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El senador Efraín Cepeda respondió con firmeza a la presidenta del Partido Conservador, Nadia Blel Scaff, mediante una carta en la que expone su preocupación por el rumbo de la colectividad y cuestiona recientes decisiones internas que —según afirma— se han tomado bajo circunstancias que generan inquietud entre la militancia.

Cepeda, quien acumula más de tres décadas en el partido y es hoy precandidato presidencial, aseguró que la actual coyuntura conservadora es “una de las más complejas” que haya enfrentado la colectividad en años recientes.

El senador inicia su respuesta afirmando que el debate interno no debe ser interpretado como un ataque, sino como un ejercicio necesario para preservar la credibilidad partidista:

“No pongo en duda la voluntad institucional de la Presidencia, pero la confianza no se preserva con declaraciones; se construye con actos que despejen toda sospecha y fortalezcan la credibilidad”.

Sostiene que el Partido Conservador necesita “coherencia, no negociaciones formales”, y añade: “Necesita hechos que demuestren independencia, no fórmulas retóricas”.

Advertencia sobre vocerías “cercanas al petrismo”

Cepeda también hace referencia a un asunto que, según él, inquieta a las bases: “Resulta, además, llamativo que en su comunicación no se aluda a un hecho que preocupa profundamente a las bases conservadoras: la presencia de vocerías abiertamente cercanas al petrismo dentro del propio Directorio Nacional”.

Afirma que no se trata de rumores ni exageraciones, sino de una situación percibida por numerosos militantes: “Esas voces no actúan en defensa del Partido, sino con el deliberado propósito de debilitar su autonomía”.

“La unidad no puede confundirse con la uniformidad del silencio”

En otro apartado, el senador subraya que la verdadera unidad del Partido Conservador implica tramitar diferencias con franqueza: “La unidad que todos invocamos no puede confundirse con la uniformidad del silencio. Un Partido unido no es aquel donde nadie pregunta, sino aquel donde las diferencias se tramitan con altura, donde la verdad se defiende incluso cuando incomoda”.

Agrega que guardar silencio ante decisiones que ponen en riesgo la autonomía “no fortalece la unidad; la erosiona”.

Críticas a cambios repentinos en decisiones del Directorio

Uno de los puntos más extensos de la carta es el reclamo por decisiones recientes, adoptadas por unanimidad y posteriormente modificadas sin explicación suficiente.

“Preocupa que decisiones adoptadas por unanimidad pocos días antes hayan sido modificadas con su aval y respaldo, bajo circunstancias que no pueden considerarse simples ajustes de procedimiento”.

Para el senador, estos hechos “siembran dudas sobre la estabilidad y la autonomía” del Partido Conservador.

Denuncia de presiones externas

Cepeda afirma que algunos sectores de la colectividad han sido objeto de presiones para ajustar posiciones políticas: “No se puede desconocer que la inquietud no surge del rumor ni del capricho, sino de hechos que todo el país conoce. No sé si sea usted la única dirigente que no ha percibido las presiones que algunos miembros del Partido han recibido”.

Añade que esas presiones no tienen que ver con la deliberación democrática, sino con “la persuasión programática” de sectores ajenos a la doctrina conservadora. “Callar ante esa realidad sería una forma de complicidad”, señaló.

Llamado a defender la independencia partidista

En su respuesta, el senador asegura que defender la institucionalidad no puede equipararse a obediencia ciega: “La defensa de la institucionalidad no puede confundirse con la obediencia ciega”.

Y recalca que su postura no tiene un trasfondo personal: “Lo que se ha puesto de presente no es una inconformidad personal, sino una legítima preocupación por la coherencia y los tiempos del proceso”.

Riesgo para la candidatura presidencial conservadora

Para Cepeda, la situación interna pone en riesgo la posibilidad de que el Partido Conservador llegue con solidez a la competencia presidencial: “Si no actuamos con decisión y coherencia, el conservatismo corre el riesgo de perder su vocación de poder”.

Sostiene que un candidato sin trayectoria clara podría afectar incluso la conformación de las listas al Congreso: “La fortaleza de impulsar a todos nuestros candidatos depende de que quienes aspiren representen verdaderas credenciales conservadoras y no la capacidad de intriga”.

Cepeda afirma que su intervención busca alertar a tiempo y evitar decisiones irreversibles: “No hay mayor prueba de amor a la colectividad que advertirle los peligros antes de que sea demasiado tarde”.

Reitera que su deber es señalar aquello que considera riesgoso: “Nuestro deber no es ignorar los riesgos en nombre de una armonía aparente, sino señalarlos y enfrentarlos con carácter”.

Finalmente, el senador cierra la carta responsabilizando a la dirigencia de mantener la autonomía del conservatismo en un momento decisivo: “Es lo que está en sus manos”.

Aquí la carta completa del senador Efraín Cepeda a la presidenta del partido Conservador, Nadia Blel: