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Barranquilla y por extensión sus habitantes, tienen una forma intensa de vivir. Expresan con vitalidad cada alegría y son viscerales para el sufrimiento, rara vez se quedan en silencio y tienden a armar una fiesta o un velorio por cada acontecimiento, por divino o banal que este resulte siendo.

Pero más allá de esa fulgurante expresión de vivir, más de uno lleva, como se dice, ‘la procesión por dentro’.

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Tal vez, ese colorido y cálido ambiente humano que se ve en las esquinas cohíbe a los otros tantos que sí sufren y que no van encontrando en el delirio de la felicidad o la bohemia lo que están buscando para entender al mundo y comprenderse a sí mismos.

En los años recientes, la ciudad se estremeció por lo que parecía un aumento en casos de suicidios, lo cual, además de consternación, abrió el debate público sobre qué tanto como sociedad se estaba preocupando sobre el tema.

Según recientes informes publicados por el Instituto Nacional de Medicina Legal, todo parece que los cuestionamientos e interés desde el Distrito por la creación de herramientas para combatir estos flagelos está funcionando.

Durante el 2024 Barranquilla terminó siendo la ciudad del país con menor tasa de suicidios por cada 100 mil habitantes, con un promedio de 2,79 con 37 de los 1.266 en todo el país. Otras ciudades grandes como Bogotá (4,39 y 347 casos), Medellín (8,57 y 193) y Cali (5,75 y 132) la superaron ampliamente tanto en promedio como en casos.

Al corte del mes de abril, tras el último balance presentado, con 17 episodios presentados, y una tasa de 1,27, la ciudad sigue estando en uno de los puestos con menor suceso de estos casos, lo cual coincide con la puesta en funcionamiento de varias estrategias, entre ellas el programa Chatlemos (número de WahatsApp 318 8044000), un chat 24 horas.

Mejora en la atención

La doctora Edith Aristizábal, profesional en psicología con orientación en neurociencia cognitiva aplicada, quien es docente del Departamento de Psicología de la Universidad del Norte, coordinadora de la especialización en psicología forense en dicho centro de estudios y parte del grupo de investigación, ha seguido la evolución de estos temas en los últimos años.

La doctora Aristizábal ha notado que “en los últimos años son más frecuentes los adultos y niños con padecimientos mentales, en especial depresiones y trastornos de ansiedad”.

Es por eso que ve con buenos ojos las medidas adoptadas, en especial Chatlemos.

“El nivel de atención ha mejorado porque hay más preocupación por la salud mental y además Distrito y Gobernación cuentan con líneas de ayuda atendidas por psicólogos especializados en urgencias”.

Desde la Gerencia de Ciudad de la Alcaldía de Barranquilla, explicaron a EL HERALDO que el momento de mejoría se debe a que han involucrado “más elementos en la lectura que el profesional de Chatlemos puede hacer del ciudadano que consulta”.

La Alcaldía hace referencia a la nueva herramienta que ha sobrepasado una línea telefónica tradicional. Hoy en día ofrece videollamadas, lo cual es un panorama completamente diferente.

Ver y escuchar al profesional que recibe mi malestar genera mayor cercanía emocional y por ende mayor confianza. Además, sumamos otro canal (además del chat) que permite la adaptación a las necesidades del usuario que consulta”.

EL HERALDOTasa de suicidios por cvada cien mil habitantes.

En ese sentido, la doctora Aristizábal también señaló algunas de las ventajas que la implementación de esta nueva estrategia puede brindar al psicólogo a la hora de atender a un paciente.

“Que ahora las líneas de ayuda sean por videollamada le permite al profesional que atiende la llamada hacer una evaluación más completa que cuando solo escuchaba la voz y eso permite una atención más óptima y personalizada”, destacó. Chatlemos cuenta con 43 psicólogos formados, supervisados y organizados por turnos para estar disponibles las 24 horas del día. Operan desde una planta física ubicada en la Alcaldía de Barranquilla, lo que les permite responder con rapidez ante situaciones de crisis o cualquier evento que represente un riesgo vital.

Dentro de los motivos más frecuentes de consulta se encuentran, entre otros, la ideación o intento suicida, depresión, ansiedad, problemas de pareja o duelo.

El valor del ‘cara a cara’

Con el tiempo, la forma de comunicarse entre los seres humanos se ha optimizado. Antes, en el albor de la ciencia de la psicología, la única manera de tener un encuentro frente a frente con el paciente era con un desplazamiento físico de alguna de las partes. Hoy, mediados por una cámara y una pantalla, se abre un espacio nuevo para los profesionales.

“Lo primero que mejora, y que para nosotros es clave, es la conexión entre el psicólogo y la persona. En una videollamada se ven las caras, los gestos, el tono de voz... y eso dice mucho más que solo las palabras. A veces, el cuerpo expresa lo que cuesta decir. Esa mirada, ese silencio o una lágrima permiten al profesional entender mejor cómo se siente el paciente y dar una ayuda más precisa desde el primer momento y son elementos cruciales para una evaluación del estado emocional del paciente o usuario que consulta”, expresaron los consultores sobre el tema desde la Alcaldía.

La opción de mirar el rostro de la persona, saber quién está al otro lado de la pantalla, genera una conexión propia de los seres humanos. Es decir, un intercambio en la conversación que también ayuda a sanar.

En especial, en una época donde las comunicaciones han pasado por un proceso de deshumanización, pues con las herramientas digitales se ha perdido la costumbre de la conversación, como si el ser humano se hubiese vuelto más personalista y ensimismado, de alguna manera.

“El cara a cara con el psicólogo es vital, en especial en un momento que se privilegian los mensajes de texto y llamadas. El contacto crea un clima de confianza y seguridad esencial para el tratamiento y la atención psicológica”, afirmó la doctora Edith.

¿A dónde apuntar?

Más allá de las actuales cifras, lo cierto es que quedan muchos retos en el panorama. La doctora Aristizábal hace una lectura en ese sentido.

“Falta seguir avanzando en campañas masivas para dar a conocer todos los mecanismos de ayuda de que dispone un ciudadano ante un momento de crisis. Educar más a los maestros y padres en identificar las señales de alerta para intervenir lo más temprano posible y evitar problemas mentales más graves”.

En ese sentido, desde la administración distrital mencionan que han podido hacer un diagnóstico claro de los problemas que más atormentan a los barranquilleros, quienes consultan principalmente por ansiedad, conflictos de pareja y familiares, duelos no resueltos, síntomas depresivos y estrés laboral.

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“La evaluación se realiza a través de reportes sistemáticos de atención, análisis de tendencias y seguimiento de casos priorizados”, destacó la Alcaldía, que buscará seguir innovando en programas de atención.

Más de 300 mil barranquilleros han sido impactados con Chatlemos

Según los datos aportados por el Distrito, más del 80 % de los 300 mil ciudadanos que han interactuado con Chatlemos dicen sentirse “escuchados y aliviados después de sus sesiones”.

Además, más del 60 % nunca antes había buscado ayuda en los canales tradicionales, “lo que muestra que esta estrategia rompe barreras y acerca la salud mental a más personas”.

“Entendimos que muchas personas no acudían a servicios presenciales por miedo, estigmas o falta de tiempo y aprovechando los beneficios que ofrecen las TIC para derribar barreras históricas en el acceso a estos servicios nos lanzamos a esta estrategia”, añadió la Alcaldía sobre el impacto del programa.