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Mantener sus tradiciones y trabajar diariamente para que las nuevas generaciones puedan conocerlas, reconocerlas y apreciarlas, es lo que ha motivado a más de 300 indígenas de diferentes etnias asentarse en Barraquilla y el Atlántico.

Este miércoles 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas con el que se busca exaltar su legado y la importancia de sus saberes en el desarrollo de las comunidades.

De acuerdo con Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, este fecha representa 'una oportunidad para celebrar estas comunidades y sus conocimientos. El tema de este año gira en torno a la elaboración de un nuevo contrato social con los pueblos indígenas, que esté fundado en los derechos humanos y el respeto a la diversidad cultural, y que no deje a nadie atrás'.

Según la Secretaría de Gobierno actualmente, en Barranquilla se encuentran cuatro cabildos indígenas provenientes de diferentes partes del país como: los Zenú, de Córdoba y Sucre ; Inga, principalmente del Putumayo, Caquetá y Nariño; Kankuamo, cohabitan la Sierra Nevada de Santa Marta; y los Kaamash-hu, quienes en su mayoría fueron víctimas del conflicto y desplazados de sus territorios ancestrales. Sin embargo, encontraron en la capital del Atlántico un territorio de paz para continuar con sus vidas sin dejar de lado sus conocimientos.

Pero, la etnia que mayor presencia tiene en el departamento es la Mokaná quienes a pesar de vivir en zonas urbanas, han trabajado para conservar sus lugares sagrados donde practican sus rituales y en los que, según sus creencias, se comunican con la naturaleza y reciben mensajes de sus antepasados.

La Piedra Pintada es sin duda el lugar ancestral más importante para los Mokaná. Para llegar a ella se parte desde la entrada del El Morro, corregimiento de Tubará. Durante la caminata los nativos realizan sus pagamentos cada luna llena. Para ingresar al bosque, recalcan, se debe tener la mente en blanco y limpia de cualquier pensamiento, también hay que estar en ayunas completamente, incluso de bebidas.

Otro lugar sagrado en Tubará es El Mirador. Se encuentra ubicado en un cerro del municipio y está construido arriba del cementerio ancestral de los indígenas, por esto es considerado uno de los lugares más sagrados de la comunidad.

En Malambo se encuentra la casa Mokaná donde la comunidad se reúne para encontrases con sus ancestros y la naturaleza. Además, en este lugar reposan algunos artículos que fueron retacados.

Guardia indígena

Vigilar, proteger y atender las necesidades de los Mokaná malamberos es el compromiso que adquiere quien decide ser miembro de la Guardia que permite la vinculación desde los 10 años y no tiene una edad de retiro establecida.

Hace 14 años los Mokaná conformaron en Malambo su propia Guardia Indígena, de hecho es el único municipio del departamento en tenerla, según la ONIC.

Manuel Miranda Meza y Jorge Molinares, fueron quienes la fundaron al sentirse preocupados por el futuro de su comunidad y tiene como fin salvaguardar las costumbres de sus ancestros.

El diálogo con EL HERALDO Jorge Molinares, coordinador de la Guardia Indígena Mokaná, manifestó que 'no encontrábamos acogida en los hermanos porque ellos pensaban que eran cosas de gente loca hasta que un día nos crearon la resolución y desde ese momento venimos trabajando más fuertes por ellos y para ellos. Aquí tenemos niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, cada uno tiene tareas para hacer en los diferentes comités'.

En este momento la Guardia Indígena Mokaná se encuentra en conversaciones con el gobierno municipal en pro de conseguir recursos que les permitan enfrentar situaciones imprevistas que se puedan presentar dentro de la comunidad en lo que respecta a gastos económicos.