Su espejo habla portugués y vive en Turín. En el césped, con la pelota acolchada en sus botines e incluso en sus remates, Aldair Pérez exhibe movimientos de su ídolo Cristiano Ronaldo. Finta, velocidad y goles, todo lo que un delantero necesita para impresionar.
Aldair es el referente de su equipo La Victoria en el Caribe Champions. Ningún ataque del onceno aurinegro deja por fuera al talentoso extremo que nació hace el 21 de enero de 2008 en el municipio de Repelón, Atlántico.
'Desde que tenía cinco años juego fútbol. Mi ídolo es Cristiano Ronaldo y me gusta como se mueve en el campo. Trato de imitar que él hace. Es un jugador muy completo, que patea con las dos piernas, va bien al cabezazo y hace todo', destaca Aldair, estudiante de la Institución Educativa Distrital Villas de San Pablo.
En la primera jornada, disputada el día sábado, Aldair se estrenó con dos goles ante Unión Afroretenera, del Magadalena. Ayer, el excelso número siete no pudo vulnerar la red pese a que tuvo dos oportunidades claras, pero la suerte no lo acompañó.
'Nos faltó meterle más corazón y aprovechar las oportunidades. En el primer juego el equipo me ayudó mucho para poder anotar', agregó Aldair, quien defiende los colores de La Victoria hace tres años.
En el partido de ayer, ante Valledupar FC que terminó con saldo de 1-0 a favor de los valduparenses, Aldair no encontró los socios que sí tuvo en el juego inaugural del certamen. Esta vez careció de espacios, no pudo concretar una pared y cuando se decidía por la jugada individual recibía la férrea marca rival. Pero como decía Alfredo Di Stéfano: 'Ningún jugador es tan bueno como todos juntos'.
En la tribuna, sus padres, Dalys Polo, ama de casa, y Alberto Pérez, guarda de seguridad, vibraron con cada acción de juego. Al final salieron dolidos por la derrota, pero no dejaron que su retoño bajara los brazos.
'Yo le digo que lo que le queda son partidos en su vida', replica su Alberto, que salió presuroso a contener las lágrimas de su habilidoso hijo.'Lo imagino a él jugando como esos grandes de la televisión. Así como Messi o Cristiano', concluye Dalys mientras deposita un besos en la mejilla de su pequeño goleador.
























