El cambio de vida de Edulfo Villar: de vender tinto a alcalde de Bosconia
Con bingos en los barrios y ventas en las calles se ganó la confianza de los habitantes de este municipio del norte del Cesar y ahora es el primer mandatario local.
De tintero a alcalde de Bosconia, así fue el transcendental cambio de vida de Edulfo Villar Estrada, quien se ha convertido en un ejemplo de vida para los habitantes de este municipio en el norte del Cesar.
A sus 35 años alcanzó el cargo de primer mandatario en el municipio donde nació y creció, arrastrando las cadenas de las necesidades de su pueblo y sosteniéndose con la venta de tintos, labor que aprendió de su madre Nubia Estrada.
Sin maquinaria y padrinos políticos, Edulfo Villar, a punta de bingos de barrio y repartiendo café, armó la mejor estrategia que lo llevó a consagrarse alcalde de Bosconia el pasado 27 de octubre con 5.045 votos, 104 sufragios más que su principal rival Jorge Patiño.
“Armé unos bingos de barrio, esto me permitió hacer muchas cosas importantes, primero hacía la toma de barrio invitando a todo mundo a jugar y en esa invitación la persona me conocía. Lo segundo era congregar un número importante de personas. Tercero les contaba mi historia de vida, de donde venía, quién era y qué podíamos lograr. Yo era la persona que de manera simbólica repartía el tinto a los asistentes y les decía que esto era un acto humilde de servicio y quiero servir a la gente. Que me digan que soy el tintero, no me importa, porque el servir un tinto en las manos es un acto de servicio”, expresó el nuevo alcalde de Bosconia.
Nacido en el barrio Dieciocho de Febrero, uno de los sectores más vulnerables de Bosconia por falta de agua potable, alcantarillado, vías pavimentadas y problemas de inseguridad, Edulfo Villar recorrió cada rincón del municipio con un termo con café a la mano y sus propuestas de trabajo como alcalde.
“Por la ubicación de Bosconia, mis padres se vieron atraídos y por la carencia de recursos allí se radicaron, hicieron parte de una invasión, donde nací y crecí en una casita de plástico, a medida que fuimos creciendo la hicimos de bahareque y de barro, mientras mis hermanos y yo nos íbamos educando logramos construirle la casa de material. Soy un hombre criado en los sectores populares con muchas necesidades. Yo sé qué es no tener agua, luz, alcantarillado, Dios me puso todo eso en el camino para que las viviera y cuando tuviera la posibilidad fuera sensible ante esa situación”, sostuvo el nuevo alcalde.
El camino a la alcaldía
Su camino como alcalde de Bosconia inició con la venta de tintos en el sector conocido como El Cruce, donde con ayuda de su madre costeó su carrera como abogado en la Universidad Popular del Cesar.
Edulfo viajaba a Valledupar todos los lunes para estudiar y regresaba los viernes a Bosconia, para vender tintos los fines de semana y de esa forma recaudar dinero para continuar su carrera.
“Mi vida cambio positivamente, yo era el nerd de la universidad, eso era de la casa a la biblioteca y a las clases, todo el tiempo tenía un libro en la mano. Cuando me gradué solo esperaba la oportunidad para poder demostrar mis capacidades y ese espacio me lo dieron en la Alcaldía de Bosconia, en ese entonces en la administración de Luis Abdón Pérez Angarita, quien me permitió hacer las prácticas en la oficina jurídica, ahí me gané el cariño, aprecio y respeto de todos los abogados experimentados que estaban en ese momento, por la gran vocación, facilidad de adaptarme rápido y tener mis propios conceptos y juicios”, dijo Villar Estrada.
Terminadas sus prácticas en la Alcaldía de Bosconia, las puertas se le abrieron en el municipio de la Jagua del Pilar (La Guajira) donde fungió como el asesor jurídico del hospital local y de la empresa de servicios públicos al mismo tiempo.
Posteriormente, se especializó en contratación estatal y llegó a Pueblo Viejo (Magdalena), donde acompañó por dos años al alcalde Francisco Gutiérrez.
Una vez adquirida toda la experiencia laboral, Edulfo se animó a postularse como alcalde de Bosconia apoyado por el Movimiento Alternativo Indígena y Social, MAIS.
“Ser alcalde era un sueño que tuve, desde niño he querido prestar los servicios a la comunidad. El primer espacio que tuve cómo servirle a la comunidad fue de presidente de la junta de acción comunal del 2008 al 2012, ahí recibí premios de la junta, dejé buenos recuerdos en mi barrio, por eso cuando coloco mi nombre a consideración del pueblo, mi barrio el Dieciocho de Febrero se agolpó mayoritariamente a apoyarme, porque yo nací con ellos, viví y pasé las mismas necesidades y hoy tenía la preparación”, indicó Edulfo.
David y Goliat
Como de las escrituras de la Biblia, en Bosconia la historia de Edulfo es comparada con la de David y Goliat, en la que un pequeño venció a un gigante.
“Enfrentarme a las maquinarias políticas, a todo un sistema estructurado, consolidado y que en cierta manera goza de un poder económico que permite hacer una campaña casi que inderrotable. Como me dicen aquí, yo fui el David que venció a Goliat en Bosconia. Ese pequeño que tenía que enfrentar a los gigantes y de la mano de Dios organicé unas propuestas, con el termo con tinto en la mano salía a hacer mi propuesta de gobierno, repartirle un tinto a cada persona, explicarle porque tenían que votar por mí”, manifestó Edulfo.
Sus armas políticas eran un termo con café y dos pares de zapatos, con los que caminó por los 28 barrios de Bosconia, contando su historia de vida y sus propuestas de trabajo. Al final, el esfuerzo tuvo su recompensa y durante el acto de posesión como alcalde mostró al pueblo la forma como quedó el calzado que lo acompañó en las largas caminatas.
“Esa fue la inversión y el costo de la campaña, desgastar la suela de los zapatos caminando más que loco nuevo. Tenía unos zapatos clásicos, los cuales cuidaba mucho cuando me invitaban a reuniones, para no exponerlos porque tenían un hueco en la parte de abajo, se podía decir que tenía casi que el pie afuera y los tenis estaban totalmente pálidos y descoloridos, entonces yo los mostré como acto simbólico que con esfuerzo, trabajo y disciplina se pueden conseguir las cosas, no necesariamente hay que tener mucha plata para lograr los objetivos”, contó Villar Estrada.
Los retos como alcalde
La inseguridad es uno de los principales retos que tiene Edulfo Villar en Bosconia, donde en los últimos años los hurtos a personas y establecimientos se han disparado, al punto de que comerciantes y habitantes han marchado y bloqueado las vías en voz de protesta.
Otra de las crisis por la que atraviesa el municipio es la falta de agua potable, situación que conoce muy bien Edulfo, ya que según los estudios realizados por su equipo de trabajo el 60% de Bosconia no cuenta con el preciado líquido en sus casas, mientras que el 40% restante le ha tocado construir tanques subterráneos.
La educación superior también está dentro de las prioridades de Edulfo Villar, razón por la que se comprometió en que en un año Bosconia contará con universidad pública.
