El Caribe colombiano, reconocido por su potencial en energías renovables como la solar y la eólica, sigue siendo la apuesta de grandes inversionistas para el desarrollo de proyectos que son claves para fortalecer la capacidad de la matriz energética nacional.
Para Isagen, una de las tres generadoras de energía más importantes del país, el agua, el aire y el sol —recursos naturales que son Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER) — representan la base para impulsar el crecimiento verde del sector.
De acuerdo con expertos, las actuales condiciones del mercado favorecen el desarrollo de proyectos solares. Hoy la capacidad instalada solar del país equivale al 10 % del total nacional, cifra que continúa en ascenso.
Con más de 30 años de operación en Colombia y 27 centrales de generación eléctrica que suman más de 3.140 megavatios, Isagen cumple un papel fundamental en la seguridad energética del país.
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Dentro de su plan de expansión 100 % verde, que empezó a consolidarse en 2022 y con la puesta en marcha de los parques eólicos Guajira I y Wesp 01, la empresa cuenta con las únicas dos centrales eólicas de última generación que actualmente están operando en La Guajira.
En esta zona del país las velocidades del viento duplican el promedio mundial, lo que convierte a la península en el departamento con mayor potencial para la generación de energía eólica.
En este territorio se encuentra el parque eólico Guajira I, ubicado en el corregimiento de Uribia, que cuenta con 10 aerogeneradores distribuidos en un área de 5,5 hectáreas, con una capacidad instalada de 20 megavatios, suficiente para beneficiar a más de 33 mil familias.

Su construcción, a cargo del Grupo Elecnor, representó una inversión superior a 75 mil millones de pesos.
Otro proyecto renovable de gran importancia para el país se encuentra en el municipio de Sabanalarga, Atlántico. En julio de 2024, Isagen entregó el proyecto Bosques Solares de Bolívar, un complejo con capacidad de 100 megavatios, suficiente para suplir el doble del consumo eléctrico de una ciudad como Riohacha.
La obra, construida por la empresa española Negratin, tuvo una inversión de más de 500 mil millones de pesos y abarca un área de 300 mil metros cuadrados. En total, se instalaron más de 190 mil paneles solares bifaciales y 900 kilómetros de cableado.
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La energía generada por este proyecto llega hasta la Subestación de Sabanalarga, que cuenta con dos estaciones: una operada por Air-e y otra por Transelca. Tres de los parques solares entregan 34.500 voltios a Air-e, mientras que los otros dos suministran 110.000 voltios a Transelca.
Durante el desarrollo del proyecto, el presidente de Isagen, Camilo Marulanda, destacó la receptividad de las comunidades y aseguró que siempre ha creído mucho en la Costa para los proyectos.
Según la compañía, con las inversiones en los parques eólicos de La Guajira y la granja solar del Atlántico, Isagen completa 132 megavatios en operación en la región Caribe y continúa explorando oportunidades para generar más de 800 megavatios en energía solar en Córdoba, Cesar y Bolívar —con 200 MW en los dos primeros y 450 MW en el último—.
Con estos futuros proyectos, la empresa estaría cerca de alcanzar un gigavatio de capacidad instalada en el Caribe, lo que representaría la mitad del portafolio de proyectos en estudio de Isagen al 2030.
La compañía aseguró que para alcanzar estos hitos se requieren inversiones billonarias, pero reiteró su disposición a avanzar, siempre que existan condiciones de estabilidad jurídica, eficiencia en los procesos de licenciamiento y respuestas institucionales frente a la conflictividad social, así como avances en las líneas de transmisión que garanticen el transporte de la energía generada en la región.

















