Cultura

El músico que hizo de la carpintería su llave maestra en pandemia

Rafael Rosales es uno de los gestores culturales que hace parte de Beneficios Económicos Periódicos. El programa irá hasta el próximo 20 de abril.

Entre cuarentena, confinamiento, aperturas y toques de queda, ya se fue un año abatido por el letal SARS-CoV-2 que sigue arrastrando vidas a su paso. Ha sido un tiempo para el recuerdo por su palpable huella en el mundo, pero a la vez para el olvido por el golpe que ha producido en sectores como el cultural.

Rafael Rosales Rodríguez, de 66 años, es una de las personas que ha sentido el impacto económico y social de cerca, luego de llevar casi toda una vida dedicado a la música. El choque fue directo a su bolsillo, pero también a su vena artística. Sin embargo, el aliciente que recibe por ser gestor cultural le ha servido de coartada para seguir poniéndole el pecho a una época que no deja de ser complicada.

Frente a este panorama, la Alcaldía de Barranquilla, a través de la Secretaría de Cultura y Patrimonio, anuncia que está abierta la convocatoria del primer semestre de 2021 para que los creadores y gestores culturales puedan acceder al programa de Beneficios Económicos Periódicos (BEPS), que consiste en una anualidad vitalicia con la que se pretende mejorar su calidad de vida y ofrecer un medio que les permita asegurar un recurso a futuro.

Los BEPS es el programa del Gobierno nacional a través del cual se ofrece una ayuda social a aquellos que no tuvieron la posibilidad de cotizar en el Sistema Nacional de Pensiones o que no alcanzan el número de semanas necesarias.

“Hasta la fecha, 239 artistas y gestores culturales han tenido la oportunidad de beneficiarse de los BEPS, y hay más de 8 mil millones de pesos destinados de la Estampilla Procultura para este beneficio. Recordemos que hay dos modalidades: anualidad vitalicia y ahorro programado”, indicó a EL HERALDO la secretaria de Cultura y Patrimonio, María Teresa Fernández.

Rafael, conocido artísticamente como Ralphy, accedió al programa en el 2019 tras llevar 46 años laborando en la música de forma independiente.

A la edad de 18 inició con su primera orquesta de salsa, llamada La Rebelión, y desde entonces lideró diversas agrupaciones musicales que se presentaban en establecimientos y eventos sociales en la Costa y a nivel nacional, hasta antes de la pandemia.

“Soy músico profesional y vivo de este arte desde 1975. Comencé a estudiar música a la edad de 12 años, en Cartagena y luego acá en Barranquilla entré a Bellas Artes. Conformé mi primera orquesta a los 18 y de ahí salieron varios músicos para otras orquestas como la de Pacho Galán y Grupo Raíces”, dijo Ralphy a este medio.

Más de 40 años fabricando instrumentos musicales.

De músico a carpintero

El artista, además de tocar la trompeta, flauta e instrumentos de percusión, también lleva la misma trayectoria en la fabricación de estos. Se considera un “autodidacta” de la elaboración de aparatos sonoros como arpas y guitarras, que fabrica en un taller que tiene en la casa de su hija.

“Me metí tanto en la música que no solo me dediqué a tocarlos, sino a hacerlos y eso me abrió más campo. Yo fabricaba los instrumentos y los llevaba a compraventas o lugares donde los vendieran, ellos me hacían el favor y se les daba un porcentaje. Imagínate ya son más de 40 años haciendo instrumentos”, expresó.

Sin embargo, hace más de un año que no elabora ningún pedido. El mismo tiempo que lleva sin tocar música afroantillana y colombiana.

“Hace un año hicimos con el Grupo Oriza un toque, el último antes de la pandemia. Además, yo trabajaba en el Rancho Currambero de planta con el Sexteto Alto Songo y estuvimos en varias ciudades del país, pero desde entonces no he hecho más música”, dijo este residente en el barrio Santa Helena.

Se vio obligado a realizar trabajos de carpintería y oficios varios para la obtención de ingresos para su hogar. Arreglos de puertas, cerraduras, gabinetes y otros mobiliarios es lo que actualmente le da para sostenerse.

“Antes pensábamos en que el viernes y el sábado teníamos que estar listos para tocar. Ahora vivo de la carpintería, esta es la que me ha salvado, sino ya me hubiera muerto hace rato”, afirmó Ralphy.

‘Ralphy’ y su primera orquesta La Rebelión.

Un respiro económico

La primera vez no quedó seleccionado, pero volvió a intentarlo y se le dieron las cosas. Rafael supo de los Beneficios Económicos Periódicos y no dudó. Esta es la forma de ayudarse económicamente de por vida, y más aún en tiempos de pandemia.

“Eso me ha servido mucho. Me ha beneficiado porque ha sido un aliciente económico para mí”.

El cartagenero, pero “barranquillero de corazón” que reside en la ciudad desde 1971, espera volver a vivir de su arte y anhela hacer su propio estudio de grabación.

Sabe que su profesión requiere de pasión y entrega, pues durante su recorrido ha vivido buscando un puesto en la industria y espera que “esta situación deprimente de llegar al extremo de fallecer sin tener ninguna oportunidad” no le suceda a él.

La carpintería ha sido su aliada y por ahora es su único sustento.
¿Quién aplica al beneficio?

La motivación al ahorro  beneficia a creadores y gestores culturales que cumplan con los requisitos de ser colombiano, residir durante los últimos 10 años en el territorio nacional y recibir ingresos inferiores a un Salario Mínimo Mensual Legal Vigente (SMMLV). Además, que se acredite, a través del Ministerio de Cultura, la condición de gestor o creador cultural, de acuerdo con los requisitos que esa cartera ministerial determine para tal fin. Y para la anualidad vitalicia se requiere, igualmente, que sea colombiano, tener mínimo 62 años de edad si es hombre y 57 si es mujer, residir durante los últimos 10 años en el territorio nacional y recibir ingresos inferiores a un salario Mínimo Legal Vigente, y acreditar ante el Ministerio de Cultura la condición de gestor o creador cultural.

Para más información puede escribir a censo_cultura@barranquilla.gov.co

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