la fuerza pública y recalcó que no se presentaron incidentes graves a nivel nacional.

No ha habido mala fe: registrador se defiende de los señalamientos

Tras el cierre de la jornada electoral, registrador Hernán Penagos dio un parte de tranquilidad y respondió a las críticas que se han hecho frente a la logística que ha rodeado al proceso.

Sobre el número de mesas habilitadas, fue enfático al sostener que “fue producto de un acuerdo suscrito el 3 de octubre entre la Registraduría Nacional y los representantes legales de los partidos políticos convocantes: Unión Patriótica, Polo Democrático, Colombia Humana y el Partido Comunista”.

Asimismo, indicó que se acordó un total de 7 millones y recalcó que no se ha presentado insuficiencia de tarjetones en ningún lugar del país.

“Todos los ciudadanos pudieron ejercer su derecho al voto sin dificultad. En algunos puntos específicos, con mayor afluencia —unas 250 mesas—, se decidió dividir las mesas para agi-lizar el proceso”, explicó.

Y agregó que “No ha habido mala fe de ninguna de las partes. Nadie puede prever el futuro y el número de mesas se determinó con base en el histórico de votaciones. Los partidos, de acuerdo con sus expectativas de participación, definieron el número de mesas junto con la Registraduría”.