Alza en tarifas de energía influirá para que el ‘corrientazo’ suba un 15 %

'Aunque no quiera, posiblemente tenga que subirle un 15 % al precio de los platos que vendo en mi restaurante, ya que las materias primas, que en su mayoría son alimentos, no han bajado y las tarifas de los servicios públicos, en especial la energía, se han incrementado'.

Así lo manifestó Julián Gómez, dueño de un restaurante en el norte de Barranquilla en diálogo con EL HERALDO, quien mostró su preocupación por el aumento de gastos que ha tenido que asumir últimamente, y aunque todavía no ha aplicado alzas en los platos, en especial el popular ‘corrientazo’ por temor a perder su clientela, que en su mayoría son trabajadores de empresas cercanas a su establecimiento, prevé que, de seguir esta senda alcista, le tocará aumentar.

'Yo vendo el popular ‘corrientazo’ entre los $13 mil y $15 mil, dependiendo de la proteína, y aún así he mantenido esos precios, pero el detalle está en que he tenido que costear las alzas de los servicios públicos, en especial la luz que está por las nubes. Esto último ha subido hasta un 30 % o algo más, a eso se le agrega las materias primas de alimentos; por ejemplo, el pescado ha subido, y la carne, pese a no incrementar su precio en este último tiempo, permanece con un valor alto desde 2022', explicó Gómez, quien a futuro ve la posiblidad de adquirir paneles solares para su negocio con el fin de ahorrar costos.

Y es que el panorama de Gómez es muy similar al que viven muchos establecimientos de comida tanto en Barranquilla como en Colombia. De acuerdo con los cálculos de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodrés), plantearon un incremento entre el 10 y el 15 % para los precios de los restaurantes, entre los que se va a ver afectado el popular ‘corrientazo’.

Guillermo Gómez, presidente de Acodrés Nacional, le dijo a EL HERALDO que este análisis del gremio se debe al aumento que continúa sufriendo el sector en materia de precios de alimentos, los servicios públicos, particularmente la energía, los arriendos y ajustes con los que empieza el 2024, como el del salario mínimo y el incremento del 10 % al 15 % del impuesto saludable, que fue aprobado en la reforma tributaria de 2022.

En ese sentido, afirmó que se trata de uno de los costos más altos de un menú en un restaurante. 'La opinión confunde que el haber bajado uno que otro insumo quiere decir que las principales materias primas de un restaurante también lo hicieron y no es la realidad. Por ejemplo, el caso del huevo, que esta semana ha sido noticia que su precio bajó, y Fenavi nos explicó que eso sucede porque este es un mes donde cae mucho el consumo, por lo que hay oferta, pero una vez que se normalice el colegio y demás centros de consumo de huevo, pues el precio se recupera, entonces hay que explicar que a los restaurantes no les bajan los precios de las materias primas y están obligados a subir los precios de los menús'.

De acuerdo con Acodrés, algunos restaurantes en Colombia decidieron no subir los precios de los platos en 2023 por temor a perder clientes, pero el promedio de aumentos en los menús de restaurantes fue 10 veces, cosa que, según Guillermo Gómez, no había ocurrido antes.

'Los mayores aumentos los habíamos tenido en 2022 con siete incrementos, y en 2023 fueron diez. Normalmente un restaurante subía uno o máximo dos veces al año los precios de esos menús. Con esto queremos decir que a los restaurantes no les gusta subir precios, porque la reacción automática es la pérdida de clientes. En ese sentido, la competencia directa de la industria gastronómica es cuando las familias tienen que cocinar en casa, porque sienten que la comida fuera del hogar está costosa', puntualizó Gómez.

Aterrador. Así calificó Acodrés el impacto del alza de las tarifas de energía en la región Caribe, que ha golpeado al sector gastronómico

'Si bien el impacto de los alimentos es serio en la estructura de costos de restaurantes, en la región Caribe es aterrador el impacto de la energía eléctrica, es la zona del país donde más se está cobrando el kilovatio, y en lo que tiene que ver con la estructura de los restaurantes, pasamos de tener un impacto del 10 % del precio del plato al 24 % por cuenta de la energía eléctrica, es decir, dos veces y medio de lo que normalmente se debería pagar de servicios públicos. Es por eso que la nación entera se debe tomar en serio el tema de la inflación'.

María García es auxiliar contable en una IPS en el norte de Barranquilla, y ella comenta que normalmente compra un ‘corrientazo’ por esa zona en un valor de $15 mil, y si llega a haber un aumento en el precio de dicho menú le tocará cambiar su método alimenticio.

'Yo sinceramente buscaría otro método, porque al mes no me alcanzaría. Hoy me gasto en una semana $56 mil en transporte en promedio, más $75 mil en los almuerzos, para un total de $131 mil. Es un gasto que se me incrementaría este año, por ende tendré que buscar otra alternativa', manifestó García en diálogo con EL HERALDO.

Andrea Nuñez, quien es empleada de una compañía en el norte de la capital del Atlántico, recalcó que le parece muy costoso el actual ‘corrientazo’, y que con una probable alza cambiará por completo su manera de alimentarse.

'En la última semana, para ahorrarme unos cuantos pesos, he tomado sopa, solamente eso, pero siento que no es lo ideal porque mi trabajo es de máxima concentración mental, y puede ser perjudicial para mi salud no alimentarme adecuadamente. Fácilmente puedo llegar a tener hambre a las 3 de la tarde en promedio, pero es el sacrificio que hago porque todo está caro. Ya veré si a lo largo del año busco otra alternativa', manifestó la joven.

Por otra parte, Leidy Fernández, quien administra una empresa en el norte de Barranquilla, afirmó que realiza un balance entre comer por fuera de la casa y dentro de ella; sin embargo, optará por hacer un gran mercado con el objetivo de ahorrar más dinero, ya que es mucho lo que ha gastado con un simple almuerzo por fuera de su casa.

'Si un ‘corrientazo’ cuesta generalmente $14 mil, ahora costará $16 mil, es una cosa tremenda, entonces yo buscaría otros medios porque la canasta familiar está muy cara. Yo que hago compra sé lo que cuesta cada producto. Optaría por llevarme el almuerzo preparado al trabajo o aguantaría no comer al mediodía y esperar la tarde-noche para comer algo, pero sé que eso podría afectar mi organismo a corto, mediano y largo plazo, pero eso es consecuencia de los altos precios y uno tiene prioridades y gastos diarios', puntualizó Fernández.

De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la inflación anual final de alimentos y bebidas no alcohólicas de 2023 se situó en un 5 %. Esta fue cediendo poco a poco a medida que iba transcurriendo el año anterior.

A este panorama de alzas del corrientazo se le suma el de los domicilios, ya que ellos cobran en un promedio $2 mil y $3 mil por cada carrera, pero viendo los gastos y alzas que ya han tocado a los restaurantes, estos también van a subir.

'El alza de la gasolina es un gasto que impacta a los domiciliarios. Es por ello que posiblemente aumenten $1 mil o $2 mil', expresó Julián Gómez.