Compartir:

El Atlántico logró una reducción en la tasa de deserción escolar interanual, pasando del 2.30 % en 2023 al 2.23 % en 2024, una baja de 0.07 puntos porcentuales que, aunque leve, ratifica al departamento como uno de los mejores del país en cuanto a permanencia educativa. Esta cifra lo mantiene por debajo del promedio nacional, que se ubicó este año en 5.36 %.

De acuerdo con la Subsecretaría de Desarrollo Educativo, el avance se consolidó en gran medida en las zonas rurales, donde la deserción pasó de 3.55 % a 3.13 %, una disminución de 0.42 puntos.

Leer más: En Soledad garantizan permanencia escolar con inscripción de 1.211 nuevos estudiantes en colegios públicos

Municipios como Ponedera y Sabanalarga se destacan en este comportamiento, gracias al trabajo conjunto entre las instituciones educativas, las comunidades y el Gobierno departamental.

“Este resultado es fruto del trabajo articulado entre la Secretaría de Educación, las escuelas, las familias y los gobiernos locales. Juntos estamos garantizando entornos más seguros, inclusivos y con oportunidades para nuestros estudiantes”, afirmó Maribel Castro Flórez, subsecretaria de Desarrollo Educativo del Atlántico.

La ruralidad da ejemplo

Uno de los hallazgos más destacados del balance fue el desempeño de las instituciones educativas rurales, algunas de las cuales lograron indicadores sobresalientes.

La Institución Educativa Palmar de Candelaria, en Luruaco, registró un 0 % de deserción. Le siguieron la I.E. Martillo (Ponedera), con un 1.23 %, y la I.E. San José de Aguada de Pablo (Sabanalarga), con 2.34 %.

“Fuimos casa a casa a buscar a los estudiantes. Garantizamos su matrícula, hablamos con sus familias, hicimos lo posible para que todos regresaran a clases”, comentó Yessy Solano, rectora de Palmar de Candelaria.

Desde Sabanalarga, la rectora Saudith Vergara aseguró que el trabajo ha sido colectivo. “Hicimos ajustes curriculares, mejoramos nuestra propuesta educativa y creamos sentido de pertenencia. En nuestras aulas enseñamos con amor por el aprendizaje”.

Claves de la permanencia

El departamento atribuye estos avances a una estrategia integral que incluye el fortalecimiento del Plan de Alimentación Escolar (PAE), el acompañamiento psicosocial, la capacitación docente y una mayor articulación con las familias.

También se ha promovido la matrícula oportuna, el seguimiento personalizado y la inclusión de los estudiantes en procesos formativos adaptados a sus realidades.

No obstante, el panorama no es uniforme. En el sector urbano oficial se registró un leve aumento en la tasa de deserción, pasando de 1.96 % a 2.57 %. En el sector no oficial también hubo una ligera variación al alza, de 1.69 % a 1.78 %.

“Estos datos nos llaman a redoblar esfuerzos, especialmente en las zonas urbanas y en articulación con el sector privado, para identificar las causas específicas del abandono escolar y actuar con intervenciones más focalizadas”, agregó Castro Flórez.

Meta a largo plazo

Reducir la deserción escolar es una de las prioridades definidas en el Plan Decenal de Educación 2024–2034 y en el Plan de Desarrollo Departamental. La Gobernación del Atlántico plantea consolidar políticas que promuevan trayectorias educativas completas, desde la primera infancia hasta la educación superior, con énfasis en bilingüismo, transición armónica, y cierre de brechas entre lo urbano y lo rural.

La estrategia, de largo aliento, busca que cada niño, niña y joven del departamento no solo permanezca en el sistema educativo, sino que se sienta acompañado, motivado y con oportunidades reales de proyectar su futuro.