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Un profundo dolor embarga al periodismo en Barranquilla por la partida de Luis Rodríguez Lezama, Reportero Gráfico apasionado, quien falleció en la noche del domingo 1 de junio tras batallar durante meses contra una prolongada enfermedad. Su muerte deja un profundo vacío en el gremio periodístico de la región.

Rodríguez se destacó por ser un cronista de los días cotidianos, retratista de lo popular, y narrador de una cultura viva. Con su cámara capturó la esencia de la calle, de la música, del fútbol, de la gente. Su mirada detenida y sensible dejó un gran legado en medios como El Tiempo, La Libertad y desde 2008, en EL HERALDO, donde hizo parte esencial del equipo de fotografía.

Su carrera fue testigo de momentos clave de la vida cultural y social del Caribe, pero también fue amigo leal, compañero generoso, y conversador de madrugada. Así lo recordó su amigo de toda la vida, el escritor Alberto Salcedo Ramos, en una emotiva despedida publicada en redes sociales:

“Desde cuando éramos muchachos, hablábamos de fútbol, de música, de gastronomía, de periodismo. A palo seco, porque ninguno de los dos era bebedor. Nos sorprendía la madrugada conversando. Nuestras madres, vecinas y amigas, nos preguntaban: ‘Bueno, y ustedes, ¿Qué tanto hablan?’”.

Su amistad, forjada desde la adolescencia en el barrio, estaba llena de complicidad, historias y viajes. Compartían sueños. Así fue como tomaron juntos la emblemática fotografía de Leandro Díaz, usada luego como portada del libro Diez juglares en su patio.

escribió Salcedo, evocando esos lazos que van más allá del trabajo.

“Vi nacer tu sueño. Viste nacer el mío. Los hicimos coincidir muchas veces. Teníamos ese tipo de amistad tan común en el Caribe: no necesitabas anunciarte para llegar a la casa ni yo tenía que pedir permiso para entrar en la tuya”.

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Rodríguez también fue el cronista visual que inmortalizó momentos, personajes y territorios que otros pasaban por alto. Sabía ver lo que muchos no veían.

En memoria de mi compadre Luis Rodríguez Lezama Desde cuando éramos muchachos, hablábamos de fútbol, de música, de...

Publicado por Alberto Salcedo Ramos en Lunes, 2 de junio de 2025

Su salud se deterioró en los últimos meses, pero eso no impidió que mantuviera largas conversaciones con Salcedo, como en los viejos tiempos. Hasta que, de un momento a otro, dejó de responder.

“Mi primer pensamiento fue egoísta: ‘¿por qué no te despediste, cabrón?’ Pero en seguida recuperé la cordura: en vez de lamentar eso, debo celebrar que te liberaste del dolor y de los padecimientos”.

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Se va el hombre sereno, el fotógrafo discreto, el amigo leal, el contador de historias sin micrófono. Se va, pero quedan su mirada, sus imágenes, su humanidad. Y queda también el recuerdo de quienes lo amaron, como ese último verso que eligió Salcedo para despedirlo:

“Te quise a tu hora, en el lugar preciso”, escribió citando a Sabines. “Y sentí lo mismo de tu parte”.