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‘El corazón alegre del Atlántico’ está de luto tras la trágica muerte de Ariana Sofía Lozada Ruíz, una niña de tan solo 11 años de edad que perdió la vida en medio de un ataque armado que dejó como saldo la menor muerta y otros dos hombres heridos frente a su vivienda, hechos que ocurrieron la noche del jueves en el barrio Primavera, municipio de Baranoa.

Ariana Sofía Lozada Ruíz, de 11 años de edad, niña asesinada a bala.

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Su hermano mayor, Sergio Andrés Rodríguez Ruíz, de 25 años y de profesión abogado, relató con dolor a EL HERALDO como ocurrieron los hechos y exigió justicia ante lo que calificó como una situación “invivible” en el municipio.

La noche del crimen

Según el testimonio de Rodríguez, el ataque ocurrió entre las 9:15 y 9:30 de la noche, momentos en los que la niña Ariana se encontraba sentada en la antesala de su casa, mientras participaba de una videollamada con unos compañeros del colegio.

“La balacera se formó en el frente de mi casa. Uno de los hombres a los que les hicieron el atentado corrió hacia acá buscando refugio, y entre los disparos, uno de los disparos alcanzó a mi hermana”, narró.

Orlando AmadorBarrio donde ocurrió el atentado en Baranoa.

Malherida, la menor alcanzó a levantarse de la mecedora en la que estaba sentada para pedir ayuda, pero no alcanzó a subir las escaleras del segundo piso donde estaba su hermano.

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Su hermano, al escuchar los llantos de dolor de Ariana bajó rápidamente hasta la primera planta y, al observarla que estaba herida la auxilió y la trasladó inmediatamente hasta un centro médico.

“Duramos unos 20 o 30 minutos en el primer centro médico, pero no le estaban haciendo prácticamente nada. Mi mamá, que también es médico, llegó alterada y logró que remitieran a mi hermana hasta la Clínica Reina Catalina, donde lamentablemente falleció en la sala de reanimación”, recordó con dolor.

De acuerdo con la información preliminar entregada por los médicos, la bala no salió del cuerpo de la menor. Sin embargo, cuando el agresor disparó contra el sujeto, inicialmente la bala había rebotado contra el marco de aluminio de la ventana de la antesala de la residencia de la familia Rodríguez Ruíz.

Seguidamente, la bala atravesó el marco e ingresó directamente hasta la humanidad de la menor, cuando esta se encontraba participando de la videollamada.

“La bala como que rebotó, subió y atravesó… y le dio en una arteria. No sabría dar más detalles médicos”, explicó Rodríguez.

La respuesta de las autoridades

El joven denunció que, hasta el momento, la familia no ha recibido información clara de las autoridades.

“Lo único que percibí fue que pidieron unas declaraciones cuando acordonaron la zona minutos después que ocurrió todo. Tomaron unas fotografías y ya. A mí no me han buscado. A mi hermano sí le pidieron unos datos los agentes de la Sijín en la Clínica Reina Catalina, pero hasta ahora no ha pasado nada más”, afirmó.

Rodríguez pidió que tanto la Policía como la Alcaldía de Baranoa actúen frente a la ola de violencia.

“Es imposible que en una semana ya hayan ocurrido seis o siete atentados. Ahora porque le tocó a una niña es que la situación se hace visible. Esto aquí ya es invivible”, sostuvo.

Una niña alegre y deportista

Ariana cursaba sexto grado en el colegio privado Baranoa Interamerican School, cercano a su residencia. Sus familiares la describen como una niña alegre, apasionada por el deporte.

“Le gustaba la natación, el patinaje, el voleibol. Todo lo que era deporte a ella le gustaba”, recordó su hermano.

Por su parte, la institución donde estudiaba la menor emitió un comunicado lamentando su fallecimiento.

“Con profunda tristeza, lamentamos el fallecimiento de nuestra querida Arianna. Su luz y sonrisa permanecerán para siempre en nuestros corazones. En este momento de inmenso dolor, enviamos toda nuestra fuerza y apoyo a su familia y seres queridos”, se lee en el escrito.

Fotografía del comunicado emitido por el colegio donde estudiaba la menor.

La familia, conformada por tres hermanos, hoy llora la pérdida de quien consideran una luz que apenas comenzaba a brillar. “Era una niña que apenas estaba empezando su vida, y se apagó prácticamente una luz en la familia. Solo pedimos justicia”, concluyó Rodríguez.