Desde ya, las brisas se empiezan a tornar decembrinas y el olor a buñuelo y natilla se siente en cada esquina de la Arenosa. El ambiente cambia. El sentimiento de nostalgia, que cada persona recuerda por algo en específico, anuncia que se está acabando el año.
Las casas se visten de colores. Los adornos, las luces y el arbolito de Navidad engalanan las decoraciones para la época ‘más linda de todas’. Cada año las tendencias varían; colores, texturas y figuras cambian para dar un toque moderno a cada diseño.
Según los conocedores, la tendencia para la Navidad 2017 son los tonos blancos y pasteles. El color nude, el champaña, el dorado mandan la parada. En cuanto a texturas, todo lo que simule nieve e invierno es lo que está de moda.
Martha Barreto, diseñadora de interiores, especialista en arquitectura inmobiliaria y remodelación de espacios, afirma que 'se está usando mucho el tema de invierno, todo lo relacionado a la nieve, a los cristales, a todo lo que tenga alusión al hielo. El tradicional pino verde pero con el efecto de nieve encima está muy marcado'.
Asimismo, 'las piñitas, los frutos secos de invierno, los copos de nieve y toda la escenografía de una ciudad bajo cero, en la que se involucran los pinos, las bolas cristalinas, las lágrimas en acrílico, con tonos metalizados, vienen con fuerza'.