La Fiscalía General de la Nación puso recientemente tras las rejas al italiano Marco Di Nunzio, el hombre que desde hace algunos años, incluso antes de la muerte del ex primer ministro italiano y magnate Silvio Berlusconi, ha buscado por distintos medios hacerse pasar por amigo personal y heredero del ‘Il Cavaliere’, ‘el Caballero’, para tapar de euros sus bolsillos.
Di Nunzio fue ubicado en Cartagena. Iba en una camioneta Toyota Prado negra, con placas diplomáticas, que resultaron ser falsas.
Miembros del CTI de la Fiscalía, apoyados de uniformados del Gaula Militar del Ejército, rodearon entonces el vehículo ocupado por el italiano y le pidieron que se bajara para notificarlo de la orden de captura en su contra por los delitos de fraude procesal, obtención de documento público falso, falsedad en documento público, falsedad en documento privado y falsedad marcaria.
En un video que fue aportado a la investigación para demostrar que siempre hubo un buen trato en el procedimiento de captura, al extranjero siempre se le apreció renuente a lo manifestado por el funcionario del CTI. Sin embargo, no se opuso al traslado a una unidad del ente investigador para su judicialización.
La propia Fiscalía señaló luego que la investigación en contra de Di Nunzio se remontaba a 2018, cuando entró en el radar de las autoridades por acudir ante una notaría de Cartagena y a una sede de la Registraduría Nacional del Estado Civil para solicitar y obtener registro civil y una cédula de ciudadanía colombianos, con el nombre de Marco Di Sierra, nacido en Torino (Italia).
“De acuerdo con el ente investigador, las peticiones las sustentó con certificaciones que supuestamente acreditaban que su mamá era colombiana, entre otros papeles. Al corroborar la información se estableció que la documentación no era auténtica”, relató el ente investigador.
Sin embargo, en ese momento no se habría establecido con qué pretensiones buscaba Di Nunzio obtener ciudadanía colombiana.
¿Quién es Di Nunzio?
Medios italianos como el ‘Corriere della Sera’ y el ‘Il Mattino’ describieron en su momento a Marco Di Nunzio como un empresario nacido en Turín, en 1968, “activo entre la economía y la política”, creador de un par de partidos políticos con los curiosos nombres ‘Bunga-Bunga’ y ‘Movimiento Bunga-Bunga Forza-Juve’.
Recordemos que ‘bunga-bunga’ fue la denominación que se le dio a los festines y orgías del magnate Berlusconi con jóvenes en sus residencias, sobre todo en la de Arcore, Milán.
“Sus aventuras políticas en Italia fueron múltiples –y no muy exitosas–, llevadas a cabo principalmente a través de símbolos con nombres extraños. En 2010 se postuló para alcalde de Sestriere, un pueblito de los alpes de Turín, presentándose bajo la bandera de Fiamma Tricolore”, registró el medio Il Mattino.
En 2011 intentó presentarse a las elecciones municipales de Turín, pero su lista Bunga Bunga fue rechazada. Posteriormente probó suerte en Borgomasino, un pequeño pueblo de la zona de Canavese, donde incluso sacó a colación el Tribunal de Apelación de Milán para intentar entrar en el ayuntamiento mediante el recuento de los votos obtenidos por su Movimiento Bunga Bunga-Forza Juve. Pero tampoco consiguió lo que buscaba por supuestas irregularidades en materia de recolección de firmas.
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Aún no se tiene claro cuándo llegó a Colombia, pero sí existen registros de sus pasos por Antioquia, donde en octubre de 2023 denunció un supuesto millonario robo de 1.200 millones de pesos; en Cartagena, donde se paseaba como falso diplomático, y por Barranquilla, en donde algunas veces presuntamente alcanzó a decir que era un “agregado del Vaticano”.
Cabe precisar que la Embajada de Italia en este país negó que Di Nunzio tuviera un cargo diplomático ni otro asociado con la Santa Sede. Lo único que este ostentaba era una membresía como integrante de la Comunidad italiana de Bogotá, COMITES (Comité de los Italianos en el Extranjero), pero algo sin fuero diplomático.
Plan Berlusconi
En junio de 2023, luego de que se confirmara la muerte del ex primer ministro Silvio Berlusconi, el italiano Di Nunzio habría empezado su plan para conseguir o demostrar ante el mundo que su amigo, aunque otras veces se reconocía como hijo adoptivo, le había dejado “algo” de la millonaria herencia.
El testamento oficial de Berlusconi, que se abrió tras su muerte, estaba fechado el 19 de junio de 2022, cuando el político ya estaba enfermo de leucemia, y dejaba como herederos de su imperio, Fininvest, a sus cinco hijos: Pier Silvio, Marina, Barbara, Eleonora y Luigi.
Además, Berlusconi transfirió 30 millones de euros de su fortuna a Marcello Dell’Utri, su mano derecha, cofundador de su partido, Forza Italia, y condenado a siete años de prisión por vínculos con la mafia siciliana Cosa Nostra.
Y también donó 100 millones a su hermano Pablo Berlusconi y otros 100 millones a la que fue su última compañera sentimental, Marta Fascina.
Pero Di Nunzio, con el supuesto plan organizado, depositó entonces en una notaría de Nápoles (sur) un testamento firmado, según él, por el magnate y tres veces primer ministro Berlusconi y en el que le habría dejado el 2 % de las acciones del grupo de la familia, Fininvest, y otros bienes.
En ese documento, con sellos notariales de Cartagena, al parecer falsos, Di Nunzio afirmó que el 21 de septiembre de 2021 el propio Berlusconi, ante un notario de Cartagena y en secreto, le había asignado 26 millones de euros, un yate de nombre ‘Principessa Vai-Via’, unas mansiones en la isla de Antigua, en las Antillas y, sobre todo, el porcentaje de Fininvest, uno de los grupos financieros más importantes de Italia, presidido desde 2005 por Marina Berlusconi, hija del magnate.
Alertados por el supuesto testamento, los descendientes de Berlusconi emprendieron acciones legales, pero Di Nunzio también habría formalizado el requerimiento ante los cinco hijos de ‘Il Cavaliere’, solicitando la entrada inmediata en posesión de los bienes.
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Desde Italia, la Fiscalía local abrió de inmediato una investigación penal contra el empresario italiano residente en Colombia.
Los fiscales Roberta Amadeo y Marcello Viola iniciaron las pesquisas para determinar si Di Nunzio había incurrido en el delito de falsedad documental.
Uno de los interrogantes que surgieron fue la supuesta entrada de Berlusconi a Cartagena en 2021.
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La embajada italiana certificó que Berlusconi nunca había entrado en suelo colombiano, y mucho menos el 21 de septiembre de 2021, tal y como lo había planteado Di Nunzio.
Pero este, tratando de justificar la voluntad de Berlusconi, manifestó que el magnate sí lo había hecho, pero que este no figuró en los registros fronterizos porque “estuvo menos de 24 horas y habría entrado desde el mar, a bordo de un barco pesquero”. Pero además se incluyó que Berlusconi había comprado en Cartagena “dos cuadros de Botero y una esmeralda”. Algo poco creíble para las autoridades italianas.
Sin embargo, luego las autoridades de ese país detectaron que en los documentos aportados por Di Nunzio se encontraron sellos aparentemente colocados por el Ministerio de Relaciones Exteriores que resultaron falsos.
Un dolor de cabeza
La Notaría 11 del círculo de Barranquilla fue testigo de las exigencias del ciudadano italiano Di Nunzio, aparentemente, surgidas por el afán de registrar documentos solicitados en Italia para sostener su teoría de heredero del multimillonario.
A la notaría llegó en busca de unas autenticaciones, pero después pidió apostillar con “urgencia” unos documentos.
Aparentemente, al no conseguir lo requerido, el hombre interpuso con los días una tutela contra el notario en la que exigía un buen trato “por discriminación y odio a los italianos”.
En tiempo récord, un juez local le aceptó la tutela al italiano y ordenó “presentar disculpas” al notario y a la Notaría Pirmera de Cartagena, donde Di Nunzio buscó a toda costa que le registraran el famoso testamento.
Pero EL HERALDO conoció que la Notaría Primera de Cartagena presentó denuncia penal contra el italiano por sus presuntas actuaciones fraudulentas.
Así mismo la Registraduría Nacional le anuló un registro civil que había sacado a nombre de otra persona, Marco Di Sierra, que era él mismo. También se identificó una cédula colombiana que sacó en Barranquilla hace dos años, al parecer, bajo otra identidad.
Y la Fiscalía de Cartagena rastrea información sobre una denuncia de los allegados de un poderoso empresario local, dedicado al negocio de las curtiembres, a quienes Di Nunzio pretendería exigirles dinero bajo el mismo modelo que a la familia Berlusconi.
Ahora preso en Cartagena y a la espera de una continuación del proceso en su contra por fraude procesal y falsedad en documentos, hay que señalar que Di Nunzio también enfrenta un juicio en Milán, Italia, por falsificación y amenazas contra los hijos de ‘Il Cavaliere’.
