
Siete escándalos que han sacudido a la realeza británica
Infidelidades, estafas, amores prohibidos libertinaje y gastos excesivos con el dinero de los contribuyentes, son algunos de los hechos más polémicos de la monarquía.
La familia real británica, una de las monarquías más antiguas y prestigiosas del mundo se ha visto envuelta, a lo largo de la historia, en conflictos de opinión pública por el accionar errático, poco diplomático de sus miembros.
Tras la onda expansiva que dejó la retirada de los asuntos de la realeza del príncipe Andrés, la reina Isabell II, planea, según informan medios británicos, hacerse a un lado al cumplir 95 años -dentro de 18 meses- para darle paso al príncipe Carlos, primero en la línea de sucesión bajo la figura de monarca regente, es decir, sin que la reina abdique del trono.
La popularidad del heredero de 71 años no ha sido la mejor entre los ingleses, quienes no le perdonaron el triángulo amoroso con la princesa Diana de Gales y Camilla Parker Bowles.
No obstante, la longeva soberana, quién se rehusó a dejar el trono en manos de su primogénito, apareció en 2018 en cerca de 200 compromisos oficiales, mientras que su hijo estuvo en más de 500.
La familia real atraviesa una de las mayores crisis de los últimos tiempos. La desastrosa entrevista que ofreció el Duque de York a la BBC, en la que justificó entre balbuceos y pobres argumentos su amistad con el pedófilo condenado Jeffrey Epstein, dejó más preguntas que respuestas. Andrés Fue acusado de violación por Virginia Giuffre, la mujer que testificó haber sido obligada a tener relaciones sexuales con él cuando tenía 17 años.
Los hechos, ocurrieron, según Giuffre, en Londres, Nueva York y una isla privada propiedad de Epstein. El príncipe negó las acusaciones, pero no supo explicar cómo fue tomada la fotografía con la presunta víctima y aunque dijo haberse distanciado de Epstein en 2006, aparecía en una fotografía con el multimillonario caminando por Central Para en 2010, dos años después de su primera condena.

La llegada de Meghan Markle, una mujer afroamericana y divorciada, a la familia real significó para muchos un soplo de aire fresco en una anacrónica monarquía. Después del matrimonio con el príncipe Harry, Markle empezó a ser tildada de “insoportable” y de habérsele subido el título a la cabeza. Asesoras de medios, relacionistas y cuidadoras de su hijo Archie renunciaron por considerarla muy difícil. Paralelo a esto, el bautizo de Archie decidieron hacerlo en total reserva mientras que gastaron 2.4 millones de euros de fondos públicos para remodelar su residencia de Frogmore Cottage.

El rey Eduardo VIII se enamoró perdidamente de la socialité norteamericana Wallis Simpson, dos veces divorciada. A tan solo un mes de su último divorcio, empezó la relación del soberano con la millonaria. Tras la negativa del primer ministro británico y miembros del consejo real de aceptar a Simpson como la reina, Eduardo decidió entregar el trono a su hermano Jorge VI, padre de la reina Isabell II.

Diana Spencer, la princesa más querida por los ingleses, se casó con Carlos a sus 19 años. La joven y virginal esposa del heredero despertó la empatía del pueblo al conocerse el difícil matrimonio del que nacieron los príncipes William y Enrique. Desde la misma noche de bodas, Carlos hablaba por teléfono a escondidas con Camila Parker Bowles, su amante, quien no era aceptada como su esposa por ser divorciada. Tras un tormentoso matrimonio que le ocasionó depresión, problemas alimenticios y el escrutinio de la prensa mundial, Diana se divorció en 1996. Falleció en un accidente de auto en Francia junto a su amante su Dodi Al-Fayed a sus 36 años. El príncipe Carlos se casó en 2005 con Camila, en la actualidad, duquesa de Cornualles.

Esta pareja, ausente de todo el recato, se ha caracterizado por tener innumerables amantes y ser portada de los más controvertidos tabloides. Andrés que hoy está en el ojo del huracán por el caso Epstein, tuvo una juventud cargada de excesos. Cuando se casó con Sarah Ferguson su madre creyó que por fin sentaría cabeza, pero no abandonó las fiestas, prostitutas y orgías. Sarah, por su parte, fue portada de periódicos con sus amantes, pero ninguno fue tan sonado como la fotografía en la que aparece junto a John Bryan en topless mientras este le besa el dedo gordo del pie y al lado sus dos pequeñas hijas. Un insulto por el que el duque de Edimburgo le expulsó de la casa real. Se divorciaron en 1996. A pesar de su millonaria renta, tiene enormes deudas.

La modelo Rose Rocksavage, esposa de David Rocksavage, marqués de Cholmondeley sería la tercera en discordia en el perfecto matrimonio del príncipe William y Kate, duques de Cambridge. Según medios especializados, se hicieron muy cercanos porque son vecinos en la casa de campo en Norfolk, donde forman parte de un grupo de aristócratas. El romance, supuestamente, empezó cuando Kate estaba embarazada de su tercer hijo, Louis. Portavoces reales desmintieron el hecho.

La princesa Margarita, condesa de Snowdon y hermana menor de la reina Isabel II, tuvo un romance con Peter Townsend cuando tenía 20 años.
Él era el director adjunto de la Casa Real, divorciado y mucho mayor que ella. La reina Isabel y la reina madre, Isabel Bowes-Lyon, le aconsejaron no continuar en esa relación y le pidieron desistir de la idea de casarse con él. Pero aun así consumaron su matrimonio en mayo de 1960, y la princesa Margarita y el señor Snowdon, fueron conocidos en ese entonces como la pareja británica más glamurosa.
Este hecho llevo a que la relación entre Isabel II y su hermana fue tensa debido a que desaprobaba su gusto por las fiestas y el alcohol.
La historia de amor de Margarita y Peter no sería tan larga como muchos pensaron, 3 años después cuando Townsend fue nombrado como consejero artístico de The Sunday Times la relación se empezó a enfriar y el distanciamiento se hacía más evidente.
La pareja, después de este proceso empezó a ser infiel por ambas partes. Al separarse ambos mantuvieron una relación de amistad.