El ‘anillo de fuego’ se posó sobre la tierra. Reconocido como uno de los fenómenos astronomicos más curiosos del año, millones de persona alrededor del mundo tuvieron la oportunidad de verlo.
Las razones de este obedecen a que la Luna se desplaza exactamente frente al Sol, desde el punto de vista de los observadores, a lo largo de una estrecha franja de tierra que se extiende desde Oregón hasta Texas y continúa hacia América Central y del Sur.
Según explicó la NASA, dado que la Luna estará en su punto más alejado de la Tierra, en su órbita en ese momento (conocido como apogeo) no bloqueará completamente el Sol; en su lugar, se verá un dramático efecto de ‘anillo’ mientras el borde brillante del Sol será visible alrededor de la silueta negra de la Luna.
Desde Barranquilla
En lo que respecta a Barranquilla, la vista del eclipse anular es parcial, sin embargo, con las herramientas y en los espacios adecuados se puede apreciar. Aunque la alta nubosidad ha complicado su apreciación.
En entrevista con EL HERALDO, Orlando Méndez, coordinador del planetario de Combarranquilla, mencionó la importancia de este fenómeno.
'Estos evento son súper raros y es un privilegio que tengamos la oportunidad de verlo desde Barranquilla y que la gente se interese tanto'.
Sobre la rareza de este fenómeno, Orlando añadió que el próximo eclipse similar que se podrá ver será en 2028.
'Fíjate que lo más importante de esto es que las personas se han interesado por venir a ver qué es lo que sucede. En este momento hay alrededor de 600 personas aquí alrededor de este fenómeno astronómico'.
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Perspectiva global
Gran parte del resto del hemisferio occidental observará de manera parcial este eclipse, que en algunas partes de Estados Unidos, sin embargo, pasará inadvertido a causa del mal tiempo, como ocurre en partes de California.
En Miami, donde se prevé se podía ver un 25 % de este fenómeno, eventos programados para disfrutar el eclipse, como el que ha organizado el museo de ciencia Frost, se han visto arruinados a causa de tormentas matutinas y de un cielo cubierto de nubes durante la mañana de este sábado.
Este peculiar fenómeno no volverá a verse en Estados Unidos hasta el año 2039 y será el primero de los dos eclipses solares que cruzarán Norteamérica en los próximos meses, con un eclipse total previsto para el 8 de abril del próximo año.
Los expertos también señalan que este eclipe tuvo incidencia en temas clímaticos que pudieron alterar de manera puntual algunas composiciones meteorológicas tales como lluvias o efectos nublados.
