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Cuando Colombia vio nacer a quien se ha convertido en la estrella latina más importante de todos los tiempos, le exportó al mundo un talento inconmensurable que inspiraría a más de una generación. Sin duda, Shakira es única, imitarla, parecería un desafío casi que imposible, pero Andrea Correa decidió asumir con respeto, un reto que marcaría un antes y después en su vida.

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Una cabellera de oro con los mismos rizos que caracterizan a la cantante, sumado a su cintura pequeña, demostraban que hasta sus caderas no mentían. Sus rasgos capturaban la esencia de la barranquillera. Para algunos, una buena réplica que empezaría a desatar toda una ola de comentarios en las plataformas digitales.

Andrea no es barranquillera, tampoco colombiana. Esa voz que parece una amalgana perfecta de poder y sensualidad que evoca la magia de Shakira, procede de Chile, exactamente de su capital. Es ella quien ha provocado asombro en los espectadores que a diario sintonizan Yo me llamo en el canal Caracol.

Desde su audición, en donde interpretó ‘Ojos así’, la mujer cautivó al jurado y logró ingresar a la siguiente fase de la competencia.

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En una canción de Shakira en la que combina elementos de la música árabe con su estilo pop latino característico, Andrea hasta hizo alusión a la vestimenta y movió sus caderas al compás de la música enloqueciendo a los espectadores.

Talento perfeccionado

‘Waka waka’ fue todo un fenómeno musical en el 2006. Fue allí donde como millones de personas alrededor del mundo, Andrea se dejó cautivar de la Reina del Pop Latino. Comenzó a explorar su discografía, descubriendo una amplia gama de canciones que reflejaban emociones y experiencias universales.

'Un día sentí que había algo similar en mi voz a la de ella y yo muy emocionada como niña pequeña dije ay no, Dios mío y empecé a jugar con todas las canciones, a intentar imitar mucho más su voz, pero fue algo súper interesante, no fue una decisión, fue algo que se fue dando así naturalmente', dijo la imitadora en diálogo con EL HERALDO.

Fue en 2020 cuando Andrea decidió perfeccionar el personaje que hoy la hace brillar ante miles de colombianos. Era consciente de que más allá de la voz, Shakira también es conocida por su estilo de baile y su energía en el escenario.

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Sus movimientos de cadera icónicos y su habilidad para fusionar diferentes estilos de baile añaden un componente extra a su actuación.

'Fue en el 2020 cuando estudié de lleno el personaje para presentarme en Yo soy de Chile y lo hice por arriesgarme porque mis amigos me dijeron. Entonces fue la primera vez y fui sabiendo muy poco sobre a qué me estaba lanzando, de que tenía que tener el personaje más trabajado, que el baile y no me fue muy bien. Al final en el repechaje no pude convencer a los jurados'.

Dicen que nadie es profeta en su tierra y Andrea empezó a buscar nuevos horizontes. Con determinación, decidió buscar sus sueños en el país natal de su artista favorita, emprendiendo un viaje de aprendizaje que hoy disfruta con gratitud.

Y es que capturar el estilo distintivo de Shakira requiere no solo habilidades vocales, sino también una comprensión profunda de su presencia escénica y su personalidad artística.

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Hasta el momento Andrea lo ha logrado con admirables presentaciones como cuando interpretó uno de los grandes éxitos de Shakira este 2023: BZRP Music Session #53.

Su gran estudio del personaje volvió a cautivar a los jueces y en especial a Amparo Grisales, quien no pudo contener las lágrimas.

Pero sin duda, lo más sorprendente y lo que quizá quedará grabado por siempre en la memoria de Andrea fue el elogio de la misma Shakira: 'Increíble pero cierto! Mejor que el original', comentó en sus historias de Instagram.

'Hizo dos interacciones conmigo, una postearme, la otra mandarme un saludo, yo, en los dos momentos para mí fueron súper importantes que ella hiciera eso. Me llegaron en el momento perfecto, porque imagínate ahí con la opción de seguir avanzando en la competencia, estaba asustadísima, y de repente llega ella con estas sorpresas más lindas y me anima tanto, me hizo quedarme en shock y hasta lloré'.

Andrea no solo admiraba a Shakira como una talentosa artista, sino también como un ser humano auténtico y empático. Su música no solo había entretenido , sino que había tocado su corazón de una manera que logró transformó su perspectiva de la vida.

Shakira es una artista excepcional con una identidad propia, y a veces intentar imitarla puede ser un tributo sincero.

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'Admiro tanto la manera que tiene de expresar sus emociones, sus sentimientos, lo que piensa en sus canciones, en cada letra. El gran ejemplo que es como mujer también, como madre.

En todos los sentidos es muy admirable, como alza la voz por las demás. Se merece todo lo lindo que le está pasando. Imitarla es el mayor honor de mi vida'.