Más del 7,5% de la población mundial habla español, así lo señala el Instituto de Cervantes.
Esto equivale a 599.405.122 de personas, sea como lengua nativa, segunda lengua o extranjera. Además, este idioma, con cerca de 500 millones de hablantes nativos, se sitúa como la cuarta más hablada del mundo, detrás del inglés, el chino mandarín y el hindi.
El español ha vivido un proceso de continua transformación, se ha adaptado a lo largo de su historia, a las realidades y culturas de los pueblos que lo han adoptado.
La Real Academia Española (RAE) manifiesta que el español posee más de 93.000 palabras, de las cuales 19.000 son americanismos.
Sin embargo, la mayoría de los hablantes emplean entre 300 y 500 palabras en su comunicación diaria. En comparación, un escritor o periodista puede utilizar alrededor de 3.000 palabras.
El español que se habla en Colombia cambia notablemente del que se habla en otros países como Argentina, México, Venezuela o Estados Unidos.
Existen palabras que adquieren significados diferentes dependiendo de la región, lo que puede dar lugar a malentendidos.
10 palabras de uso cotidiano que cambian su significado según el país o región
Goma: en Colombia, 'goma' puede referirse a chicle, tira elástica, goma de borrar, caucho o preservativo. En América Central, significa resaca; en Chile, se refiere al pene en singular y a los senos en plural; y en Argentina y Uruguay, puede referirse a los pechos femeninos o a una persona lenta.
Pinchar: en Colombia, 'pinchar' puede significar clavar algo punzante, poner una inyección, picar, enojar, intervenir una línea telefónica, fracasar, hacer clic en un enlace o poner un disco de música. En Argentina, se usa para hablar de relaciones sexuales, y en Cuba, significa trabajar.
Perro: en Colombia, un 'perro' es una mascota o se utiliza como un término coloquial para referirse a un amigo cercano. En otros países, puede referirse a un novato, un mujeriego o una persona muy querida. En Argentina, puede ser sinónimo de pedo.
Bollo: En el territorio colombiano, un 'bollo' puede ser un dulce, una pieza de pan, un chichón, una abolladura o un alboroto. En Cuba, es la vulva femenina; en Bolivia, significa estar harto o referirse a algo abundante.
Fresa: en Colombia, una 'fresa' es una fruta o una herramienta de corte. En México, 'fresa' describe a un joven de familia acomodada y pedante; en Argentina, es sinónimo de vagina; y en Colombia, se usa para llamar a alguien homosexual.
Coche: En España, un 'coche' es un vehículo de cuatro ruedas. En América Latina, se usa 'carro' o 'auto', y 'coche' puede significar algo sucio o una persona descuidada.
Chucho: en Colombia, un 'chucho' es un perro sin raza o callejero. En Argentina, significa frío; en Chile, se refiere a una cárcel; en Cuba, a burlarse de alguien; y en Guatemala, a una persona glotona.
Polla: en España, 'polla' es una palabra malsonante que se refiere al miembro viril masculino y a una gallina joven. En Chile, es una apuesta entre amigos o un sorteo de lotería; en Colombia, es la novia de alguien; y en Ecuador, se usa para referirse a una 'chuleta' de examen.
Culo: en Colombia, 'culo' se refiere a las nalgas y se usa en diversas expresiones coloquiales, en Argentina, está asociado a la buena suerte; en México, se refiere a una persona miedosa; y en Perú, a algo abundante.
Porro: en España, un 'porro' es un cigarro de marihuana. En otros países, también puede referirse a alguien que no estudia, un agitador estudiantil o un baile típico en Colombia.




















