En uno de los momentos más especiales de su carrera, el lanzador barranquillero Nabil Crismatt vive con emoción el enfrentamiento que sostendrá este jueves 28 de agosto (1:10 p.m.) ante José Quintana, su amigo, mentor y compatriota, en el juego entre los Diamondbacks y los Cerveceros, en las Grandes Ligas.
En diálogo con EL HERALDO, Crismatt compartió lo que significa este duelo para él y para el béisbol colombiano.
¿Está muy emocionado con ese duelo que sostendrá hoy contra su compatriota José Quintana?
Sí, claro, algo bien emotivo, especialmente enfrentando a José (Quintana) que ha sido una persona que desde que yo empecé a jugar el juego ha estado siempre ahí apoyándome, y yo a él. Creo que lo de este jueves va a ser algo bien grande para todos. Trataremos de dar el mejor espectáculo posible para todos.
Imagino que disfrutando del presente es los Arizona Diamondbaks, novena con la que ya consiguió su primer triunfo…
Es algo que vengo trabajando desde 2023, cuando salí de Grandes Ligas, el volver, el mantenerme en el juego, y creo que este año he puesto todo a la línea para buscar la mejor versión de mí, y creo que todo se está dando de la mejor manera y espero continuar de esa manera hasta el final de la temporada.
“No sé hacer más nada, no me da vergüenza decirlo, esto es lo que amo, lo que vivo. Lo disfruto al máximo”, dijo el pitcher barranquillero Nabil Crismatt Abuchaibe. ¿A qué se dedicara actualmente si no fuese beisbolista? pic.twitter.com/n2GoY8Td6E
— Deportes El Heraldo (@DeportesEH) August 27, 2025
Ha tenido dos salidas muy buenas, dejando claro que sus intenciones son mantenerse esta temporada en la Gran Carpa. ¿Qué le han dicho en la organización?
De verdad que todo ha sido positivo. Al fin y al cabo esto es lo que uno debe hacer cuando la oportunidad se presenta y creo que los resultados se han dado. Espero seguir por esa línea. Gracias a Dios me han dado la oportunidad de ser abridor, porque eso es lo que he venido buscando durante toda mi carrera desde que llegué a Grandes Ligas, porque siempre he sido abridor en ligas menores, pero cuando subía a Grandes Ligas siempre me mandaban al ‘bullpen’. Esta es una vitrina muy grande para mí y para mi carrera, y estoy tratando de aprovecharla al máximo dando lo mejor de mí.
Sabemos que estuvo en los Filis de Philadelphia lanzando más de 100 entradas en ligas menores y no había tenido la oportunidad de subir. ¿Cómo fue ese cambio de pasar a los ‘Dbacks’ y de una vez recibir el llamado a Grandes Ligas?
Filadelphia es una gran organización, no tengo palabras para describirla, siento que me trataron muy bien, es la mejor experiencia que he vivido en triple A como organización. Simplemente la oportunidad no estaba ahí. El juego del béisbol es un juego de oportunidades, a veces hay que caer en el lugar preciso, en el lugar correcto, y que Dios abra la puerta. Desafortunadamente allá no se abrió. Estaba empujando para eso, pero tienen ahora mismo unos abridores muy sólidos en la rotación y pues cuando se presentó el espacio ellos prefirieron hacer otro movimiento y eso es entendible, es parte del juego. La oportunidad ahora se presentó acá —en los Diamondbacks— y todo se ha dado de la mejor manera.
¿Cómo fue ese saludo con José Quintana cuando se vieron antes del inicio de la serie?
Mucha gente lo sabe. José y yo tenemos una hermandad, hablamos constantemente. Él se ve mis juegos, yo los de él. Nos hemos seguido las carreras en los últimos 10 años. Tenemos más que una amistad una hermandad, y hemos venido hablando de eso. Yo hace una semana le estaba ‘mamando gallo’, porque yo estaba contando los días y a él le tocaba lanzar el miércoles. Y yo le decía: ‘nojoda, qué casualidad que te toca a ti el miércoles y a mí el jueves’. Y me dice: ‘nojoda, Crismatt, no se va a dar la vaina (el enfrentamiento entre ambos)’. Y fíjate que hay un abridor de ellos que viene de la lista de lesionados y él tiene que pichar cada seis días y no cada cinco, entonces la rotación se les movió de casualidad esta semana y José calló preciso el día que me toca a mí lanzar. Eso es una cosa de Dios. Sin duda es un momento que lo vamos a disfrutar al máximo. Las experiencias vividas no se olvidan. Esto es un orgullo para mí y para toda Colombia. Hay que seguir tirando para adelante. Como se lo dije a José, ojalá los dos tiremos los seis o siete inning que nos corresponden y que después de ahí el juego se defina (risas).
Nabil Crismatt Abuchaibe (Diamondbacks) habló con @elheraldoco del duelo colombiano de pitcheo de Grandes Ligas con José Quintana (Cerveceros), este jueves en el American Family Field, de Milwaukee. “Más que una amistad, José y yo tenemos una hermandad”, dijo. pic.twitter.com/YD1Gr8TuOt
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¿Hicieron alguna apuesta? ¿Qué paga el que pierda el juego este jueves?
No, si hay que pagar tiene que pagar Quintana que ha hecho más (risas). No pero bacano, va a ser una competencia increíble. José está pasando por un gran momento en su carrera y yo también, así que vamos a dar un buen espectáculo ese día.
En la ‘temporada muerta’ siempre lo vemos en la casa de José Quintana, subiendo historias y trabajando juntos trabajando. ¿Qué tanto ha influido José en su carrera y en su crecimiento como lanzador?
José es un profesional. Independiente de la hermandad o lo que sea tengo una admiración grande por él, por su profesionalismo, y creo que lo ha demostrado, por eso se ha mantenido tanto años en este juego. Este es un juego que no todo el mundo entiende. En esto se requiere a veces más de lo mental que de lo físico, saber pasar por circunstancias y siempre levantarse. Creo que todos hemos aprendido de él, es un buen mentor, un buen profesor, nos ha ayudado a cada uno de nosotros, nos ha puesto un granito de arena y obviamente ya después de ahí uno tiene que tratar de hacer las cosas por su cuenta. Pero siento que José es una persona que le ha dado mucho al juego y de verdad es admirable el ver hasta dónde ha llegado. Uno trata de seguir esos ejemplos, esa es la meta mía. Como yo le digo a José: ‘yo no me voy a retirar hasta que tú te retires (risas).
¿Si usted no fuera beisbolista qué sería hoy en día?
Soy de una familia de pilotos. A mí la aviación me encanta, creo que si no se hubiese dado lo del béisbol me hubiese encantado irme por esa rama de la aviación. Pero la verdad es que desde muy niño Dios me dio la posibilidad de jugar este hermoso deporte. No sé hacer más nada, no me da pena decirlo, esto es lo que amo, lo que vivo, lo disfruto al máximo, no importan donde esté. Pienso que si el futuro me da la oportunidad quiero devolverle algo al juego, no sé en qué aspecto sería, pero quiero hacerlo. Ojalá dios me de salud y me permita jugar por mucho tiempo este deporte. Hoy estoy en mi mejor versión.
Háblenos de su pitcheo de cambio de velocidad…
Mi pitcheo de cambio es lo que me tiene comiendo hace 14 años, es como quien dice, la mejor arma que tengo, un arma que la desarrollé desde los 16 años. Para salir de Dominicana exigían que uno tirara un cambio y con el transcurrir del tiempo he tenido la posibilidad de hablar con muchos jugadores, muchos maestros del pitcheo, que me han enseñado a mejorarlo. Todo el mundo tiene un agarre diferente. Es difícil explicarlos si no juegas el juego. A veces te tiran la bola y uno de inmediato siente si tiene más o menos costura, si está limpia o sucia, si te cae bien. A todo el mundo lo enseñan diferente, entonces uno tiene que buscar la comodidad. Yo puedo decirte cómo yo tiro mi cambio, pero de pronto a ti no te funciona de esa manera. Por ejemplo, yo tranco la muñeca, mucha gente no lo hace, sino que lanza con la muñeca abierta. Yo siento que el cambio me ha ayudado muchísimo en el juego.
¿Cómo ha visto a los otros colombianos que están hoy en Grandes Ligas?
Yo los veo a todos muy bien, muy tremendo. En el juego a veces uno pasa por momentos difíciles pero a todos los veo con la madurez para levantarse y seguir intentándolo. A todos les deseo lo mejor, a Urshela, a Patiño, a Gustavo (Campero) que se lesionó ahora, siempre estoy al tanto de todos. Yo sigo mucho el béisbol colombiano. A mí me da mucha satisfacción que el béisbol siga creciendo en Colombia y ojalá que sigamos teniendo más apoyo, porque hay mucho talento. Ahora viene el Clásico Mundial el próximo año y vamos a tener un muy buen grupo para poder competir.
¿Usted va a estar con Colombia en el Clásico Mundial?
Eso no se pregunta. Cada vez que yo tenga la posibilidad de ponerme esa camisa lo haré con orgullo, porque es de las mejores sensaciones que uno puede sentir como jugador, el llevar esa bandera en el pecho y representar a Colombia tiene precio. Es una sensación diferente. No importa el nivel en el que tú juegues, cuando tú juegas por la patria eso es una unión increíble que no se ve en los equipos. Suena difícil, pero el juego te hace ser un poco individualista por la forma como el juego es evaluado. Al fin y al cabo el juego de paga por los números que tiene y no por ser compañero. Pero en la Selección es diferente, se juega por el país.
¿Qué es lo más barranquillero que tiene usted en medio de su rutina beisbolera?
Ahí a veces puse vallenato en el ‘Club House’. No soy tan vallenatero, pero cuando puedo mostrar mi cultura lo hago. Nosotros somos muy alegres, mucho más el barranquillero, que es muy sociable. A donde yo voy trato de mostrar eso. Soy una persona que saludo a todo el mundo. Tú sabes que el gringo, no por criticarlo, es más serio, más tranquilo, porque así los formaron. Entonces yo trato de mostrar lo que es uno como colombiano a donde voy. La del Junior no la he podido llevar porque no la tengo, sino la llevara (risas).