Por Emilin Quintero
Centrando su trabajo en la investigación, en la escucha de pueblos originarios y de sociedades de oralidad, la española Ana Cristina Herreros Ferreira aprendió a escuchar el silencio y a querer a los que no tienen voz, a los que no cuentan, pero tienen la capacidad de hacerlo.
La filóloga y especialista en Literatura Tradicional, de 59 años de edad y madre de tres hijos, es polifacética. Es escritora, editora, narradora oral y autora de libros de cuentos y de artículos sobre animación a la lectura y métodos de narración para todo tipo de públicos como: bebés, niños y niñas, jóvenes, adultos y abuelos.
A su vez, ha trabajado en Ediciones Siruela en 1989, publicando seis libros como, entre ellos Cuentos populares del Mediterráneo, Libro de brujas españolas o Cuentos populares de la Madre Muerte.
Como narradora es conocida popularmente como Ana Griott, muchos de sus cuentos han sido el deleite de diversas bibliotecas como las del Instituto Cervantes de Amán, Estambul, Rabat, Dublín, Londres y Madrid. También desarrolla su oficio como narradora en teatros, cárceles, escuelas o parques públicos mayoritariamente en España y Latinoamérica desde 1992.
Un cuento y una labor
“Desde hace diez años centro mi trabajo en la escucha de los pueblos originarios. Me voy a vivir con ellos y con la gente del recorrido que se lleve a cabo; pero, sobre todo, con los del África. Escucho, recojo sus cuentos, ilustramos con ellos y a raíz de sus historias hacemos un libro para visibilizar su cultura y para mostrar que esta gente que vive en África no es gente sin cultura, ni gente sin lenguas, ni gente sin historia”, relató la autora.
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Bajo uno de sus tantos proyectos desarrolla alfabetización de mujeres en su casa. Asimismo, su equipo y ella trabajan en una ‘bibliopiragua’, y en un proyecto textil con los albinos y albinas en Mozambique llamado: ‘Una máquina para coser la esperanza’. A su vez, se encuentra desarrollando un libro con niñas que han sido víctimas de las redes de prostitución en Madagascar, y con niños en la selva de Camerún, entre Congo y Gabón, y con mujeres saharauis en los campamentos de Tinduf (Argelia).
“No solo me baso en la escucha de cuentos, también tengo ese tipo de activismo, es decir, de buscar el derecho y la dignidad de los pueblos originarios”, sostuvo Ana Griott en entrevista con EL HERALDO.
Esta inquieta mujer, que se formó entre España e Italia, sostuvo que desde 1992 empezó a contar, y desde ese entonces no se ha callado.
Pasando fronteras entre lo escrito y lo oral, e investigando la oralidad se topó con la con la narración oral escénica y empezó a “echar cuentos”. Luego, su oralidad pasó a la tinta publicando su primer libro ‘Una antología de romances’ en 1998. Desde entonces ha logrado publicar más de 20 libros de compilación de puntos tradicionales.
Rompiendo el silencio
Hija de una mujer analfabeta que nunca necesitó aprender a escribir ni a leer para poder leer y entender el mundo. De hecho, para Griott, su madre es la mujer más sabia que ha conocido.
Desde niña era ella quien iba a relatar su historia desde lo oral a lo escrito, y desde lo cultural a lo ilustrado. “Yo creo que vivimos en una sociedad que es demasiado centrada en la lectoescritura, que desestima mucho los saberes de las culturas, de esas personas que hacen una lectura del mundo que los rodea, en el sentido de codificar signos, y como los interpretan para obtener información”, manifestó Griott.
Sin familiares dedicados profesionalmente a la narración, pero sí a relatos familiares y la influencia del ambiente gallego de su madre, esta mujer ha visto un cambio significativo en el enfoque hacia la narración oral; principalmente relacionado con la preocupación por lo “políticamente correcto”, lo cual limita la libertad de contar ciertos tipos de historias.
Compaginando su trabajo como editora, investigadora, narradora y ahora con su enfoque de escritora, Ana Griott desea dejar un legado de voces que rompan estereotipos, preservando la tradición oral y la riqueza cultural de los pueblos. En su discurso resalta que “los cuentos son ficción y una forma de expresión universal que resalta la diversidad cultural”.
Esta polifacética española, será una de las 15 mujeres que protagonizarán la edición 27 del festival de cuenteros ‘El Caribe Cuenta’, que se realizará del 25 de agosto al 1° de septiembre.


