“En el espacio nadie te escuchará gritar”. Esa frase ha resonado en los corazones y almas de generaciones de cinéfilos pues, durante las últimas cuatro décadas, la franquicia Alien ha marcado un hito en el género de ciencia ficción y horror.
La genialidad de la película de Ridley Scott en 1979 dio vida a una franquicia innovadora que incluye a directores notables, así como criaturas nunca vistas que definieron lo que significa estar realmente asustado.
Y, tomando ese legado, el uruguayo Fede Álvarez escribió y dirigió la cinta Alien: Romulus, que estrena desde este jueves en las salas del país, en una película que tiene sello latino, pues además de su presencia, en el elenco aparece Isabela Merced, quien tiene ascendencia peruana.
Un gran homenaje
El viaje para la última película independiente de la épica franquicia Alien comenzó cuando Fede Álvarez presentó sus ideas a Ridley Scott años atrás y quedó inmediatamente enganchado.
Luego, con la aprobación del legendario cineasta, el charrúa empezó a trabajar en el guion junto a Rodo Sayagues.
Los realizadores necesitaban comprender no solo la mitología, sino también cómo los personajes, el horror y el suspenso, que históricamente han sido fantásticos en toda la franquicia Alien, pueden existir hoy.
James Cameron, quien escribió y dirigió Aliens: El regreso en 1986, se reunió con Álvarez al principio del proceso de escritura, ofreciendo conocimientos y sugerencias valiosas en todo el proceso, desde el desarrollo de personajes hasta la creación de los alienígenas.
El camino desde la concepción hasta llegar a la filmación resulta de varios logros creativos de parte de Álvarez. “Hay una escena eliminada en Aliens: El regreso, en la que un grupo de niños corre entre los trabajadores en la colonia. Recuerdo haber pensado cómo sería que los adolescentes crecieran en una colonia tan pequeña y qué les pasaría cuando alcanzaran los 20 años”, explica.
Esa premisa dio origen a la historia de Alien: Romulus, al mismo tiempo que le da un nuevo giro a la franquicia. La historia está ambientada aproximadamente 20 años después de la primera película Alien y unos 37 años antes de Aliens: El regreso.
Mientras recogen restos de una estación espacial desmantelada, con la esperanza de encontrar la tecnología necesaria para dejar atrás su planeta condenado, un grupo de jóvenes colonos despierta involuntariamente al organismo más aterrador del universo.

Representación latina
Preguntado por cómo percibe la rareza de ser uno de los pocos latinoamericanos que alcanzaron a dirigir para los grandes estudios de Hollywood filmes de franquicias como Alien o Posesión Infernal, Álvarez asegura que lo ve como “un gran privilegio y una gran responsabilidad”.
“Sé que los compatriotas y mucha gente de Latinoamérica prestan un poco más de atención de ver el trabajo que uno está haciendo y siempre viene con responsabilidad”.





















