El desfile, con 80 disparos de cañón, más de 80.000 palomas y globos liberados, y cientos de unidades armadas, fue el punto culminante de una campaña del Partido Comunista para resaltar el rol de China en la victoria sobre Japón y avivar el orgullo nacional.
El presidente Petro mostró su interés de estrechar la cooperación entre Bogotá y Tokio en el desarrollo de la inteligencia artificial, según le dijo a su homólogo japonés.
El jefe de Estado arribó al país asiático en la noche de este miércoles para cumplir una agenda de cuatro días.
El protagonista de la polémica es Lochie Jones, quien momentos antes de abrir una lata posada junto a una lápida, una ofrenda habitual en Japón para saciar la sed de los difuntos, tomó una moneda también ritual para jugarse a cara o cruz si tomarse el refrigerio.
El investigador Takashi Yoshimura explicó que “el canto está controlado por el reloj biológico”.