Jennifer Lawrence confesó que en la grabación de Los Juegos del Hambre bebían whisky y se drogaban

La fama es una poderosa droga. Así lo reveló Jennifer Lawrence al narrar los esfuerzos que hacía por mantenerse a flote mientras su identidad le fue arrebatada, a los 22 años, por el mundo del cine hollywoodense.

Y es que la famosa actriz estadounidense, quien se puede decir que comparte un alterego con Katniss Everdeen, el personaje principal de la saga The Hunger Games, se ha convertido en una de las artistas más respetadas del panorama cinematográfico de los últimos años.

Lawrence, también conocida como una de las estrellas más honestas de la industria, concedió una entrevista a The New York Times en la que detalló todo lo que hacía para sobrellevar la presión de la fama en los tiempos de promoción de la serie de películas basadas en la trilogía de Suzanne Collins.

No cabe dudas de que la saga llevó a la actriz al estrellato, pero, al mismo tiempo, la puso en el ojo público.

Lawrence, quien ahora es madre de Cy, se hizo famosa rapidamente. Tenía 19 años cuando ya estaba nominada al Óscar por su trabajo en Winter's Bone. Luego, fue elegida como Katnis Everdeen, momento en el que ya no pudo controlar cómo era percibida por el público.

La actriz, hoy día, ha tomado el apellido de su esposo para separar su identidad pública de la privada.

'Dios, tuve un colapso feminista por cambiar mi nombre porque es mi identidad, es lo primero que me dan', expresó la actriz a un medio local. Sin embargo, luego le gustó la idea de compartir un apellido diferente con su esposo e hijo, ya que podría alternar más fácilmente entre su propio mundo y su personalidad pública.

'Nací con el nombre de Jennifer Lawrence, pero me lo quitaron cuando tenía 21 años y nunca lo recuperé. Así que no sentí que estaba renunciando a nada. Ese nombre ya les pertenece', señaló para en entrevista para el medio local.

En The Hunger Games, Lawrence vivió una etapa de máxima popularidad en la que ella, como joven, aún no lograba definir su propia identidad, pero por su condición de figura pública, era como si todos supieran exactamente qué clase de ser humano era.

Tal y como confesó en una entrevista reciente con el New York Times, la joven narró que, junto con Josh Hutcherson, quien interpretó a Peeta Mellark, y Liam Hemsworth, quien interpretó a Gale Hawthorne en la saga, pasó largas noches bebiendo alcohol y consumiendo drogas con sus compañeros de rodaje, debido a la gran presión mediática que sentían.

Según la actriz, las prácticas no se llevaban a cabo en el set de rodaje, sino que lo hacían en hoteles luego de los eventos de promoción de las películas. Un hábito que, como asegura Lawrence, les ayudaba a quitarse la presión de la fama.

'Los chicos y yo siempre volvíamos a nuestro hotel y bebíamos whisky y nos drogábamos. Lo hacíamos para ayudar a sobrellevar las intensas presiones de la fama, que nos hacían sentir como una mercancía', aseguró, aclarando que la única droga que consumían era marihuana.

Asimismo, durante la enrevista, la estrella se acordó de su suegra a quien le confesió que ya no consumía ningún tipo de droga. 'A mi suegra le va a encantar esto. ¡Ya no lo hago, soy mamá!', añadió entre risas.

También, la artista agregó que tuvo que consumir durante el rodaje de Don't Look Up, su reciente película junto a Leonardo DiCaprio, por el alto nivel de trabajo que le demandaban.

'Puedes decírselo a los periodistas, pero que nadie se lo diga a mi suegra', bromeó nuevamente.