Las aguas cristalinas en Puerto, un nuevo atractivo
El fenómeno ha conquistado a propios y turistas que en los últimos días han concurrido masivamente. Expertos explican los motivos de un hecho poco común en el Atlántico.
Contemplar la inmensidad del mar supone un espectáculo fascinante. El sonido de sus oleajes es capaz de generar sensaciones placenteras como paz y felicidad.
Poseer estos cuerpos de agua han hecho de la costa Caribe colombiana un destino atractivo para aquellos que deseen sumergirse en una divertida aventura playera.
Gozar de aguas limpias y cristalinas es una de las principales características de las playas de la Isla de San Andrés que en compañía de sus arenas blancas reflejan un lugar paradisíaco que enamora diariamente a miles de turistas.
Este fenómeno logró causar gran impacto este fin de semana en el municipio de Puerto Colombia por la presencia de las aguas claras del mar, en la que sus bañistas observaban con nitidez el fondo y el reflejo de sus cuerpos.
Un color verde aguamarina atrajo a un gran flujo de visitantes que desde la imponente vista del restaurado muelle disfrutaban de las majestuosas escenas que les regalaba la naturaleza.
Aquel que fue en 1920 el terminal marítimo más importante del país recibió a cada uno de los asistentes que deseaban percibir un fenómeno poco común en el Atlántico.
El presente hecho solía ser algo natural años atrás en el municipio. Archivos históricos dan cuenta de que el sector era conocido como la Bahía de Sabanilla, la cual era protegida contra las fuertes corrientes marinas que erosionan en las playas de Puerto Colombia, por una especie de muralla natural llamada Isla Verde.
En esa época el muelle era el tercero más largo del mundo y la bahía poseía aguas tranquilas con arenas blancas.
De acuerdo con el profesor del Departamento de Física e Hidrociencias de la Universidad del Norte y experto en Oceanografía Costera, Óscar Álvarez Silva, la isla que fue desaparecida lograba proteger al territorio de los oleajes.
“Isla Verde protegía a todo Puerto Colombia del oleaje, incluso por esa barrera natural que había se construyó el muelle, ya que el oleaje era mínimo y podía perdurar durante siglos, pero desde la construcción de los tajamares del río Magdalena, los cuales fueron concebidos para que el sedimento que trae el río se vaya hacia el mar profundo y favorecer así la navegabilidad”.
Además, esta situación ha sido causante de una erosión que provoca otro fenómeno.
“Ese efecto ha permitido que las playas de Salgar y Puerto Colombia, así como Isla Verde se han visto en un proceso de erosión prolongada durante décadas, asociado a ese corte de la conexión de sedimentos entre el río Magdalena y la Costa”.
Muchos bañistas han sido testigos de una coloración café durante muchas épocas prolongadas en el año, aspecto que ya ha sido común para sus residentes. Para el experto esto sucede por el color de la arena.
“El color del mar en general está asociado al color de la arena. En Puerto Colombia tenemos arenas oscuras que provienen del río Magdalena, las olas cuando llegan a la playa levantan esta arena del fondo y la remueven, por lo que la arena se mezcla con el agua, dándole un tono general café al agua”.
Álvarez explicó que la lluvia podría incidir en el fenómeno actual que ha conquistado a propios y visitantes.
“En esta época del año cuando hay mucha lluvia, disminuye el viento, este justamente es el que genera las olas, que terminan levantando la arena, así que debido a que existen vientos débiles, se generan olas pequeñas que no suspenden el sedimento, así que la arena se queda depositada en el fondo y tenemos el agua con una apariencia cristalina”.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) informó que la segunda temporada de lluvias se presentará desde mediados de septiembre con un registro entre 20 % y 40 % en el Atlántico. Además, los incrementos más altos de precipitación se esperan para noviembre.
En los más de 50 años que posee el ambientalista Edson Forbes de habitar en Puerto Colombia, acumulaba más de 25 años sin ser testigo de un fenómeno que actualmente le produce satisfacción.
“Es tan emocionante verlo así tan lindo y transparente. Gozaba cuando podía ver mis pies en el agua”.
La claridad del agua permite observar varios pilotes que, según el ambientalista, son las bases del antiguo muelle.
“Los hierros de las bases no fueron sacados, están enterrados y lo que hicieron fue apartarlos para que los nuevos pilotes conservaran casi la misma dimensión”.
Más de 90 clavadistas están disfrutando de este hecho. Los jóvenes porteños han hecho del mar su casa más divertida y con ello, han aportado a la reactivación económica y turística del municipio.
Los caseteros de la zona confirmaron que sus ventas aumentaron considerablemente este fin de semana, siendo las horas de la tarde las más confluidas.
“Nos ha ido excelente. Esto ha sido de lo mejor para que vengan y conozcan más de Puerto”, dijo el comerciante Manolo Marín.
Consolidar el territorio como uno de los destinos obligados en el Atlántico ha sido uno de los principales objetivos de las entidades locales. La secretaria de Turismo de Puerto Colombia, Fabiola Ahumada, le dijo a EL HERALDO que el fenómeno ha contribuido a la alta presencia de turistas en los últimos días. “Esto es lo que queremos que ocurra en Puerto. La playa de Miramar también tuvo muchos visitantes y eso es lo que deseamos seguir fortaleciéndonos”. Además, hizo un llamado a cuidar cada una de las zonas visitadas para evitar la presencia de vándalos.
