La Unesco propone integrar la cultura en los objetivos para “la sostenibilidad, la paz y la seguridad” en el mundo, en el primer informe mundial que elabora con la visión global más completa de las políticas culturales, que incluye todas las regiones y sectores culturales.
Este informe, presentado este lunes en Barcelona en la primera jornada de la conferencia Mondiacult por el subdirector general de Cultura de la Unesco, Ernesto Ottone, en ausencia de la directora general de la organización, Audrey Azoulay, se ha elaborado a partir de más de 1.200 informes nacionales y locales redactados entre 2019 y 2024, y constata que “el 93 % de los países reconocen la cultura como un elemento clave”.
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Según el documento, el reconocimiento del papel esencial de la cultura en el fomento de sociedades inclusivas y sostenibles está ganando terreno a nivel mundial, aunque este compromiso se refleja de manera desigual: solo el 46 % de los países del Norte Global y el 58 % de los del Sur Global han incorporado la cultura en sus estrategias de desarrollo.
Aunque las industrias culturales y creativas representan el 3,39 % del PIB mundial y el 3,55 % del empleo mundial, siguen existiendo importantes desigualdades en términos de financiación, acceso y participación.
El papel estratégico de la cultura también está ganando un mayor reconocimiento en los planes nacionales de desarrollo sostenible, ya que un 93 % de los Estados miembros contribuyentes la incluyen como un elemento clave en sus estrategias de desarrollo.
El turismo cultural de 250 ciudades generó 741.300 millones de dólares en 2023.
Presupuestos culturales dispares entre Norte y Sur
El documento revela importantes disparidades, especialmente en los presupuestos culturales: el gasto per cápita es de unos 418,56 dólares (356 euros) por término medio en Europa y América del Norte, lo que representa casi trece veces más que el resto del mundo en su conjunto.
La falta de inversión es especialmente crítica en Asia Central y Meridional y en África subsahariana, donde esta cifra apenas alcanza los 3,09 dólares (2,63 euros) y 1,10 dólares (0,94 euros), respectivamente.
Azoulay lanza en el informe un llamamiento a establecer un objetivo específico para la cultura en la agenda mundial de desarrollo posterior a 2030, al considerar la cultura “no solo como un medio, sino como un fin en sí mismo”.
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Esto permitiría “integrar los derechos culturales, el patrimonio y la diversidad en el desarrollo sostenible, y otorgaría la visibilidad y la inversión necesarias para garantizar que la cultura no vuelva a quedar rezagada”.
Azoulay apela a la necesidad de “un enfoque multilateral y basado en datos empíricos” para “desarrollar modelos de financiación claros y convincentes para la cultura”.
Desigualdades de género en la cultura
El informe señala “la persistencia de desigualdades de género” significativas en el sector: las mujeres representan el 38 % de la fuerza laboral cultural mundial, pero solo reciben el 20 % de los fondos públicos destinados a la cultura y ocupan menos del 30 % de los puestos directivos en organizaciones culturales".
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El texto también destaca la necesidad de adaptarse a los actuales cambios tecnológicos: “Se prevé que el mercado de contenidos audiovisuales generados por inteligencia artificial, valorado en 6.000 millones de euros en 2023, alcance los 48.000 millones de euros en 2028”.
Estas tecnologías llevan asociados riesgos relacionados con la pérdida de ingresos para los creadores, la propiedad intelectual o el empobrecimiento cultural. Sin embargo, “con una mayor inversión y atención, las tecnologías digitales tienen el potencial de apoyar, en lugar de socavar, la innovación y la expresión creativa”.