Inicia construcción de primera fase de acueducto en Bosconia
Con una inversión de $13.186 millones inició la primera fase del proyecto que garantizará el suministro del líquido para los 46.000 habitantes en este municipio del Cesar.
Históricamente Bosconia, uno de los municipios con las más altas temperaturas en el Cesar, ha padecido por la falta de agua potable. La situación es tan extrema, que sus 46.000 habitantes se surten del líquido, con los camiones que llegan cargados de Valledupar, comprando canecas para tomar o preparar los alimentos, ya que el que llega por las tuberías, extraído de pozos profundos, no es apto para el consumo humano.
Después de muchos años de padecimiento, por fin esta población contará con un sistema de acueducto con capacidad para garantizar cobertura, calidad y permanencia de agua, a través de un proyecto por $13.186 millones, financiado por la Gobernación del Cesar, en convenio con la administración municipal.
Fermín Ospino, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Villa Elvia, indicó que además de resolver unas de las necesidades básicas en este municipio, el nuevo acueducto representará un ahorro a los hogares, que en promedio compran 30 canecas mensuales para abastecerse de agua.
Por su parte, Edgar Rodríguez, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Villa Hermosa, sostuvo que esta primera fase del acueducto, impactará con continuidad del líquido a los habitantes de Bosconia.
La alcaldía de Bosconia contrató los estudios y diseños de la obra, y el gobierno departamental aportó los recursos para su ejecución. El gobernador encargado del Cesar, Andrés Meza Araujo, anunció que además se está gestionando la financiación de la segunda fase de este mismo proyecto, cuyo valor alcanza los $35.000 millones.
La primera fase del acueducto urbano de Bosconia contempla la construcción de una línea de impulsión y un tanque de almacenamiento con capacidad de 2.000 metros cúbicos, así como la instalación de redes de distribución para los barrios Villa Hermosa, 20 de Mayo y El Bosque, que nunca han tenido las conexiones domiciliarias.
La venta de agua en canecas prolifera en las calurosas calles de Bosconia, así como negocios con grandes tanques para su almacenamiento, es la industria alterna que se ha generado ante una problemática histórica: la falta de líquido potable.
Sus habitantes no habían tenido otra opción que pagar doble por un servicio de “mala calidad”. Uno, el que les cobra cada mes con la factura la Empresa de Acueducto, y el otro, al que recurren para por lo menos, en medio de la creencia de consumir agua apta, comprándola de los carrotanques que llegan cargados desde la capital del Cesar.
El agua que suministra la administración municipal al pueblo es de pozos. “Cada dos días compro dos canecas, que me alcanzan para preparar los alimentos y tomar, porque para los quehaceres de la casa usamos la que viene de la tubería”, indicó una ama de casa en el barrio El Paraíso.
La Empresa de Servicios Públicos de Valledupar informó que el robo y contrabando de agua no solo lo hacia Bosconia, sino a otros municipios incluso de La Guajira y Magdalena le está causando un grave impacto a la entidad.
Cada camión que sale carga alrededor de 150 metros cúbicos de agua, que, multiplicado por la cantidad de vehículos involucrados en este negocio, se vuelve incalculable el agua que se llevan de Valledupar no solo a Bosconia, sino a otros municipios, incluso del Magdalena.
En Bosconia hay sitios con tanques de grandes volúmenes donde depositan el agua para después distribuirla en las comunidades en canecas de 20 litros.
