Haciendo gala de la gallardía que caracterizó a la india Catalina, tal vez su coterránea más célebre, los nativos del corregimiento Galerazamba han emprendido una incesante lucha para 'regresar', de forma oficial, al departamento del Atlántico.
De forma espontánea y motivados por 'décadas de abandono y desidia por parte de las autoridades del departamento de Bolívar', los residentes de este terruño –conocido mundialmente por su mar de color rosa– han recurrido a una acción popular para cumplir ese deseo, en busca de trazar un nuevo rumbo para su beneficio.
'Galerazamba es del Atlántico. Nuestros ancestros así nos lo han dicho y la historia lo respalda', sostiene Nury Alvarado Gómez, una de las matronas del municipio que defiende esta causa.
Mientras camina por una de las calles de este corregimiento –que actualmente pertenece a la jurisdicción del municipio de Santa Catalina–, esta mujer sostiene con vehemencia que hacer parte del Atlántico generará una mejor calidad de vida.
'La institucionalidad nos ha abandonado. No tenemos quien nos respalde ni vele por las problemáticas que tenemos. Queremos más garantías', agrega.
Willmer Meléndez es otro de los habitantes que respalda la iniciativa. Para este hombre –quien habita en el corregimiento desde sus primeros meses de vida, tras haber llegado procedente de Palmar de Candelaria– la posibilidad de unirse al territorio del Atlántico podría resolver la deuda histórica que existe con Galerazamba.
'La comunidad pide a gritos que definan el diferendo limítrofe para saber si pertenecemos a Bolívar o al Atlántico. Nosotros queremos estar en el Atlántico, para gozar de un mayor acompañamiento de las autoridades y que se impulse el desarrollo de este terruño', agrega el hombre, quien es pensionado de la extinta concesión de salinas.
Entre la comunidad existe preocupación debido a que las autoridades de Atlántico y Bolívar, presuntamente, lograron un acuerdo para mantener los límites actuales. Sostienen que se están desconociendo ciertos argumentos históricos que han tratado de revalidar para cumplir su cometido de integrar el territorio del Atlántico como corregimiento del municipio de Piojó.
'En la ley con la que se creó en 1905 se expone, en el artículo 8, que incluye a las provincias de Sabanalarga y Barranquilla. Posteriormente, en 1910 se expidió una nueva ley que restablece el departamento sin tener en cuenta el deseo de nuestra comunidad', asegura Guillermo Meléndez Alvarado, coordinador del Comité ‘Galerazamba, Atlántico Ya’.
Las necesidades
Mientras avanza este proceso, los nativos sostienen que son varias las necesidades que deben ser atendidas de manera 'apremiante'.
Raquel Caraballo Caballero, representante legal del Consejo Comunitario de Comunidades Negras de Galerazamba, sostiene que es necesario brindar una solución a la 'angustia' que se vive por el suministro del servicio de agua potable y el mal estado de las vías.
'Nos encontramos en una situación crítica. Tenemos muchas problemáticas, principalmente el sistema del agua. Tenemos un acueducto que no está funcionando y el agua llega tan solo un par de días a la semana', dice.
También dice que no cuentan con un médico permanente en el hospital. 'Si ocurre una emergencia, toca salir corriendo hasta Santa Catalina o hasta Cartagena'.
Mientras que Cristina Porras, líder del corregimiento, dice que es necesario impulsar la actividad turística para así garantizar una fuente de empleo de la comunidad. 'Se necesita más promoción turística. Se deben emprender otras actividades relacionadas con el turismo, para que quienes se fueron en búsqueda de mejores oportunidades, puedan regresar'.
¿Cómo avanza el proceso?
Ana María Aljure, actual directora del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac), sostuvo que los dos departamentos han venido realizando mesas de trabajo en busca de un acuerdo en este diferendo limítrofe.
'Se han realizado varias reuniones entre las partes. Es un proceso que continúa', sostuvo la funcionaria en una entrevista a EL HERALDO.
Sostuvo que es necesario que los departamentos suscriban un acta con las conclusiones de sus reuniones. Posteriormente, en un plazo de 3 meses, se analizarán las pruebas que se adjunten.
'El Igac hará un informe técnico que le pasamos al Congreso, que es el encargado de tomar la decisión correspondiente de acuerdo con la ley en el término de un año', agregó la directora de la entidad.
El inicio del diferendo limítrofe entre Atlántico y Bolívar
El diferendo limítrofe entre los departamentos del Atlántico y Bolívar es considerado como uno de los más antiguos del país.
En 1954, más exactamente el 17 de marzo, en Barranquilla se firmó un acta de deslinde en desacuerdo entre los departamentos, especialmente en el sector de San Pedrito, correspondiente a los municipios de Suan y Campo de La Cruz (Atlántico) con el municipio de Calamar (Bolívar).
Posteriormente, el 24 de junio del mismo año, en Cartagena se rubricó un acta de deslinde en desacuerdo entre los mismos departamentos, especialmente en el sector de Galerazamba, correspondiente a los municipios de Soplaviento, San Estanislao, Villanueva y Santa Catalina (Bolívar) con los de Manatí, Repelón, Urdaneta Arbeláez (hoy Luruaco), Piojó y Juan de Acosta (Atlántico).
Dicha disputa, de acuerdo con el Igac, se generó por la rectificación del canal del Dique, al sur de esos territorios departamentales y alrededor de la minas de sal de Galerazamba, sobre el mar Caribe.
En 1961, una comisión delimitadora nombrada por el Senado de la República se encargó de estudiar el mencionado diferendo y presentó su informe con una propuesta en acuerdo. Empero, el documento no fue ratificado por dicho órgano competente.




















