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La caída casi que constante de secciones del terraplén en el kilómetro 2.5 de la vía Salamina - El Piñón, tiene a los habitantes de esta zona ribereña del Magdalena con el 'credo en la boca'.

El desprendimiento del terreno a consecuencia de la fuerte erosión que se presenta, producto del ímpetu de la corriente del río Magdalena, desviada hacia la margen derecha por la Isla Tamarindo, no cesa y la comunidad vaticina lo peor.

El ganadero Julio Miguel Patiño Pertúz, llamó la atención del Gobierno Nacional, sentando su inconformismo e intranquilidad por la tardanza en la solución al problema.

Advirtió con preocupación que 'estamos solo a dos metros de una gran tragedia'.

Wilson Álvarez Carrillo, habitante de Salamina, reclamó que 'desde hace rato venimos advirtiendo la emergencia en este tramo, pero nada que escuchan'.

'El trabajo se necesita es en el punto crítico y no en las oficinas de las entidades comprometidas en la atención', precisó.

Manuel Orozco, recalcó que lo que está sucediendo en la vía, es 'una situación más que avisada'.

'Sin exageraciones, estamos a las puertas de una catástrofe y no queremos perder todo lo que hemos trabajado en la vida', puntualizó.

Este sábado una comisión de parlamentarios del Magdalena visita la zona de la emergencia, verificando el cumplimiento de los trabajos y el proceso de la erosión.