En una ‘nube viajera’ cargada de agua se marchó este sábado rumbo al cielo el compositor soledeño Rafael Campo Miranda. Deja un lamento enorme entre los amantes de su música, esos que lo vieron ser libre y volar como un ‘pájaro amarillo’, capaz de crear verdaderos poemas musicalizados especialmente a ritmo de porro.
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Su deceso según confirmó su hija Margarita Campo Vives a EL HERALDO ocurrió alrededor de las tres de la madrugada en la Clínica Misericordia, debido a una neumonía que lo aquejaba.
La triste noticia empañó un poco la celebración de los 119 años del departamento del Atlántico, quizá por ello ayer amaneció lloviendo, hasta el cielo lloró la partida de este maestro tan querido, creador de clásicos como: Lamento náufrago, Pájaro amarillo, Entre palmeras, Playa, brisa y mar y Nube viajera, solo por mencionar cinco de su centenar de letras.
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El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De La Rosa en medio de los festejos por los 119 años del departamento, en los actos protocolarios que se realizaron ayer en el Cubo de Cristal de La Plaza de La Paz, pidió a los asistentes un minuto de silencio para “recordar a este grande de la música que ondeó en alto la bandera del Atlántico”.
En medio de la tristeza que la embarga, Margarita Campos Vives, hija del maestro, cantante y dueña de una academia musical, informó que: “Desde el pasado viernes lo habíamos llevado a la clínica por una neumonía, allí le desahuciaron sus pulmones y nos dijeron que debía seguir con ayuda de oxígeno. Incluso el viernes compramos las balas de oxígeno, pero no se las alcanzaron a poner”.
Agregó que su padre tenía 105 años y que le agradece a la vida haberle permitido a ella y a sus dos hermanos Rafael JR. y Marta Campo Vives haber disfrutado de su talento y sus enseñanzas durante tanto tiempo.
“Mi padre fue un ser lleno de amor y mucha música, siempre nos dio los más hermosos consejos, nosotros somos músicos porque él nos transmitió mucho ese arte. Además nos entregó siempre los mejores consejos y pudimos ver cómo con ese amor que palpitaba en su corazón por nosotros y nuestra madre creó temas tan maravillosos”.
Vistió el porro de poesía
Su hijo Rafael Campo Vives dijo que su padre fue un poeta, una persona que siempre enalteció el paisaje caribeño y lo proyectó al mundo.
“Ahora sentimos un lamento profundo en nuestra familia, pero nos deja un legado que básicamente yo lo considero la buena música de Colombia. Siempre sostuvo la bandera de que había que hacer buena música, buena melodía, con buen ritmo y sobre todo con buena poesía. Uno de sus grandes logros fue llenar de poesía el porro, un ritmo muy alegre cuyas historias narran la idiosincrasia de los pueblos costeños”.
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Entre 1949 y 1950 compuso Lamento náufrago, convirtiéndolo en uno de los primeros porros en saltar a los salones vetados del Country Club de Barranquilla. “Yo me di a la tarea de vestir el porro de poesía”, dijo Campo Miranda.
El arreglista venezolano Chucho Sanoja agarró entonces el tema cuyo título original era Recuerdos náufragos y lo rebautizó como Lamento náufrago, para hacerla popular. La grabaron la Sonora Matancera, la Billo’s Caracas Boys, Lucho Bermúdez, Pacho Galán, y más tarde Juan Carlos Coronel, entre otros.
Años más tarde, las autoridades de Puerto Colombia no dudaron en escoger a Lamento náufrago, una historia de amor en porro, como su himno oficial, ya que fue en su viejo muelle donde Campo Miranda se inspiró para componerla y hacerla viajar por todo el Caribe, Latinoamérica y el mundo.
Sobre sus grandes consejos a nivel personal y musical, su hijo destacó que: “Me dijo que mantuviera todos los valores que nos había enseñado, la sinceridad, la lealtad y el deseo de siempre hacer las cosas bien, y en el aspecto musical siempre me sugirió que enalteciera los valores de nuestra tierra, que cada día verdaderamente contribuyéramos a que Colombia volviera a ser ese oasis de buena música”.
Era el más longevo
El 7 de agosto de 1918, el municipio de Soledad vio nacer a Rafael Campo Miranda, uno de sus más grandes compositores, ese que hasta la madrugada de este sábado fue considerado el artista más longevo del país. A sus 105 años, esta leyenda musical del Caribe seguía siendo recordado por innumerables amantes del folclor.
Ahora, el sucreño Juan Madera, compositor de la icónica Pollera colorá es quien ostenta esta denominación, con 102 años, según confirmó a esta casa editorial la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia (Sayco).
El presidente de Sayco, Rafael Manjarrez, se refirió a lo que significó el maestro Campo Miranda en el panorama de la música nacional.
“A pesar de que, a los años de mi maestro, el fallecimiento es un ciclo que se espera, da mucha tristeza por lo que constituyó. Rafael Campo Miranda no solamente es una institución musicalmente hablando, un hombre que hizo una escuela, que sembró, que escribió unas páginas de oro en el pentagrama de la música nacional, sino que además es un paradigma del hombre ejemplar, del caballero, del individuo que se constituyó como un ejemplo integral hoy”.
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Campo Miranda mantuvo una lucidez extraordinaria hasta sus últimos días y así lo enfatizan sus familiares y también Manjarrez.
“Con los años, las personas mayores van perdiendo la línea de compostura, pero al maestro Campo Miranda yo nunca le vi una conducta que denotara que lo estaba afectando la edad, nunca. Era un señor extraordinario”.
Sus colegas lo recuerdan
Su paisano Alci Acosta, recordó que con la orquesta del maestro Pacho Galán le grabó el único un paso doble que ha hecho en su carrera. Esa canción se llama Hembra morena y gitana.
“Es un orgullo soledeño que hizo historia en Colombia y el mundo al igual que Pacho Galán o mi persona, perdimos a un gran compositor de esos porros inolvidables como Lamento Náufrago, un tema bien hermoso y cargado de una musicalidad única. También le grabó el venezolano Nelson Henríquez. La muerte de Rafael Campo Miranda es una pérdida inmensa no solo para los soledeños, sino para el país y el mundo, se nos va un gran compositor en diferentes ritmos, que Dios lo tenga en su santo reino”.
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El también músico soledeño Eduardo Jinete, director de la orquesta La Renovación, dijo que: “Estudiamos juntos la literatura, fuimos licenciados. Y para esa época ya yo me hice amigo del maestro, aunque ya yo lo conocía, pero no a nivel personal. Y ahí nació una gran amistad, él era un hombre excepcional”.
Cuando Jinete se embarcó en la grabación de su primer álbum con La Renovación, no dudó en buscar la colaboración de compositores destacados, y Rafael Campo Miranda fue una elección natural. Este le entregó el tema Trinitaria.
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Juventino Ojito, rey Momo del Carnaval de Barranquilla 2024, también expresó su profundo pesar por la partida de esta leyenda. Recordó con EL HERALDO la relación cercana que Campo Miranda tenía con su padre, Julio Ojito Mendoza.
“Tuve algunas bellas oportunidades de compartir con él, inclusive una en EL HERALDO, en una entrevista que se le hizo con motivo de sus 100 años, y tuve el honor de que me permitiera grabar la canción Playa, su primera canción popular reconocida, en nuestro álbum nominado al Grammy en 2021 que se llama La Música del Carnaval, con la voz de Charlie Gómez”.
El sepelio del maestro se cumplirá durante la mañana de este domingo en el cementerio Jardines de la Eternidad ubicado en la Vía al Mar. Adiós maestro ’Rafa’, Dios lo reciba en su reino.
Una décima al maestro
Lisandro Polo, director del Grupo Tambó, le escribió una décima para despedirlo:
“Hoy alzaste tu vuelo
En un PÁJARO AMARILLO
ENTRE PALMERAS tu brillo
NUBE VIAJERA al cielo.
Fuiste florido riachuelo
Un VIENTO VERDE de unción.
Pues Rafa en su inspiración
De su NÁUFRAGO LAMENTO
Con su pluma en su momento
Nos contagió de emoción.
Muchas páginas de gloria
Que nos llenaron de orgullo.
En la PLAYA fue el murmullo.
Canciones para la historia.
Quedarán en la memoria
De un compositor fecundo
Con su mensaje profundo
Siempre cargado de amor
Enalteció mi folclor
Lanzando el Caribe al mundo”.
