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Aunque lo vivió en carne propia, lo ha visto más de 100 veces y hasta se lo sabe de memoria, Carlos Valderrama se sigue emocionando con su memorable pase y el agónico golazo con el que Freddy Rincón selló el 1-1 ante Alemania, el 19 de junio de 1990, en el estadio Giuseppe Meazza, de Milán, en la tercera fecha del grupo D del Mundial de Italia.

‘El Pibe’, como muchos colombianos, dedicó la mañana de este domingo a revivir ese imborrable episodio de la historia de nuestro fútbol, a través del Canal Caracol, que en estos días de confinamiento por la pandemia del coronavirus ha reencauchado varios encuentros mundialistas de la selección nacional.

'¡Qué calidad!', fue lo primero que exclamó el legendario ‘10’ del combinado patrio cuando EL HERALDO, media hora después de que finalizó la transmisión del recuerdo, lo consultó para preguntarle sus impresiones sobre ese inolvidable juego, casi 30 años después de su disputa.

En su apartamento, en el norte de Barranquilla, rodeado de su familia, Valderrama vio las pinceladas de buen fútbol y la muestra de carácter que los dirigidos por Francisco Maturana plasmaron en el gramado del mítico estadio milanés. Incluso él, por largos ratos, se quitó el frac y se puso el overol.

'Sentí mucha alegría, ‘mano’. Mucho orgullo de haber representado a Colombia. Después de 30 años, a uno le sigue dando alegría y mucha emoción. Pero sobre todo por la manera en que jugó el equipo. Jugamos un muy buen partido', comentó ‘el Pibe’ a EL HERALDO.

Pierre Littbarski, con su gol al ángulo superior derecho de René Higuita, a los 88 minutos de juego, parecía matar las esperanzas de Colombia de una igualdad valiosa que significaba el paso a los octavos de final del Mundial.

Todo el entusiasmo se desmoronaba con ese tanto teutón hasta que un instante de inspiración se convirtió en gloria inmarcesible, júbilo inmortal. Leonel Álvarez recuperó un balón y lo cedió al ‘Bendito’ Fajardo, que se juntó mágicamente con Carlos Valderrama. El astro samario, con su velocidad genial y precisión de cirujano, citó a Rincón con la hazaña. ‘El coloso de Buenaventura’ llegó puntual y definió certero ante el intimidante achique de Bodo Illgner, un alemán de 1,90 metros de estatura, que en su afán por clausurar su arco, abrió el callejón por el cual Rincón pasó a la historia del balompié criollo.

'El gol de Freddy lo veo a cada rato, pero siempre hay emoción, pero lo más bacano fue la celebración, todos fuimos a abrazar a Freddy. Tremenda emoción', dijo Valderrama.

En medio de esa mezcla de dicha y nostalgia al rememorar un partido que se tatuó en la cabeza de las generaciones que tuvieron la fortuna de apreciarlo en su momento, el hombre de los rizos dorados destaca que durante los 30 años que han transcurrido desde aquella gesta, la gente en la calle siempre ha mostrado un sentimiento de gratitud hacia él y hacia sus compañeros por esa y muchas otras escenas exitosas.

'Después de 30 ‘ruedas’ la afición todavía lo felicita a uno y le da las gracias. Eso es muy bacano. Me siento muy contento y agradecido porque tuve la oportunidad de representar a Colombia', puntualizó ‘el Pibe’.

Lo que dijo René Higuita

El mítico arquero de la selección Colombia también revivió el 1-1 ante Alemania y manifestó a través de su cuenta oficial en Twitter: 'Gracias, Gol Caracol. Lágrimas de alegría… qué hermosos recuerdos'.