Fin de semana de apertura de bares: el menos violento
La Policía Metropolitana informó que se redujeron los homicidios, pero que los ciudadanos aprovecharon para salir “a hacer desorden”.
Las condiciones sociales y económicas, así como el fortalecimiento del trabajo operativo de la Policía Metropolitana, jugaron a favor de los barranquilleros para que, contrario a lo que se esperaba, el primer fin de semana de apertura de bares tras la pandemia de Covid-19 culminara como el menos violento en, por lo menos, los últimos tres meses.
Así lo expresó el general Ricardo Alarcón Campos, comandante de la Policía Mebar, quien destacó el apoyo de los ciudadanos para reducir la preocupante tasa de homicidios que se venía registrando y que hicieron de septiembre el mes con más asesinatos.
De acuerdo con el general Alarcón, hasta el cierre de esta edición se habían registrado cuatro homicidios en el área metropolitana: uno en Rebolo, uno en La Playa, otro en Sinaí y uno más en Soledad, más exactamente en el barrio El Ferrocarril.
“Hicimos una fuerte presencia en las calles con las Caravanas por la Vida. Tan solo el domingo tuvimos cinco drones sobrevolando al mismo tiempo las zonas críticas, con el objetivo de evitar que el domingo siga siendo el día con más homicidios”, explicó el oficial.
En este mismo trabajo operativo, hasta el cierre de esta edición, se lograron alrededor de 25 capturas en el área metropolitana por distintos delitos.
“Es destacable la efectividad de nuestros uniformados en la captura de sospechosos por los homicidios que se registraron, con cuatro capturas”, apuntó.
En la calle, pero sin violencia
Sobre la apertura de bares y las condiciones de seguridad en las calles que se desprendieron de esto, el general Alarcón aseguró que el balance era más o menos positivo.
“El comportamiento fue normal, no tuvimos situaciones especiales ni se registraron riñas ni lesionados en los bares autorizados para abrir”, explicó el general Alarcón, recordando que “la única situación especial” fue la registrada en el billar que intervinieron las autoridades en el barrio San Felipe, que funcionaba sin autorización.
Alarcón dijo que tampoco se registraron bares irrumpiendo las medidas o funcionando sin autorización, lo cual le atribuyó a la incidencia económica de la pandemia.
Lo que sí se registró, aseguró, fue un alto número de fiestas en viviendas y parrandas que, incluso, se tomaban calles completas.
La Policía aseguró que se intervinieron 478 fiestas de picó entre viernes y sábado. Alrededor de 300 personas fueron conducidas a la UCJ y siete personas resultaron lesionadas.
“En la medida en que fue el fin de semana con menos homicidios, felicitamos a los barranquilleros, pero les hacemos un halón de orejas por la cantidad de desórdenes en barrios que generan mucha vulnerabilidad para los contagios de COVID, creo que hay que seguir trabajando en ese aspecto”, concluyó el general.
Tercer fin de semana de caravanas
El 17 de septiembre se empezaron a implementar nuevamente las Caravanas por la Vida, con un enfoque orientado a la reducción de delitos de alto impacto y al control de la seguridad en barrios donde suelen presentarse más hechos violentos e infracciones. Este fin de semana fue el tercero en el que las Caravanas por la Vida recorren la ciudad.
Como resultado, la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana del Distrito y la Policía Metropolitana de Barranquilla informaron que se han apagado 950 fiestas, se impusieron 1.146 comparendos por violación al Código Nacional de Policía y 35 por infringir las medidas de bioseguridad. También se realizaron 123 capturas, se incautaron 40 armas de fuego y 150 armas blancas.
Además, las cifras del Sistema de Información Unificado (SIU) mostraron que entre las localidades que registran más casos atendidos están Suroccidente, con un 35,97%; Metropolitana, con 25,66%, y Norte-Centro Histórico con 17,03%.
