Compartir:

El equilibrio del frágil ecosistema de la Ciénaga Grande de Santa Marta está cimentado en el intercambio del agua dulce de los ríos que desembocan en ella y el agua salada que entra del mar en la boca de la Barra, en Puebloviejo, Magdalena.

Lamentablemente, esta albufera está al borde de una emergencia ecológica debido a la sedimentación del vital punto marino de acceso al complejo lagunar. Si las autoridades no toman decisiones rápidas la boca se cerrará totalmente y aumentará la temperatura del espejo de agua, lo que matará a los peces.

Enrique Maldonado Lara, vicepresidente de la Federación de Pescadores Artesanales del Magdalena, aseguró que de no hacerse un dragado urgente el 85% de Puebloviejo se afectará, pues su principal fuente de ingreso se basa en la pesca.

Ante la alarma, Maldonado urgió a la administración municipal que 'declare el estado de calamidad ambiental' en el sedimentado punto de conexión. El alcalde de Puebloviejo, Wilfrido Ayala, viajó a Bogotá a gestionar la intervención del complejo lagunar.