El presidente Gustavo Petro volvió a agitar el ambiente político en el país. En una declaración sorpresiva e inesperada, el mandatario celebró este viernes la aprobación de la reforma laboral, anunció que derogará el decreto de la consulta popular y, a pesar de haberlo prometido en mármol durante su campaña, anunció su nueva propuesta de impulsar una asamblea nacional constituyente.
De acuerdo con el jefe de Estado, en las próximas elecciones legislativas de marzo de 2026, “será entregada una papeleta para convocar la asamblea nacional constituyente” con el objetivo de impulsar cambios más profundos en las leyes del país.
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“El constituyente ha sido ya convocado desde la presidencia, creo que es necesaria esa convocatoria, la participación del pueblo para cambiar a Colombia es necesaria. No llenamos una plaza de odio, llenamos todas las plazas del país, una y otra vez, llenas de esperanza. El pueblo ha despertado. El pueblo ha visto en directo, quienes están con él, quienes lo abofetean y condenan, quienes prohíben que hable, ahora ese saber popular debe expresarse en donde el pueblo es rey, en las urnas”, dijo en su cuenta de X.
Renglón seguido, agregó: “Por eso será entregada una papeleta para convocar la asamblea nacional constituyente en las próximas elecciones. Espero la decisión de millones para que el próximo gobierno y congreso tengan el mandato imperativo de construir el estado social de derecho, la justicia social, la democracia profunda con las gentes, la paz”.
El antecedente de la papeleta para una asamblea constituyente en Colombia se remonta a 1990 cuando la sociedad civil, liderada por un movimiento estudiantil, consiguió que en las elecciones legislativas de ese año una tarjeta no oficial preguntara si debía convocarse ese mecanismo para cambiar una carta magna de más de 100 años.
Aunque la llamada séptima papeleta no fue reconocida oficialmente, el entonces presidente, Virgilio Barco, decretó un estado de sitio para que se organizara un plebiscito constitucional en las presidenciales de ese mismo año, lo que dio origen a la Constitución actual.
Freno en seco
La declaración del presidente no tardó en ser rechazada por diferentes integrantes independientes y de oposición. Uno de ellos fue el senador conservador Efraín Cepeda, presidente del Senado, quien le aclaró al mandatario que la convocatoria de una asamblea nacional constituyente debe pasar por el Congreso.
“La Constitución es clara y dice que tiene que pasar la convocatoria de la asamblea constituyente por el Congreso de la República. De manera que, en primera instancia, no veo viable esa posibilidad porque no se le puede hacer un atajo a la democracia, un atajo al Congreso de la República”, expresó Cepeda.
Por su parte, el expresidente Iván Duque señaló: “Es importante que la organización electoral le diga al “principito” que él no puede incluir papeletas o tarjetones en las elecciones de 2026. No más decretazos, cabildos y constituyentes populares para amenazar a las instituciones. Ya le tocó agachar la cabeza con el Congreso y tuvo que aceptar las modificaciones que le introdujeron a la mal llamada reforma laboral, que en realidad es una reforma pro sindical. No más abusos de poder: las instituciones se hacen respetar”.
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Además, María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, consideró que el anunció del presidente es un nuevo intento de “eludir la constitución”.
“Petro, no sueñe con intentos de golpe de Estado. Esta absurda propuesta de convocar una Asamblea Constituyente por medio de una papeleta en elecciones no es más que un intento más de eludir la Constitución y concentrar poder. En la democracia colombiana las reglas están claras: se requieren los cauces legislativos, control de las Cortes y amplio respaldo ciudadano. No permitiremos que se diluya el Estado de derecho bajo eslóganes populistas”, manifestó la opositora.
Renglón seguido, su coopartidario Andrés Forero advirtió: “La consulta realmente era la cortina que estaba tratando de ocultar el deseo real del presidente y es convocar a una Asamblea Nacional Constituyente en contra de las promesas que hizo en campaña”.
Por su parte, la congresista Cathy Juvinao, de Alianza Verde, aseguró que el presidente está desesperado por “por encontrar una estrategia electoral” de cara a las elecciones del 2026.
“Da risa, pero a la vez susto: Petro está tan desesperado por encontrar una estrategia electoral que ya uno no sabe hasta dónde pueda llegar. No es capaz de por lo menos un día tener una agenda tranquila, de darse el tiempo de celebrar sus propios triunfos como la reforma laboral, por ejemplo. No: Petro no sabe sobrevivir en la tranquilidad ni como gobernante sensato. Solo le sirve es el caos. Es adicto a la confrontación, al incendio, a la agitación. Qué triste y patética manera de terminar un gobierno”, indicó.
Convocatoria
De acuerdo con la organización Misión de Observación Electoral (MOE), para convocar una asamblea nacional constituyente, tanto el Senado como la Cámara de Representantes deben aprobar una ley para consultar a los ciudadanos acerca de esta convocatoria. En caso de ser aprobada, la iniciativa deberá ser presentada a la Corte Constitucional para que avale definitivamente la realización de la votación.
La convocatoria de la Asamblea Constituyente será aprobada cuando al menos una tercera parte de los integrantes del censo electoral voten afirmativamente. Teniendo en cuenta el censo actual se necesitarían al menos 12.988.505 votos por el Sí.
Papeletas no existen
Alfonso Gómez, quien se desempeñó como ministro de Justicia en el Gobierno de Juan Manuel Santos, ratificó que único camino para convocar una Asamblea Nacional Constituyente es a través del Congreso de la República.
En este sentido, aseguró que las papeletas a las que se refiere el presidente en la actualidad “no existen”.
“En primer lugar, lo de las papeletas ya no existen. El trámite del año 90 con la séptima papeleta consistió en que en el mes de marzo iba a haber unas elecciones, en ese momento no se usaba el tarjetón como ahora, sino una papeleta. Entonces se sacó un decreto, un decreto de estado de sitio, que la Corte Suprema luego lo avaló en votación dividida para decir que la Registraduría podría ejecutar una séptima papeleta para que los colombianos dijeran si podían cambiar o no la Constitución”, explicó el jurista.
“Yo no sé quién le pudo decir al señor presidente que hoy, en el año 2021, puede un presidente por decreto desencadenar un proceso constitucional. No hay ninguna posibilidad de hacerlo, ninguna posibilidad de hacerlo con una introducción, en este caso habría que decir no una papeleta, digamos, un tarjetón adicional hoy no, no es posible. Tiene que ser una ley del Congreso”, agregó.
A su turno, el exfiscal Francisco Barbosa manifestó: “Muchos se hacen los sorprendidos, pero lo de Petro no es nuevo. Desde hace años viene dejando claro que su verdadero proyecto es subvertir el orden constitucional de Colombia. Le incomoda la Constitución de 1991 porque limita al poder, garantiza la separación de poderes y protege nuestras libertades. Él no quiere controles ni contrapesos: quiere ser jefe del Congreso, de los jueces, del fiscal y de todo el país”.
Según el abogado, la propuesta de una constituyente no es “para profundizar la democracia, como eufemísticamente lo plantea”, sino que “es para destruirla. Es para concentrar el poder, perseguir a los contradictores y perpetuarse”.