6.297 familias del Atlántico esperan recibir sus subsidios de vivienda
Propietarios se muestran preocupados frente al problema y a la crisis del sector constructor.
“A mí me aprobaron el subsidio de vivienda ‘Mi Casa Ya’ por un valor de $27 millones el año pasado, pero la modificación del programa que anteriormente era por salarios mínimos y ahora es por el nivel del Sisbén me ha afectado porque ahora no he encontrado respuesta alguna por parte de la caja de compensación, ni de los bancos ni mucho menos del Gobierno”.
Así lo manifestó Ricardo López, propietario de una vivienda de interés social (VIS) en el norte de Barranquilla, quien señaló que el represamiento de este subsidio le ha generado gran incertidumbre, ya que esto ha afectado la entrega de su inmueble.
“No ha existido un compromiso de las constructoras en materia de entregas, ya que muy seguramente ellos están esperando los recursos del Gobierno, pero es algo que nos ha afectado como propietarios que somos 290 en un solo proyecto”, expresó López en diálogo con EL HERALDO.
Misma situación afronta Laura Molina, propietaria de un apartamento en Barranquilla, quien desde el mes de septiembre de 2022 se encuentra esperando que el Gobierno asigne y desembolse a los habilitados del año pasado, pero no ha sido posible ni tampoco ha recibido respuesta.
“Ya he pagado $35 millones, y si llego por casualidad a desistir de la vivienda, la constructora me dice que perderé parte de mi dinero, pero no es por culpa mía, sino porque el Gobierno no ha cumplido con el desembolso de ese subsidio”, manifestó.
A esta problemática se le suman los incumplimientos en las fechas de entrega con los incrementos en los valores de cada vivienda.
“Ha habido incumplimientos, ya que supuestamente teníamos fecha de entrega en diciembre de 2022 y la constructora lo aplazó para septiembre de este año, y a eso se le suma el aumento del precio del apartamento en casi $25 millones a pesar de que la negligencia de entrega estaba de parte de ellos”, sostuvo López.
Según la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) seccional Atlántico), dentro de los 40 mil hogares colombianos que tienen negocios inmobiliarios cerrados y que están a la espera de recibir el subsidio de ‘Mi Casa Ya’, aproximadamente 6.297 familias son del Atlántico.
Camacol Nacional reiteró que las viviendas VIS se desplomaron un 64 % en febrero en materia de ventas, mientras que en el Atlántico disminuyó un 70 %, al pasar de 2.566 propiedades vendidas en 2021 a 640 en febrero del presente año.
“Es importante resaltar que el departamento del Atlántico siempre ha sido uno de los territorios con mejor disposición de compra del país, donde 8 de cada 10 unidades vendidas son de vivienda de interés social”, indicó Laura Restrepo, gerente de Camacol Atlántico.
Agregó que pese a estos indicadores, la participación del sector constructor en el PIB departamental es del 5 % y que cerca de 72 mil empleos se encuentran comprometidos si continúa este panorama negativo de la vivienda a nivel nacional.
Una constructora manifestó, a través de una carta dirigida a un propietario que expuso su inconformidad por los retrasos en la entrega de su vivienda, que las causas que han influido en el avance de los proyectos han sido las dificultades que ha tenido el sector de la construcción.
“A esto se le suma la escasez de materiales necesarios para la ejecución de las obras, entre ellos el acero, ventanería, carpintería metálica, PVC. Con el fin de aliviar esta dificultad realizamos alianzas con nuevos proveedores”, dice la carta.
Agregan que los plazos en las entregas de los materiales, que normalmente eran de un mes, han pasado a ser hasta cinco meses, situación que según ellos afectó el ritmo de ejecución.
De acuerdo con Guillermo Herrera, presidente de Camacol, “la única manera para poner freno a las alertas es que a través de la Ley de Adición Presupuestal se garanticen $3,3 billones para atender los subsidios de ‘Mi Casa Ya’ pendientes”.
Según Bruce Mac Master, presidente de la Andi, esta problemática de las familias representa una gran crisis para el sector a nivel nacional.
“No solamente el problema radica en las ventas y en el bienestar de los hogares, sino en materia de empleo. A eso se le suma los inventarios de las construcciones en viviendas VIS, están disparados en sus precios, entonces pienso que el sector empresarial se encuentra en cautela frente a esa situación”, sostuvo.
