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Mancuso revela en audiencia concentrada verdades del conflicto en Atlántico

Desde la cárcel de Atlanta, Georgia, EE. UU., el ex jefe paramilitar confirmó que el extinto DAS entregó listado en Atlántico de objetivos por la “labor de lucha ante la subversión”.

Ante la Sala de Conocimiento de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla, en cabeza del magistrado Gustavo Roa Avendaño, el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso Gómez, preso en Atlanta, Georgia, EE. UU. , ventiló este jueves información relacionada con el antiguo Frente José Pablo Díaz de las Autodefensa, cuyo campo de acción eran el departamento del Atlántico y poblaciones del Magdalena.

Mancuso fue escuchado durante un par de horas, en medio de una audiencia virtual concentrada de formulación y aceptación de cargos, en el marco del macroproceso que la Sala lleva en contra del postulado y otras decenas de beneficiarios de la Ley de Justicia y Paz.

Durante la diligencia, el magistrado Roa Avendaño le consultó a Mancuso Gómez su paso y su injerencia en este frente, perteneciente al Bloque Norte de las AUC. Pero además, bajo una técnica pregunta-respuesta, consultó sobre nombres de supuesto colaboradores del desmovilizado grupo armado y de empresas que, entre los años 2000 y 2006, sirvieron de plataforma para afianzar el dominio criminal en toda esta zona del Caribe.

Sin embargo, el postulado hizo claridad que en los años antes mencionados el poder del Bloque Norte lo tenía Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, quien fue extraditado a los Estados Unidos y hoy se encuentra en una cárcel colombiana.

“La cúpula estaba conformada por el comandante Jorge 40, yo no estaba al frente del Bloque Norte. En sí recordemos que yo le entregue plenamente autonomía a Jorge 40 para el año 2000, cuando la operación de El Salado. Sin embargo estoy asumiendo responsabilidades hasta el momento de la desmovilización porque ese bloque y eso frentes quedaron acéfalos y no podíamos dejar a las víctimas sin quien asumiera esas responsabilidades por muchos de estos hechos. Todos los comandantes estaban muertos o excluidos de Justicia y Paz”.

Ojos Azules

Una de las consultas del magistrado Roa Avendaño, basada en investigación de la Fiscalía 12 de Justicia Transicional, fue la del misterioso jefe financiero del Bloque Norte de las AUC en Atlántico que por muchos años estuvo en la sombra.

“Darío Laíno Scopetta fue jefe de finanzas de las AUC en el Atlántico. Fue colaborador de las AUC y luego hizo parte de la estructura de las AUC. Todo lo que sé de él lo he contado en Justicia y Paz”, respondió Mancuso.

Frente a esta persona, en 2019, la Sala de Justicia y Paz ordenó a la Fiscalía compulsar copias para investigar a un empresario conocido como ‘Ojos Azules’, quien sería el hombre detrás de los hilos invisibles que permitieron a grupos paramilitares penetrar las esferas militares, económicas y políticas en el Atlántico.

Incluso, el mismo magistrado Gustavo Roa Avendaño, en una sentencia de ese mismo periodo, reveló que las autoridades tenían que nació en el municipio de Fundación, Magdalena, de unos 60 años de edad, y desde 1996 fue la persona que presuntamente impulsó la creación de grupos paramilitares en el Magdalena. “Era la persona de pagar las nóminas de todos los grupos del Bloque Norte, era jefe de comandantes y al igual que Jorge 40, ningún homicidio se ejecutaba sin su aval”, se leyó en la sentencia fallada por el magistrado.

Mancuso también dijo desconocer si la firma “Agro inversiones Laíno y Compañía”, así como la empresa de blindajes “Blinco Limitada”, citadas anteriormente en audiencias, tuvieran algo que ver con Laíno Scopetta y las AUC.

Lo que sí mencionó el postulado fue: “Nosotros AUC cobrábamos recursos a empresas. Empresas grandes nos colaboraban con impuestos. Financieramente nos apoyaban”, anotó.

Otro nombre que circuló en la diligencia fue el de Saúl Severini Caballero, oriundo de Pivijay, Magdalena, y quien se desmovilizó, pero no se postuló a Justicia y Paz.

“Saúl Severini, hasta donde yo tuve conocimiento, financieramente aportaba a las autodefensas. Después supe que se vinculó a las Autodefensas, pero de ahí en adelante no tuve conocimiento porque Jorge 40 quedó a cargo de eso. Era colaborador nuestro”, detalló Mancuso.

Frente a esta persona este medio conoció que en 2020 el Juzgado Once Penal del Circuito Especializado de Bogotá emitió una condena por 400 meses de prisión por el delito de homicidio en persona protegida como coautor y concierto para delinquir agravado en calidad de coautor material. Y que sobre esa providencia se admitía el recurso de apelación.

Autoridades en Atlántico

Uno de los últimos puntos tocados en la diligencia fue la del apoyo de la fuerza pública y el extinto Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, a las Autodefensas y, en especial, al Frente José Pablo Díaz del Atlántico.

Ante la consulta, Mancuso expresó que con el general retirado del Ejército Nacional, Iván Ramírez Quintero, en reunión con la cúpula de las AUC, se acordó que en el Caribe “no se le molestaría a las Autodefensas en la zona”.

“Desde arriba, la dirección del Estado, el Gobierno nacional, se acordó que no se molestaría a las autodefensas en la zona, con el compromiso incluido de que si existía algún militar, algún policía, algún miembro del DAS que estuviera impidiendo las labores de lucha contra la subversión que empezábamos a implementar en las zonas, sería cambiado por alguien que realmente que nos brindara el apoyo que se requería”, agregó.

Con respecto a un caso puntual: el asesinato del entonces alcalde del municipio de Santo Tomás, Nelson Mejía Sarmiento, en abril de 2004 frente a las instalaciones del DAS en Barranquilla, dijo que “no tengo conocimiento de que el DAS haya participado porque desafortunadamente en el año 2000 entregué la autonomía a Jorge 40, hasta su desmovilización el año 2006”.

Empero, reconoció que este departamento de investigación “Sí, en algunos casos, entregaban los listados que permitían el accionar de las autodefensas sin inconvenientes”.

Finalmente, Mancuso señaló que estaba a la espera de un pronunciamiento sobre su posible deportación a Colombia.

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