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Jackson Martínez no deja de sufrir con las secuelas de una delicada lesión en uno de sus tobillos que tuvo en el 2015. Posteriormente tuvo que ser operado en el 2016 y 2017.

'Cada entrenamiento, cada vez que me meto en la cama para dormir... Casi todas las noches, alrededor de las 3 o 4 de la madrugada como si fuera un reloj, me despierto debido a las molestias en el pie. Después de unos minutos se pasa y me vuelvo a dormir', expresó el delantero colombiano.

Los problemas de Martínez comenzaron a raíz de una lesión que sufrió en un partido con la Selección Colombia. Desde ese momento no logró figurar como lo hizo cuando jugaba para el Independiente Medellín y en sus primeros años en el Porto.

En paso por el Atlético de Madrid y por el Guangzhou de China Jackson fue blanco de críticas por no poder aportar a sus equipos de la mejor manera.

Después de casi dos años sin jugar regresó a Portugal al Portimonense donde ha marcado cuatro goles en 10 partidos.

'Para entrenarme tampoco es fácil, no puedo hacerlo dos o tres días seguidos. Quería trabajar normalmente todos los días pero los médicos y el fisioterapeuta me aclararon que eso era imposible. Sigo un programa específico', agregó Martínez.