Es una mítica servilleta. Selló de manera informal el primer gran contrato de Lionel Messi con el Barcelona por allá en los 2000. De tan solo 16 x 16 centímetros este pequeño trozo de papel se espera que se subaste por una cuantía importante de dinero.
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Corrían los 2000 cuando el jugador argentino viajó hasta España para ser sometido a pruebas para analizar si podía vestir la camiseta del Barcelona. Messi contó con suerte y fue fichado por el club pero había un pequeño problema, no había papel para firmar dicho acuerdo.
Por eso de manera curiosa recurrieron a una servilleta que de manera breve y concisa selló el que sería una de las mayores jugadas de Lionel y una de las mejores contrataciones del Barcelona.
“Messi había llegado a Barcelona en septiembre de 2000 para realizar pruebas en el Barcelona, pero hubo que esperar hasta mediados de diciembre para llegar a un acuerdo entre la familia Messi y el Barcelona. No había papel disponible, por lo que esta servilleta de papel representa el primer contrato informal”, aseguró Ian Ehling, director de libros y manuscritos de Bonhams New York.
Ahora por lo mítico que resulta la servilleta será subastada desde el miércoles 8 y hasta el viernes 17 de mayo para que los interesados ofrezcan sus tarifas. Se estima que llegue a venderse por alrededor de 600 mil dólares.
El “contrato” estuvo resguardado durante todo este tiempo en una caja fuerte del banco Crédit Andorra y es propiedad de Horacio Gaggioli, el representante del futbolista cuando el joven argentino tenía 13 años.
El breve enunciado reza lo siguiente: “En Barcelona, a 14 de diciembre del 2000 y en presencia de los Sres. Minguella y Horacio Carlos Rexach, Secretario Técnico del F.C.B. se compromete bajo su responsabilidad y a pesar de algunas opiniones en contra a fichar al jugador Lionel Messi siempre y cuando nos mantengamos en las cantidades acordadas”.
Y aunque muchos califican a este trozo de papel como un objeto valioso y estarían dispuestos a todo por obtenerlo, no todos están contentos con que se subaste. Es el caso de Josep Maria Minguella, histórico agente de jugadores y quién tenía el nexo con el Barcelona.
“Tengo un cabreo importante porque esto no se hace. La servilleta se la quedó Horacio, que era el representante de Messi. Yo siempre he defendido que se entregase al Barcelona para que estuviese en el museo y la gente la pudiese ver. He pasado un día duro porque no lo entiendo. Voy a hacer todo lo posible para que fracase. Y si no lo puedo detener espero que el dinero vaya para los más necesitados y no para el bolsillo de un aprovechado”, dijo en Radio Cope, en España.
