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En el funeral de César Morales no predominaban el blanco y negro como es común en los velorios. Los colores vivos y la música resonaban en el recinto en el que las familias visitaban a sus muertos, como si de un Carnaval se tratara. Y es que justamente eso es lo que había: una fiesta. Tal como lo hubiera querido ‘el rey de las marimondas’, 'un man feliz', como recuerda su familia a ‘Paragüita’, el creador de Las Marimondas del Barrio Abajo.

En vida César Morales pedía que su muerte no dejara llanto ni tristeza, quería una despedida con alegría, la misma que tenía hasta el último de sus días.

Cientos de marimondas acompañaron el féretro en la marcha hasta la capilla de Jardines de la Eternidad sede norte,

'¡Qué viva Paragua!', se escuchaba el grito de sus entrañables Marimondas del Barrio Abajo, '¡Qué viva!', respondían al unísono disfraces, cumbiamberos, garabatos y demás miembros de la interminable lista de amigos de este querido barranquillero.

Baile entre inevitables lágrimas por la ausencia de uno de los ‘cancamanes del Carnaval’, homenajeado este año por los 35 calendarios de existencia de la comparsa, se vivieron en las honras fúnebres celebradas a las 3:20 de la tarde de ayer.

Entre los porros y fandangos que tanto le gustaban a ‘Paragüita’, una multitud de personas –entre esas los 950 miembros de Las Marimondas del Barrio Abajo– acompañaron el féretro hasta la capilla.

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Caretas arriba se veían rostros compungidos que este año en la vía 40 reían y bailaban. La comparsa más grande del Carnaval en palabras de Estefani Reyes, miembro de la agrupación desde hace nueve años, 'dejó una parte de su corazón con su creador', aquel que en medio de las brisas decembrinas de 1983 se propuso crear Las Marimondas del Barrio Abajo recuperando ese pintoresco disfraz que estuvo a punto de extinguirse y que hoy es la cara del Carnaval de Barranquilla ante el mundo.

Los jefes de la cartera cultural en el departamento y del distrito, María Teresa Fernández y Juan José Jaramillo, respectivamente, así como Carla Celia, directora de Carnaval S.A.S. y otras personalidades influyentes en la cultura de la ciudad, participaron de la misa de cenizas y le dieron un homenaje póstumo por su invaluable aporte a la fiesta declarada en 2003 Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

'Contribuyó significativamente al Carnaval en la salvaguarda de las manifestaciones tradicionales y seguirá vigente en el corazón de la fiesta más importante de Colombia. Su legado es que convirtió un disfraz popular en un símbolo universal que ilustró textos, exposiciones, obras de arte e incluso una importante película colombiana', manifestó Carla Celia, rindiéndole el merecido homenaje al ganador de 32 Congos de Oro ininterrumpidos.

Por su parte, el secretario de Cultura del Distrito, Juan José Jaramillo, resaltó los valores de ‘Paragüita’ como un fiel defensor de la cultura barranquillera. Sus hijos Leslie, Cuchi, Emily, Jorge, Patricia, Alejandra y César, recibieron las distinciones en honor a su padre, recordado además por la frase 'Barranquilla, quien no te conoce te sueña y quien te conoce jamás te olvida'.

'Tuve el honor de haber llamado a ese hombre papá', dijo su hijo César Morales entre lagrimas al darle el último adiós a ese mamador de gallo y barranquillero de pura cepa que tenía un don de gente que lo hizo poseedor de una lista de amigos infinita, los mismos que lo acompañaron hasta su última morada.

‘Paragüita’ se despidió de sus familiares y amigos con la careta de marimonda puesta, la misma que exigía a sus danzantes no quitarse al desfilar por la Vía 40 para que no se perdiera la esencia del disfraz.

'¡Qué viva el Carnaval de Barranquilla!', fueron casi sus últimas palabras antes de su fallecimiento por problemas cardiacos.

'Paragua era un man feliz. Así quería ser recordado por quienes lo conocieron. Aún enfermo no se le vio tristeza. Su voluntad se cumplió, fue despedido con música y baile como él lo hubiera querido. Quedará entre nosotros, en nuestra memoria por siempre. Fue un gran hombre y un precursor de la cultura barranquillera', expresó su esposa Patricia Gómez, quien lleva ahora la batuta de la comparsa y espera seguir con el legado del ‘Rey del Barrio Abajo’.