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Adolorido y preocupado permanece César Alberto Cordero Sarabia, un joven que resultó herido a bala la noche del 30 de agosto cuando se encontraba celebrando el triunfo del Junior en una tienda llamada La Hinchada, ubicada en el barrio Ciudadela 20 de Julio.

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Hoy, mientras continúa su proceso de recuperación, insiste en que su caso debe “investigarse a fondo”, pues asegura haber sido víctima de un procedimiento irregular por parte de uniformados de la Policía Metropolitana de Barranquilla.

Según relató, todo comenzó cuando él y varios amigos se encontraban departiendo en el lugar, a pocos metros de donde minutos después se desatarían dos riñas. La primera ocurrió alrededor de las 10:30 p. m., cuando un grupo de jóvenes se enfrentó en una esquina.

Aunque la Policía llegó cerca de veinte minutos después, no intervino de inmediato. Más tarde, hacia las 11:30 p. m., una nueva pelea —esta vez entre mujeres— volvió a desatar el desorden, lo que motivó finalmente la reacción de los uniformados.

Cordero sostiene que la intervención fue brusca y que se generó un forcejeo entre los agentes y algunos presentes. En medio de la confusión, dos motos chocaron y uno de los jóvenes cayó al piso, siendo golpeado por otras personas. “Yo solo lo ayudé. Lo cubrí para que no lo siguieran agrediendo y lo subí a la moto. No hubo ningún hurto, eso que dijeron no fue así”, afirmó.

El joven asegura que, pese a tratar de explicar la situación, uno de los policías reaccionó de forma agresiva, solicitó refuerzos alegando que estaban “siendo atacados” y, tras un cruce de empujones y gritos, se produjo el primer disparo. “Cuando escuché el tiro, corrí. Él venía detrás de mí disparando varias veces. Yo solo corrí para salvar mi vida”, relató.

Durante la persecución, Cordero fue alcanzado por un proyectil, lo que le ocasionó una herida de consideración. Posteriormente, mientras permanecía en un centro asistencial, se enteró de que las autoridades lo señalaban a él y a Edgardo Jesús Polo Díaz como presuntos responsables del hurto de un mototaxi, dos cadenas y un reloj. “Jamás robamos nada. Eso lo armaron. El muchacho que supuestamente denunciaba es un vecino que luego se retractó porque sabía la verdad”, expresó.

El abogado del joven explicó que cuentan con pruebas que contradicen la versión policial inicial, entre ellas la declaración juramentada del ciudadano que aparecía como víctima del presunto hurto, quien posteriormente negó haber sido robado por Cordero.

También presentarán el acta de audiencia en la que la Fiscalía decidió no presentar escrito de acusación debido a las inconsistencias del denunciante, registros del CAD que dan cuenta de que ese 30 de agosto se reportó una riña y no un hurto, así como la historia clínica y certificaciones oficiales.

Uno de los puntos que la defensa considera más graves es el señalamiento de que Cordero tendría antecedentes por lesiones personales, información que —según indican— aparece en el reporte inicial de los uniformados. Sin embargo, tras solicitar la verificación a la SIJIN, la entidad certificó que el joven no registra anotaciones judiciales de ningún tipo, contradiciendo así el contenido del informe policial. “Esa afirmación causó un daño enorme. Fue información falsa”, aseguró el abogado.

El defensor también señaló que, al comparar la denuncia interpuesta inicialmente por el supuesto afectado con el informe policial, encontraron coincidencias textuales que, a su juicio, generan dudas sobre la veracidad del relato consignado por los agentes. Además indicó que, según la Policía, se habrían realizado catorce disparos durante el procedimiento.

Cordero afirma que, más allá de la herida física, ha sufrido afectaciones emocionales y cuestionamientos por parte de vecinos, familiares y conocidos, producto de las informaciones que circularon en su contra. En la audiencia posterior a los hechos, el juez determinó que no había méritos para imponerle medida de aseguramiento, mientras que la Fiscalía no avanzó con acusación formal.

“Lo único que pido es que se sepa la verdad. A mí me dañaron la vida. No quiero que esto quede así”, expresó el joven, reiterando que solo intervino para evitar que otro muchacho fuera golpeado durante la riña y que nunca participó en un hurto.