Hace solo 12 días los “diomedistas” se sumaban al dolor que sentía la dinastía Díaz por la muerte de su Cacica, Mama Vila, y este domingo 26 de mayo amanecieron recordando a Diomedes Díaz, quien estaría celebrando su natalicio número 67.
Sin dudas que la fecha se presta para desempolvar los LP, casete, CD o para ingresar a cualquier plataforma digital y darle ‘play’ a los éxitos que inmortalizó El Cacique de La Junta, considerado el artista más exitoso de la música vallenata.
Para conmemorar esta fecha EL HERALDO diálogo con personas que hacían parte del círculo más cercano del artista.
Kelly Elvira Díaz Franco, hija del genio musical que brotó de Carrizal, tierra de poetas, el 26 de mayo de 1957, es una de las que aún se emociona al evocar los últimos cumpleaños de su padre, especialmente porque este valoró mucho sus regalos, que aunque fueron sencillos, tenían un gran significado.
“Su cumpleaños 56 fue muy bonito porque luego de una presentación que tuvo nos reunimos en el hotel y al llegar a su habitación estaba llena de regalos que le hicieron llegar amigos y seguidores, entre estos una cadena de oro con diamante que era muy bonita y yo me presenté con un regalo sencillo, una gorra de los Indios de Cleveland, porque su logo era un cacique y se la llevé envuelta en papel regalo y con un lazo amarillo grande. Le gustó tanto que a cada ratico decía ojo con mi lazo amarillo, no me lo vayan a desarmar”.
Luego de que la abogada de la Fundación Diomedes Díaz le preguntara por qué le había gustado tanto el lazo, el intérprete de Título de amor, le explicó a su hija que siempre le entregaban los regalos y no se tomaban el trabajo de envolverlos. “La vida es un regalo y viene envuelta, uno tiene que abrirla para descubrir lo bonito que tiene por dentro, que es mucho más que lo que se ve por afuera. Esa fue una tremenda enseñanza que me dejó”, detalló la también hija de Beatriz Franco.
Kelly Elvira afirmó que a su padre le gustaba mucho festejar su cumpleaños y que se convirtió en el primer artista colombiano que inmortalizó la fecha de su natalicio, al punto que desde distintos rincones en un día como hoy es normal que se reúnan los amantes de su música a sumarse al festejo.
“Él era feliz al enterarse que algunas familias hacían sancochos para celebrar su día, y siempre se mostró agradecido con la gente por ese cariño que le profesaban”.

El tesoro que guarda Rafael Santos
Rafael Santos, líder de la dinastía Díaz, recuerda los cumpleaños de su padre con cariño, especialmente el último que celebraron en su casa en Bogotá. “Todos saben el amor y la preferencia que mi padre tenía por su hijo mayor. Cada vez que él me cumplía años, al primero que llamaba era a mí para que fuera a pasarme el día a su lado. El último cumpleaños que celebramos fue en Bogotá, le llevamos mariachis, ya que le encantaba la música mexicana, las canciones de Antonio Aguilar, José Alfredo Jiménez y Vicente Fernández, compartimos con él desde las 6 de la mañana hasta las 2 de la mañana. Le cantamos, bebimos y le mandamos a hacer comida guajira, chivo, gallina, friche, todo esto para pasar un día feliz al lado de él”.
‘El Turpial del Vallenato’ rememoró que en 1997 en medio de la emisión de El Show de las Estrellas, cuando el presentador Jorge Barón le entregó a su papá y a su acordeonero Iván Zuleta el triple Disco de Platino por las ventas alcanzadas por el álbum Mi biografía, Diomedes tuvo el gesto de regalarle esa distinción y nombrarlo su representante. “Hace 25 años vengo representándolo con todo el amor y obviamente con el estilo que heredé de él al interpretar, al sentir la canción”.
Ese triple Disco de Platino, Santos lo guarda como su más grande tesoro, “ese equivale al primer Disco de Diamante que se le entregó a un artista colombiano, y soy yo quien lo resguarda”.
En un día como hoy, el mayor de los hijos varones de ‘El Papá de los Pollitos’, se torna muy sentimental, al punto que prefiere trabajar para que los recuerdos no lo invadan. “Desde el 25 hasta el 28 de mayo estaré en Miami. Este domingo le vamos a hacer un homenaje a mi padre con los mejores éxitos”.

Un regalo al que le sacó chiste
Una anécdota que recuerda Santos y que aún lo hace reír a carcajadas está relacionada con un regalo que le hizo a su padre para su cumpleaños. Para celebrarlo se fue a la tienda de ropa Lacoste y le compró una camisa y un pantalón, pero resulta que cuando destapó el regalo le dijo: “Oye, Santos, tanta ropa bonita que hay y me viniste a traer fue una iguana con la boca abierta”.
“Mi papá con su espontaneidad me ha salido con esas y me fui con las mismas a cambiar la ropa y le compré algo más sencillo y quedó feliz”, recordó entre risas.
Para mantener vivo su legado el también actor acaba de grabar junto a Arelys Henao Camino Largo. La idea es hacerle un homenaje a su padre con sus mejores éxitos en compañía de otras figuras como Wilfrido Vargas (son nueve en total).
“Siempre le ofrecí un vals”
El maestro Andrés ‘el Turco’ Gil uno de los emblemas de la música vallenata fue muy amigo de Diomedes, al punto que siempre que tenían la oportunidad de coincidir en algún hotel o en camerinos, el cantor campesino le pedía que le tocara un vals. “No sé, siendo tan vallenato, a Diomedes le gustaba que yo le tocara un vals en el acordeón, uno que se llama Tristeza Blanca, le gustaba tanto que me decía que cuando muriera se la tenía que tocar, y así fue, el día que murió, sus hijos me buscaron para que le cumpliera ese deseo”.
Un dato que entrega el hombre que más niños ha formado dentro de la música vallenata es que el intérprete de Amarte más no pude, era tímido y poco sociable, pero que el día de su cumpleaños sí le gustaba compartir, “disfrutaba que le hicieran sus agasajos, que le lanzaran muchos voladores por el cielo, eso lo entusiasmaba mucho”.
Víctor Sánchez, amigo y encargado de sus tours por Europa, recordó que el artista guajiro en su último año de vida, venía con muchos quebrantos de salud, y que hacía todo lo contrario a cuidarse. “Él andaba siempre con un botiquín que contenía más de 20 pastillas, pero era terco y le encantaba el buen comer. Era fanático del arroz chino, incluso recuerdo que acá en España me lo pedía, pero como acá no lo preparan igual a como lo hacen en Colombia, el de acá es blanco con arvejas y huevo frito, pero yo me las ingeniaba y un día de festejo conseguí el arroz chaufa peruano que es parecido y se lo llevé. Después de comérselo me dijo: ‘Vea eso no era arroz chino, pero sabroso sí estaba”, recordó entre risas.
Un presagio que se cumplió
Joaquín Guillén, el amigo inmarcesible del artista más vendedor de la música vallenata y quien además fue su mánager, recordó que a ‘Diome’ le gustaba pasar ‘el día de su santo’ en familia, acompañado de su madre e hijos. “El último que se hizo, lo festejó porque decía que se iba a morir. Recuerdo que le dijo a la señora Elvira: mamá, espero que me acompañe a mi cumpleaños porque va a ser el último”.
Elvira Maestre pensó que era una ocurrencia más del mayor de sus 10 hijos, pero él le insistió y le preguntó si tenía traje negro. “¿Por qué dices eso?, le dijo la señora Elvira, y Diomedes le contestó, porque me voy a morir”, relató Joaquín Guillén.
“De la misma forma me lo expresó, ese día a pesar que era de fiesta, vi nostálgico a mi compadre”, añadió Guillén.
En efecto, siete meses después, el 22 de diciembre de 2013 El Cacique de La Junta falleció, dejando un vacío que pese al paso del tiempo, sigue siendo enorme.




















