'Papá, papá, mataron a mi hermano'.
A este hombre se le fue el mundo encima, como dice, cuando le dijeron que su único hijo había muerto en el marco de la Operación Colombia en Casa Verde.
Sentado, con la gorra militar de su hijo en las piernas, y llorando, expresó: 'Fue muy triste, era mi único hijo varón. Uno culpa a Dios, pero él no tiene la culpa. Eso fue el destino'.
En el marco de esta operación, recordada como un éxito para la Fuerza Aérea Colombiana por la complejidad de la misma, perdieron la vida el teniente Julio Sanabria, el subteniente John Alarcón, el técnico tercero Jaime Ríos y el técnico cuarto Reinel Gómez.
Este jueves, en el segundo espacio de escucha de la Fuerza Aérea Colombiana ante la Comisión de la Verdad, las víctimas narraron hechos atroces por parte de grupos ilegales.
La FAC tiene, según el último reporte de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas con corte junio 2019, 4.765 víctimas directas e indirectas, en el cual el hecho victimizante con mayor ocurrencia fue el desplazamiento forzado, seguido de homicidio y amenazas.
Durante el mismo espacio de escucha, la institución entregó su segundo informe colectivo a la Comisión de la Verdad.
'El texto aborda, desde un análisis cuantitativo y cualitativo, las afectaciones individuales y grupales que se generaron en los integrantes de la institución, víctimas del conflicto armado y sus familias', explicó la comisión.
Más que una cifra.
El 4 de agosto de 2008 en Melgar, Tolima, el técnico jefe William Triana fue asesinado. En medio de un vuelo de instrucción fue dinamitado. Hecho que se le atribuyó a las extintas FARC.
'Fueron días interminables, de mucha confusión y dolor. La onda expansiva lo hizo rodar lejos, después de tres días encontraron el cuerpo y lo que siguió fue peor', contó Raquel Lesmes, esposa de Triana.
Raquel contó que luego de esa noticia no quiso vivir más, no quería hacer nada porque no encontraba algún sentido.
'Mamita, levántate de ahí que yo aún existo', esas fueron las palabras que dice que la sacudieron. Desde ese momento se dio cuenta que tenía una razón para seguir luchando.
Las víctimas del conflicto armado colombiano no tienen apellido que las excluya. Varios sectores de este país han aportado su cuota de duelo en los hechos trágicos que dejó la guerra.
Sin embargo, a pesar de que Colombia tiene más de 9 millones de víctimas, estas suelen ser recordadas solo como una cifra.
'Cuando ocurre la tragedia nos ven, más que con solidaridad, con lástima y después pasamos a ser una cifra, un número estadístico que le sirve al Estado para soportar resultados mentirosos que poco nos beneficia y al final terminamos en un triste anonimato. Solo somos recordados cada vez que nos piden contar nuestra historia', señaló Lesmes con tristeza.
Por ello, en medio del espacio de escucha en la Comisión de la Verdad, hizo un llamado al país para que apoyen 'las buenas ideas para la paz'.
'Le pido a mi Dios que la gente no sea tan indiferente ante estos hechos, que se den cuenta que también les puede pasar y que todos podamos poner un grano de arena para que vivamos en paz'.





















