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Las imágenes de pequeños ataúdes donde se sepulta a los niños fallecidos por desnutrición en La Guajira no han parado, evidenciando el aumento de las escalofriantes cifras de muertes por esta causa, las cuales hacen parte de un triste conteo año tras año.

De esta triste estadística hace parte un niño de dos años, quien falleció el pasado cinco de abril, en la ranchería wayuu Siwolu, que está a unos pocos minutos de la cabecera municipal de Uribia. Tenía problemas de salud relacionados con la desnutrición, los cuales venía padeciendo hacía algún tiempo.

También la niña de nueve meses de nacida que padecía un cuadro grave de desnutrición y falleció el ocho de enero de este año en un asentamiento indígena en el kilómetro 16, en la vía entre Riohacha y Maicao, donde vivía en una choza de barro con su madre, una mujer que estaba en un estado débil de salud, también debido a la desnutrición.