El calor habitual del 20 de julio, con sus 31 grados y la brisa apenas insinuada, no fue impedimento para que las calles se llenaran de historia rodante. El Club Prestige, fiel a su tradición, desplegó un desfile de más de 100 automotores entre carros antiguos, clásicos y motocicletas, evocando décadas de diseño y mecánica en movimiento.
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“La respuesta fue increíble, tuvimos una caravana desde los años 50 hasta los 80 que la gente disfrutó en cada esquina”, comentó Juan Manuel Echeverri, director del Club Prestige, al final del evento.
Desde el Parque Centro Internacional del Caribe, junto a la Clínica Porto Azul, partieron los primeros vehículos a las 9:45 a.m.
El clásico recorrido
El rugido de los motores se sintió primero por la carrera 51B hasta la calle 76, donde los carros giraron a la derecha y desde allí el paseo tomó ritmo por la carrera 44. Luego, entre curvas y sonrisas desde las aceras, giraron por la calle 70 a la derecha para seguir hasta la carrera 41 y luego hacia la izquierda, rumbo a Siete Bocas.
La caravana se desvió por la carrera 43 en la calle 65, continuó hasta la calle 93, giró a la derecha, y en la carrera 46 tomó su último giro a la izquierda. Un tramo final por la 46 bastó para cerrar el círculo y regresar al punto de partida, completando un recorrido que fue más que un desfile: fue una jornada de memoria rodante.

Los homenajes de la jornada
Pero el desfile no fue solo un despliegue de carrocerías brillantes y motores impecables. Fue también un espacio para honrar a quienes han tejido la historia del automovilismo clásico en la ciudad. Al finalizar el recorrido, el Club Prestige entregó reconocimientos cargados de significado.
Uno de los momentos más cálidos fue el homenaje a Alicia Calvo, madre de Juan Manuel Echeverri, quien con 92 años ha sido testigo y cómplice de los desfiles desde hace más de dos décadas. “Para mí es un orgullo verla aquí, después de 26 años acompañándome en cada desfile y ayudándome a construir cinco carros clásicos desde que era adolescente”, expresó Echeverri.
Ella misma recordó sus primeras veces participando: “No me acuerdo hace cuánto, pero hace más de veinticinco años. He estado acompañándolo siempre en este evento. Él es muy inquieto y le gusta tener a las personas que tienen los carros antiguos cerca y hablando siempre juntos”. El homenaje fue para ella una sorpresa. “La verdad es que no lo esperaba para nada. Pero bueno, estoy muy agradecida”, dijo con una sonrisa.
Con la tranquilidad de quien ha visto crecer este movimiento desde sus orígenes, Alicia contó que “las primeras veces eran pocos los aficionados, pero a medida que ha pasado el tiempo se ha ido extendiendo. Y la verdad ha sido una satisfacción para nosotros porque hemos tenido el empuje para que siga adelante. Celebramos el 20 de julio y celebramos precisamente el Día de la Independencia de Colombia”.
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A estas alturas, Alicia es una figura reconocida en el desfile. “La mayoría de las personas que han estado con nosotros ya nos tienen identificados. Es increíble, pero se les ve un entusiasmo por estar en el ambiente del desfile de los carros antiguos”, añadió. Eso sí, sobre manejar un clásico fue clara: “No, eso sí que no, porque la verdad estoy un poquito nerviosa para eso”, comentó entre risas antes de seguir disfrutando la jornada.
También serán homenajeados Pedro Gómez, secretario del histórico Club Antillas, quien con más de 90 años sigue al frente de las tradiciones; Bernardo García, maestro de la mecánica y aliado indispensable en los proyectos de restauración; y Pulguero Automotor, con Milena Páez y Hernando Villa a la cabeza, quienes han sabido contagiar a nuevas generaciones con su pasión por los clásicos.