En la mente de David Martínez Cantillo se encuentran intactos los recuerdos de lo acontecido en aquel noviembre de 2010, cuando las furiosas aguas del canal del Dique abrieron un gigantesco boquete e inundaron a los municipios del sur del Atlántico, dejando una estela de destrucción y desolación a su paso.
'Fue algo calamitoso para todo el sur del Atlántico. Los habitantes de Manatí, Repelón y Santa Lucía, entre otros municipios, tuvimos que salir de nuestras casas y no por las balas, sino por la fuerza del agua que amenazaba con arrasarlo todo', sostiene este hombre, que hace parte del Consejo Comunitario de Comunidades Negras Bajo de Polo del corregimiento de Rotinet, perteneciente a la jurisdicción del municipio de Repelón.
Un recuerdo similar tiene Argemiro Cabarcas Villa, quien no olvida aquellos días en que sus cultivos y propiedades quedaron debajo del agua.
(Le puede interesar: Socializan alcances de APP del Canal del Dique en Santa Lucía)
'Nosotros sufrimos muchos prejuicios por esas inundaciones. Cada vez que se vienen las lluvias vivimos con la zozobra que se vuelva a romper, es un temor que no nos deja dormir', sostiene el hombre, quien es líder de Villa Rosa.
Es por eso que, para las comunidades del sur del Atlántico y del norte del departamento de Bolívar, la adjudicación y posterior puesta en marcha de la APP del Canal del Dique se ha constituido en una 'noticia positiva'.
Y así lo reiteran las autoridades locales, que destacan el impacto positivo que esta iniciativa tendrá en estas comunidades, que por años lucharon para la materialización de una solución a dicha problemática.
'Será una obra que va a generar beneficios, como la prevención de inundaciones en esta importante zona del sur del departamento del Atlántico; también permitirá la recuperación ambiental de los cuerpos de agua que están alrededor del Dique y, de igual forma, traerá un beneficio social para los habitantes de la zona de influencia', dice Nury Logreira, secretaria de Infraestructura del Atlántico.
(Lea también: Los primeros hallazgos del horror en el Canal del Dique)
Los objetivos del proyecto
El control de inundaciones es uno de los grandes objetivos que se han planteado a través de la APP del Canal del Dique y así lo ha ratificado Carlos Rosado, vocero del grupo Sacyr.
'Este proyecto es único en el país y en Latinoamérica, porque está basado en la regeneración y restauración ambiental de un ecosistema como lo es el canal del Dique. Son 435 mil hectáreas que evidenciarán los efectos de restaurar el sistema del Canal del Dique', sostiene el líder de la firma encargada de ejecutar el proyecto.
Asegura que el desarrollo de estas obras permite saldar una 'deuda histórica' del Estado con las comunidades del Atlántico, Bolívar y Sucre, que se han visto afectadas por los impactos del cambio climático en este cuerpo de agua.
Sostiene, además, que la mencionada meta corresponde a la tercera fase del proyecto, que contempla un periodo de 9 años. En ese tiempo también se debe haber cumplido con el aseguramiento de la navegabilidad del canal.
{"titulo":"Firman acta de inicio para la APP del Canal del Dique","enlace":"https://www.elheraldo.co/atlantico/app-del-canal-del-dique-este-jueves-en-cartagena-se-firman-el-acta-de-inicio-entre-ani-y"}
En las dos primeras etapas del proyecto, correspondientes a la preconstrucción y a la construcción, se llevarán a cabo una serie de obras clave para el éxito de esta megaobra.
Cabe recordar que para el desarrollo de las obras se definieron 14 unidades funcionales, en las cuales se incluyen la construcción de dos esclusas: una Calamar y la otra en Puerto Badel, para el control del caudal de agua y sedimento.
Además, se desarrollará el mejoramiento de los complejos cenagosos, conexiones del canal con las ciénagas y protección de orillas, así como 34 obras de conexión individuales para optimizar el sistema de ciénagas, tales como canales, diques, box, reboses, cierre de caños existentes, puentes, entre otros.
{"titulo":"Canal del Dique, una intervención tan esperada como necesaria","enlace":"https://www.elheraldo.co/editoriales/editorial-canal-del-dique-una-intervencion-tan-esperada-como-necesaria-1006211"}
La primeras fases
Tras la firma del acta de inicio, que se dio el pasado primero de junio, la firma Sacyr –a través de Ecosistemas del Dique– ha puesto en marcha una serie de acciones tales como actividades de diseño de las obras y los trámites sociales, ambientales y prediales.
No es por menos que recientemente se hayan llevado a cabo espacios de socialización en los municipios de Santa Lucía (Atlántico), San Onofre (Sucre) y Arjona (Bolívar), liderados por entidades del Gobierno y contando con la masiva participación de la comunidad.
En esta etapa, que comprende 18 meses, también se tiene contemplado que se adelanten actividades de mantenimiento preventivo de los diques actuales, así como se emitirán las alertas tempranas pertinentes para la atención de emergencias por inundaciones para proteger a las comunidades en riesgo.
Otros de los compromisos adoptados con el contrato corresponde a adelantar labores de dragado de mantenimiento en los 115 kilómetros del canal, que permitan contar con la profundidad, ancho y radio de curvatura definidos.
Además, en la fase de construcción –correspondiente a 4 años y 3 meses– se adelantará el mejoramiento de las interconexiones del canal con las ciénagas, ampliaciones del canal y protección de orillas.
Datos relevantes
Con la implementación de este proyecto se generarán aproximadamente 60 mil empleos, entre directos e indirectos. Una gran parte de estas plazas beneficiará a las comunidades de las zonas de influencia.
Además, este proyecto cuenta con una inversión social que asciende a los $340 mil millones. Estos recursos se enfocarán en el mejoramiento de la infraestructura comunitaria (escuelas, hospitales, iglesias, entre otros), generación de modos económicos sostenibles y proyectos productivos concertados con la comunidad.
La población beneficiada con este proyecto son los habitantes de 19 municipios. Ocho de ellos se encuentran en el departamento del Atlántico (Campo de La Cruz, Candelaria, Luruaco, Manatí, Repelón, Sabanalarga, Santa Lucia y Suan); diez corresponden a Bolívar (Arjona, Arroyohondo, Calamar, Cartagena de Indias, Mahates, María La Baja, San Cristóbal, San Estanislao, Soplaviento y Turbana); y uno de Sucre (San Onofre).




















