El Heraldo
El patrullero asesinado Gabriel Lengua junto a su esposa Kelly Mendoza. Cortesía
Sucre

La muerte frustró el ascenso del patrullero Gabriel Lengua

La esposa del patrullero asesinado espera que la Policía Nacional le cumpla con el ascenso póstumo y anuncia que luchará por ello.

Aunque el día exacto no lo sabía, el patrullero Gabriel Lengua Serpa esperaba con ansias la llegada del mes de septiembre para estar en la ceremonia de ascenso a subintendente.

Era un logro con el que siempre había soñado y al ser llamado a ascenso tras 15 años como patrullero lo había llenado de mucha felicidad.

Kelly Mendoza Mercado, su esposa y madre del menor de sus dos hijos, da fe de eso y agrega que también compartía con él esa felicidad.

Dice  que era tan esperado ese día para este guardián del orden que ya tenía listo el uniforme con el que asistiría a esa ceremonia y en más de una ocasión se lo midió en la casa del barrio La Ceja, en el municipio de Sincé, donde tenían poco más de un año de estar residenciados.

La muerte frustró ese anhelo, ya que Gabriel fue asesinado la tarde del sábado 8 de mayo, en medio de un operativo policial, en el corregimiento Albania del municipio de Betulia, en el departamento de Sucre.

El patrullero Gabriel Lengua, que tenía 36 años, le había prometido a su muñeca, como llamaba a Kelly, que le compraría un vestido muy elegante para que lo acompañara ese día a la ceremonia que por lo visto sería en la Escuela de Carabineros Rafael Núñez, en la ciudad de Corozal, donde se formó como policía en el curso 025 que se graduó el 10 de noviembre del año 2006.

“Mi esposo era un hombre honorable que amaba con el alma a esa institución y la institución le falló … pero yo haré justicia por él y me le tienen que dar el ascenso póstumo porque él fue llamado para hacer ese curso que empezaba este 15 de mayo, él se ganó ese concurso porque aprobó el examen”, manifestó.

Agrega que Lengua le decía que tras el ascenso “nunca le faltaría nada a ella ni a sus hijos, nos iba a dar todo lo que él pudiera y lo que él no pudiera nos lo daría Dios”, ratificando así que era un hombre temeroso de Dios que se congregaba en sus descansos en una iglesia evangélica en Corozal, la ciudad donde trabajó y donde se conoció con Kelly.

Deja claro la adolorida mujer que en 15 años de servicio en la Policía Nacional su esposo Gabriel Lengua nunca tuvo una anotación negativa y que eso debe ser destacado por la institución.

Gabriel Eduardo Lengua Serpa había nacido el 9 de abril de 1985 en el municipio de Magangué (Bolívar), en el hogar que conformaron Domingo del Cristo Lengua Aguilera y Virgelina Serpa Castro. Era el único varón entre tres hijos, sus hermanas son Éricka Paola y Yucelis.

Fue despedido con honores

El patrullero Gabriel Lengua fue despedido el pasado lunes con honores por parte de la Policía Nacional y el acompañamiento de sus familiares, amigos, vecinos y miembros de la Alcaldía de Sincé. Posteriormente fue sepultado en su tierra natal. 

El uniformado fue asesinado la tarde del sábado 8 de mayo al acudir a un operativo que la Sijín del municipio de Sincé realizaría en el de Betulia, que no era la jurisdicción en la que laboraba y menos la especialidad.

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