El ataque a bala contra el precandidato presidencial y senador del Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, revive en los colombianos la época de hace 30 años cuando actores de grupos ilegales, narcotraficantes y agentes estatales asesinaron a varios aspirantes a la presidencia de la República.
Frey Muñoz, subdirector de la Misión de Observación Electoral, MOE, le dijo a EL HERALDO que “Colombia en este momento frente a su democracia afronta un gran reto porque está en un terreno en el que los sectores políticos están polarizados, y lo sucedido muestra una radicalización de esa polarización”.
Señaló en este sentido que “pasamos a otra línea en la que la violencia se toma como un instrumento de la contienda, que ya es un ataque contra los contrincantes políticos, y preocupa la situación, por lo cual se hace un llamado desde la MOE a que todas las autoridades, el Gobierno, los actores políticos y la ciudadanía desescalen ese nivel de confrontación que se ve en diferentes aristas, como los medios, la arena política, los mensajes que se dan”.
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Así mismo, advierte que la MOE ha llamado desde el comienzo del calendario electoral a que se articulen “las estrategias de paz, seguridad, junto con las electorales, porque la violencia está presente no solo en Bogotá sino también en los territorios, especialmente llenos de violencia por la presencia de grupos armados, economías ilegales y el país no puede ser ajeno a esas situaciones”.
Entre tanto, el internacionalista, asesor de La Haya y agente ante la CIDH, Ricardo Abello, catedrático de la Universidad del Rosario, sostuvo en EL HERALDO que “lo que ha sucedido es realmente muy triste, recordar esos finales de los años ochenta, comienzos de los noventa, en los que hay la muerte de varios candidatos presidenciales, Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro y otros”.
En este momento, plantea, “la política tiene que volver a las ideas y no a la destrucción de estas en unos cuantos caracteres en las redes sociales, creo que debe haber un acuerdo entre la clase política sobre el tema y que se pueda volver a una política en la que los candidatos puedan hacerla libremente exponiendo sus ideas y que sea una elección que se fundamente en las ideas y no en la destrucción de estas o sus opositores”.
Magnicidios recientes
Los magnicidios en Colombia no han sido pocos en las décadas recientes. Empezaron con el líder liberal Jorge Eliécer Gaitán en 1948, que es tenido como el episodio que desencadena la actual violencia en el país.
Luego varios candidatos presidenciales fueron víctimas de sicarios pagados por narcotraficantes en asocio con grupos paramilitares y agentes estatales.
Fueron asesinados el militante de la UP -partido en el que fueron asesinados 6 mil integrantes- Jaime Pardo Leal (1987), el liberal Luis Carlos Galán (1989) y los izquierdistas Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro (1990), el ex comandante del M-19 que firmó la paz. En los casos de Jaramillo, Pizarro y Pardo reinó la impunidad.
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A Jaramillo lo mató Andrés Gutiérrez, de 21 años, en el Aeropuerto El Dorado; a Pizarro lo asesinó el joven Germán Gutiérrez en un avión de Bogotá a Barranquila; a Pardo le quitaron la vida en La Mesa los hermanos Acuña; y al liberal Galán lo mataron el Cartel de Medellín, el ex director del DAS, Miguel Maza Márquez, y el ex congresista liberal Alberto Santofimio.