“Últimamente he tributado menos de lo que hacía antes producto de la desaceleración económica que vive el país, y eso se ha visto reflejado en mi empresa que ha sufrido el impacto de la misma. Cada vez vendo menos y se me ha dificultado cumplir mis objetivos laborales. He tenido que salir de algunos empleados porque la capacidad no me da para seguirles pagando”.
Con esta frase, un mediano empresario barranquillero empezó su conversación con EL HERALDO, afirmando que por su situación, pese a no estar mal como otros producto de la desaceleración económica, ha tenido que recortar gastos para poder cumplir con sus obligaciones.
“En este último año he sostenido la empresa con las uñas, no ha sido fácil, incluso estuve ad portas de no renovar mi matrícula porque era pagarla o que me cortaran los servicios públicos, que entre otras cosas están costosos. La situación no está fácil ni antes ni ahora. No sé lo que me depare el resto de año”, dijo el empresario.
Este caso puede parecerse al de muchos empresarios no solamente en Barranquilla, sino también en Colombia, puesto que a medida que la desaceleración económica toca la puerta de cada empresa son menos las oportunidades de aumentar su tributación.
Esta situación se ha visto duramente reflejada en el recaudo tributario del país, ya que en el acumulado hasta el mes de abril del presente año dicho recaudo se desplomó un 10,3 %, llegando a $85,9 billones. Esta cifra representa el 28,3 % de la meta de recaudo bruto para 2024 ($312,4 billones) y se ubica por debajo de la ejecución proyectada que es de 32,4 %, según los cálculos del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf).
De acuerdo con un análisis de Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, en lo que va del siglo, solo en 2010 se había registrado un desplome de esa magnitud en el mismo periodo (hace 14 años), y esto debido a la gran crisis financiera internacional.
Las razones
Diferentes expertos y analistas económicos sostienen que el aumento en las expectativas de recaudo en conjunto con el incremento de gasto sin inversión han influido para tener unas cifras flojas, esto teniendo en cuenta que el país vive una desaceleración en su producción, ventas y empleo en los segmentos más importantes de la economía colombiana.
En diálogo con EL HERALDO, el economista Joseph Dacarett precisó que hay dos factores: uno es la carga tributaria tan fuerte que trajo consigo la última reforma, y dos, el gasto desbordado que tiene Colombia sin ningún tipo de inversión.
“El 90 % de los ingresos que genera este país son del sector privado. Entonces, ¿qué ha pasado? Estamos exportando menos petróleo, menos carbón, y ahí podríamos estar hablando de un promedio de $4 a $5 billones menos de tributación”, explicó el experto a este medio.
En ese sentido, agregó que la construcción está de capa caída con un 60 %, lo que significa menos tributación. “Las empresas de servicios como la hotelería, el turismo y demás están en un mal momento, es menos tributación. Los alimentos con el nuevo impuesto saludable hay menos tributación porque se están vendiendo menos unidades. Y con el tema de los gastos, no ha habido un trabajo del Gobierno nacional para llevar a cabo las grandes obras que llevaría a impulsar más la tributación”.
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Para el economista Mario Fernando Cruz esto viene siendo un hecho inédito en la historia económica del país.
“Esto sin duda alguna es efecto de la reforma tributaria, estancamiento económico, la caída de confianza e inversión, el aumento de desempleo y la deficiente gestión de la Dian”.
Alerta roja
Los expertos económicos señalan que esto puede generar una alerta roja para las finanzas públicas. Y es que tras conocerse la baja considerable en el saldo de Depósitos del Tesoro Nacional (DTN) del Banco de la República por parte del Gobierno, también se le suma una reducción considerable por tipo de impuesto.
De acuerdo con Diego Montañez-Herrera, economista de la Universidad Eafit, hay preocupación por la caída en un 51 % en el impuesto de renta, siendo el tercer tipo de impuesto que más decreció.
“Preocupa la caída del impuesto de renta que representó el 53 % del recaudo total tributario para Colombia en el año 2023, así como el impuesto de la normalización tributaria que cayó un 83 % y el impuesto al consumo de bienes e inmuebles en -55 %”, explicó el economista.
Consecuencias a futuro
No hay una noticia alentadora a futuro ante estos indicadores en rojo del recaudo tributario, y muchas de ellas no deparan cosas buenas en materia de empleo e inversión.
El economista Joseph Dacarett precisó que ante este fenómeno de desaceleración económica, sumado a la baja del recaudo tributario, una de las consecuencias será el aumento en el desempleo. “Si no hay inversión y si no estamos creciendo, no hay nuevos puestos de trabajo, por el contrario, el desempleo aumentará. Si no hay inversión, no hay la fábrica nueva, no hay la nueva línea de producción. Si no hay nuevos puestos de trabajo, no hay plata en los bolsillos de la gente, y sin eso no hay consumo y por ende las ventas caen. Eso se transforma en un círculo vicioso que nos va llevando poco a poco a la parálisis donde estamos”, destacó Dacarett a este medio.
El exsenador Álvaro Uribe Vélez también se refirió a este tema, manifestando que con el manejo que la economía colombiana ha tenido era esperable la caída del recaudo tributario.
“Puede darse un deterioro de la cartera bancaria y los ciudadanos cada día tendrán más dificultad para pagar predial a los municipios”, publicó Uribe.
¿Qué se debe hacer?
José Manuel Restrepo, ex ministro de Hacienda y actual rector de la Universidad EIA, dijo que “si el Gobierno nacional no construye con el sector empresarial un plan de reactivación, y deja tanta peleadera e ideas que solo generan desconfianza, esta crisis se agravará y esto tiene impacto en el empleo, en la inversión productiva y social, en la pobreza e inequidad, y destruye la capacidad productiva del país de largo plazo”.
A su vez, Dacarett recalcó que se debe reactivar la economía a través de la inversión y hacer un recorte inteligente en los gastos.
“Hay que invertir donde realmente vaya a generar en la economía una dinámica de efecto en cadena, y uno de esos efectos en cadena será el sector de la vivienda. Hay que invertirle a ese sector, ya que es uno de los grandes jalonadores de crecimiento económico y de empleo”, puntualizó Joseph Dacarett.


