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La ecuatoriana Rosa García, residente en los Estados Unidos, falleció el día de ayer luego de permanecer por 10 días en cuidados intensivos, después de que se le practicara una cirugía estética.

Por decisión de su familia, la mujer fue desconectada de los aparatos que la mantenían respirando.

Según informaciones dadas a EL HERALDO, la mujer de 44 años había venido a Colombia procedente de los Estados Unidos a realizarse una lipoescultura y una lipomarcación abdominal.

De acuerdo con fuentes cercanas al caso, Rosa García salió de operación el jueves 29 de agosto en la mañana en la Clínica Iberoamericana y debió ser atendida por un médico intensivista en horas de la tarde debido a complicaciones en su salud. Este médico confirmó que la mujer se encontraba con muerte cerebral.

EL HERALDO contactó a la familia de la paciente fallecida, que señaló que el cuerpo de la mujer será repratriado hacia los Estados Unidos, pero no ofreció ningún detalle sobre su familiar.

Sobre este caso, un vocero de la Clínica Iberoamericana dijo ayer que se trató de ‘una paciente particular operada por un médico cirujano particular y su equipo de trabajo, ajeno a los profesionales de la Clínica Iberoamericana, al cual se le facilitó una sala de procedimientos. Investigaremos y revisaremos los protocolos adelantados en el procedimiento’.

Por su parte el departamento de comunicaciones a nivel nacional de Colsanitas –a la que pertenece la Clínica Iberoamericana– indicó que se encuentra verificando la información acerca del caso.

Habla el abogado del médico

El abogado Jorge Raad Berrío, asesor legal de la Organización Perfeccionando la Belleza Humana, a la cual pertenece cirujano Petro Toro, lamentó el fallecimiento de la mujer.

Igualmente, confirmó a EL HERALDO que Rosa García fue operada por Marcos Petro Toro y dijo que el procedimiento se realizó ‘conforme a los protocolos; fue una cirugía habitual y sin accidentes’.

Dijo que, sin embargo, luego de que salió del procedimiento, ‘ella salió bien, conversó con los familiares, pudo hablar con ellos sin ningún inconveniente y ya en algún momento del proceso postoperatorio presentó una inflamación cerebral’.

Indicó que ‘el equipo del dr. Petro ha operado a más de 3.500 pacientes en los últimos años, con una tasa de complicación muy baja –inferior al 0.5%–. Pacientes que hayan presentado algún tipo de complicación, que yo tenga conocimiento, no han sido más de dos o tres pacientes’, agregó.

Actualización de la noticia

Si bien en primera instancia el Tribunal Seccional de Ética Médica del Atlántico sancionó al Dr. Petro con suspensión por dos meses, por violar los artículos 10, 15 y 16 de la Ley 23 de 1981 (ética médica), este revisó las pruebas y consideró que la atención fue técnicamente adecuada, con evaluaciones prequirúrgicas, consentimientos informados, seguimiento interdisciplinario y comunicación constante con la familia.

Por esto se determinó que la causa de la complicación no derivó de negligencia del Dr. Petro, sino de una posible reacción a los opioides en recuperación y factores clínicos imprevisibles. Ante esto, revocó la sanción impuesta en primera instancia y absolvió al médico.