La productora de cine Miriam Haley, una de las tres mujeres que acusa a Harvey Weinstein de abuso sexual y violación en tercer grado en un nuevo juicio en Nueva York, no pudo contener las lágrimas este miércoles mientras recordaba un “humillante” episodio con el otrora magnate audiovisual.
“Intentó besarme y yo le dije que ‘no’, pero él siguió tocándome toda la parte superior del cuerpo (...) Traté de escaparme pero me empujó hacia una habitación oscura de su apartamento (...) Le dije que no lo hiciera (...) Luego me di cuenta de que me estaba violando”, dijo Haley este miércoles ante las preguntas de la Fiscalía.
Haley es una antigua asistente de producción que ya fue parte de la acusación en el primer proceso en la Gran Manzana contra Weinstein, quien presuntamente le practicó sexo oral a la fuerza tras empujarla hacia una cama de su apartamento de Manhattan (Nueva York) en 2006.
Aquel día ambos habían acordado verse para tener una reunión de negocios y continuar trabajando juntos, ya que ella se desempeñó como ayudante en el reality ‘Project Runway’ que produjo el empresario neoyorquino.
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Weinstein, cuyas denuncias espolearon al movimiento internacional #MeToo, fue condenado en 2020 a 23 años de prisión por las denuncias de Haley y de la actriz Jessica Mann relativas a agresiones entre 2006 y 2013, pero esa condena fue revocada el año pasado por un tribunal de apelaciones debido a un error procesal.
Haley testificaba hoy por segundo día consecutivo y entró a la sala muy apresurada, consciente de que sería el día en que tendría que rememorar el incidente sexual, y siempre sin mirar a Weinstein, que no le quitó la vista durante todo su relato.
“Le dije que estaba con el periodo, pero él continuó (...) Le dije también que tenía puesto un tampón, pero él me lo quitó”, detalló Haley (48 años) con voz entrecortada, y mientras se removía en su asiento, hasta romper a llorar.
Finalmente, según la versión de la denunciante, consiguió quitárselo de encima y huir del lugar en taxi.
“Me sentí en ‘shock’, humillada y muy confundida sobre qué podía hacer después”, expresó ante las preguntas de la fiscal adjunta Nicole Blumberg.
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En sus declaraciones ayer, Haley insistió en que en sus encuentros previos con Weinstein, en los que supuestamente éste ya le había pedido incluso que le hiciera un masaje, ella nunca tuvo “intenciones románticas” con el exitoso productor de filmes como ‘Pulp Fiction’.
La denunciante, que es de origen finlandés, aseguró hoy que tras el suceso pensó que “la industria del entretenimiento y la prensa” se le echarían encima porque Weinstein y su compañía “eran muy famosos y tenían buenos abogados”: “Creía que incluso podrían deportarme y que no entraría más a Estados Unidos”, añadió Haley.
Durante el proceso anterior, Haley sostuvo con rotundidad que “definitivamente” no quería volver a tener que pasar por el trago de testificar contra Weinstein, pero finalmente accedió a hacerlo en este nuevo juicio.